jueves, octubre 27, 2005

Octubre ...

Miro el calendario y tras hojear los meses mi mirada se fija en Octubre, y siento una sensación de vació, odio el mes de Octubre, ese mes que es puente entre la luz y la oscuridad los días se acortan, la luz va dejando paso a las sombras y parece que todo empieza a cubrirse para preparase ante la llegada del frío.
No es un mes definible, sientes alegría y tristeza, abandono y fuerzas, atrás queda el verano, ya lejos después de intentar atrapar sus últimos escarceos en Septiembre, a la vista esta el invierno con la mirada puesta en las navidades en intentar tomar fuerzas para empezar unas nuevas metas, unas nuevas ilusiones y mientras estas llegan, tienes delante 31 días de olvidar y prepararte.
Se nota en la calle, en el ambiente, las casas frías, las aceras mojadas y uno se desliza por una suave pendiente, que lejano aquellos días de risas, donde todo parece lejano y uno realmente vive, añorado verano. Ahora amanece aun casi de noche, te envuelves en jerséis y hundes la cabeza hacia el asfalto. Miradas huidizas se refugian de la lluvia y buscan incansables algo de calor, mientras sigues mirando el calendario, como si de aquella manera los días fueran a pasar mas deprisa.
Octubre fiel reflejo del otoño, estación de estaciones donde varas en el anden a la espera de que te recojan para pasar lo mas rápido el invierno y volver a la vida con la soñada primavera.
Ahora, desde el frió de la noche, desde ese olor a aceras húmedas, uno sueña y revive el calor de la arena, la levedad de la ropa en las mujeres, sus picaras cortedades en su forma de vestir incitando a vivir.
Tiempo de recogida de vivir para adentro, de reuniones en casa, de hundirse bajo la manta hasta que allá por Abril volvamos a abrir el balcón de nuestro corazón a los rayos del sol.

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