martes, abril 25, 2006

A veces uno se siente asi

Sin saberlo, sin notarlo son sensaciones que llegan como las olas del mar y depues como esas mismas olas se van....


Lo triste no es morir sino esperar la muerte
Lo triste no es vivir sino esperar la vida

A veces llega un momento en que te haces viejo de repente.
Sin arrugas en la frente, pero con ganas de morir
Paseando por las calles todo tiene igual color.
Siento que algo echo en falta, no sé si será el amor

Me despierto por las noches entre una gran confusión
Esta gran melancolía está acabando conmigo
Siento que me vuelvo loco y me sumergo en el alcohol
Las estrellas por la noche han perdido su esplendor

(Celtas Cortos)

lunes, abril 10, 2006

Las fotos

Dejaba que la arena acariciara mis pies, aquella playa que me habia visto crecer era ahora mi acompañante muda en mi soledad. Me encantaba pasear en aquel dia encapotado, que amenaba con llorar de esa manera que solo lo sabe hacer el cielo en los dias de Abril.

Llevaba mi cámara, colgada sobre el pecho, sin darme cuenta se habia vuelto una parte de mi,con la que intentaba agarrar el tiempo en breves escenas de recuerdos, como si quisiera atar mi vida entre los fotogramas de una pelicula.

Volví a sentir en la boca el sabor amargo que deja el pensar que la vida se escapó por la borda un día, sin más, calladamente y cuando uno quiere darse cuenta, ir a buscarla, la ve correr a lo lejos con una sonrisa en la boca que mas que sonrisa es una mueca de burla.

Intenté borrar ese sabor viendo la mar, azul turquesa anidándose en el horizonte con las nubes intentando fundirse en un imposible. Tomé mi cámara y disparé. A lo lejos percibí un grupo de chiquillos, quizas dos o tres, pero lo que mas me llamó la atención fué que estaban sentados, quietos con la mirada perdida en la mar sin moverse.

Me acerque, no se habían movido, incluso cuando me senté a su lado, solo uno giró la cabeza me miró, y volvio a su posición.
Al cabo de un rato, mi curiosidad pudo mas y les pregunté:

-¿Qué haceís con la mirada perdida, sin moveros?
El mismo chico que habia girado la cabeza, me contestó:
- Miramos el cielo violeta, las aguas naranjas que cambian a verdes y luego azules.

Yo miré hacia donde ellos lo hacian mas el cielo seguía plomizo y el azul turquesa del agua iba tonrandose en un azul oscuro.

Pero ellos seguian mirando extasiados, hice unas fotos más, me levanté y seguí mi paseo. el cielo empezo a desbordarse, corrí y volví a casa.

Volvi a mi querido Madrid, llevé las fotos a revelar y cuando fuí a recogerlas, el dependiente me dijo:

- Creo que el carrete se debió velar por que los colores han salido alterados.

Cogí las fotos, y en ellas el cielo era violeta, y las aguas del mar variaban de una a otra desde un naranja a un verde pasando por un azul.

Miré al dependiente y le dije:

- Estan bien asi, han salido perfectas.

Él me miró extrañado, le pagué, y en el fondo supe que cuando uno realmente siente y cree en algo, quizas, al final llegue a realizarse.

domingo, abril 02, 2006

El reloj

Basado en un cuento de Papini.


Hubo una vez un hombre que cansado de oir la palabra felicidad se decidió a buscarla. Salió una mañana de su casa y empezó su camino....
Cruzó pueblos.
Cruzó ciudades.
Subió montañas.
Bajó los valles.
Pero no encontró la felicidad.
Navegó por mares.
Atravesó ríos.
Se perdió en grandes lagos.
Pero no encontró la felicidad.
Surcó los aires
Y seguía sin encontrar la felicidad.
Al final en un pueblo lejano, se cruzó con un anciano, cansado, se sentó a su lado y le contó el motivo de su viaje por si había oído donde estaba la felicidad y por que había abandonado su hogar.
El anciano rió y rió....
Te voy a contar una historia, le dijo
- en casa de un hombre, había un hermoso reloj, pero con el paso del tiempo se había estropeado y sus agujas marcaban las 7 en punto. Cuando le preguntaban por que mantenía un reloj estropeado colgado de la pared, él les contestaba : “Es cierto, este reloj parece inservible, allí en la pared estropeado, pero hay dos momentos en el día, cuando todos los relojes de la ciudad dan las 7 de la mañana o de la tarde, el reloj recobra la vida, si lo vierais en ese mismo instante no pensaríais que está estropeado, sino que funciona perfectamente, en armonía con el resto del mundo, y un instante después es el mismo reloj inservible.
Así soy yo, como ese reloj, estancado quizás inservible con mi vida monótona, pero hay momentos, que siento la conjunción, siento esa armonía, y entonces soy capaz de hacer todo, de crear, de volar, de cantar de soñar, de sentir más cosas que en el resto de todo el tiempo.
La primera vez que me sentí así, intenté atraparlo, como quien intenta atrapar burbujas de espuma, creyendo que podría durar para siempre, pero es como mi amigo el reloj, ese instante pasa y vuelvo a mi vida, con mis historias, mis rutinas... mi vida. Pero sé que la vida es otra cosa, es la suma de aquellos instantes, que aunque fugaces, somos realmente nosotros mismos, un “yo” con el universo, somos esa burbuja de espuma anidando en nosotros.
La felicidad como un tiempo intemporal no existe, sólo esos instantes de plenitud total.”

El hombre le dio las gracias al anciano y regresó a su hogar, la búsqueda había terminado.

Nota:” La vida es breve y única, aunque todos creamos que somos inmortales, es tan breve como la caída de una hoja en el otoño, leve, suave y rápida”

Ruleta

“La vida no se cuenta por las veces que respiramos sino por las veces que nos quedamos sin aliento”

Uno se hace viejo, quizas no lo aparente por fuera, y aún pueda ir quitándose unos años de encima, coquetería lo llaman algunos, otros resistencia, pero la verdad es que internamente el tiempo pasa, ya no son los impulsos arrebatadores de la juventud los que nos arrastran , ya no son las respiraciones a los que vagamente se aferran unos y otros lo cuentan como si fueran trofeos. Ahora, al menos para mi, cuentan esas veces que te quedas sin respiración, esos momentos que desearías eternos, y que son tan leves como un aleteo de mariposa, una mirada, una sonrisa, un beso robado. La vida, es como un crupier, toma la bolita, y la lanza a la ruleta, y tú sientes como vas girando, a una velocidad endiablada y gritas el siete el siete que caiga en el siete, pero empiezas a saltar de número en número, sin poder parar rebotando hasta que llega un momento que el la ruleta se para y el destino detiene a la bola y caes en el..... Quizás sea el número, quizás la próxima vez.
Me siento cansado de botar y rodar, y sin embargo sé que en la ruleta he tenido suerte, he caído alguna vez en mis números, y otras en el cero, “todo para la banca”.
El juego sigue, el casino no cierra, y aunque la bola tenga muescas aun girará, hasta que se oiga al crupier gritar: “No va más”

de domingo

Los domingos tardes son odiosos, son como esos vadenes cuando ya ha partido el tren y te quedas mirando como se va, sin saber si deberias haberte ido en él o quedarte alli esperando al siguiente, o quizas sea la resaca de EVERWOOD una serie dicen "como yo", o quizas sea la voz de springstenn y su armónica, el caso es y acabo de hablarlo con un amigo, que se quiere ir a un nuevo lugar y dar un cambio total, que a veces uno se siente desubicado sin encontrar su lugar, con ganas de mucho y pereza de todo. Tiempo de apagar las luces de beber lentamente una cerveza dejarme llevar por esa voz desgarradora que evoca vidas de lucha y perdedores historias de amor en asfalto y sudor, y cerrar los ojos ... point blank

"Hay veces que las lagrimas deberian escribir, seria como parar un poco el tiempo, como si alguien a mitad de una mirada se desvaneciera, así sin mas, y tu mirando al infinito a traves de ese cuerpo que acaba de desaparecer atravesándolo, y es entonces cuando las lágrimas aparecen, cuando la soledad te abraza y allí, son ellas las que escriben.
Caen en las teclas y saltan de una a otra, sentimientos que suspendidos dibujan signos, trazos del corazon pintados con el pincel del alma. Alma que guarda los recuerdos y vivencias, surcos en su piel, como si los trazaras con un arado, solo que al final no recoges la cosecha, quedaran estériles esos campos, de cuyas tierras solo podrán nacer flores muertas, cuyas espinas se clavan en la piel, piel de la que la sangre seca no mana.
Y uno quisiera cerrando los ojos decir, simplemente, es tiempo de morir."