Te has ido.
Mutis por el foro, como hacen los actores al final de la función, pero tú no saldrás a recibir aplausos, ni te inclinaras en señal de reverencia.
Te has ido.
Y aún no sé siquiera, si has dejado algo que merezca la pena, o sin embargo con el paso del tiempo llegaré a recordarte.
Sólo se que te has ido, en silencio, como lo haces siempre desde hace tanto tiempo que ya no recuerdo cuando empezaste a hacerlo de esa manera.
Te has vestido con mascarilla que oculta sonrisas, mientras seguías dibujando miradas de miedo, te has vestido de rabia y confrontación, te vestiste de blanco dejando sobre Madrid, tu nombre escrito en la calle sobre la nieve, como si de esa forma nunca te olvidáramos,
Te vestiste de luz y calor, más yo te vi igual bajo tu ropa.
Me trajiste fotos, y personas que desfilaron delante de mi objetivo, sets y shootings, libros impresos, y escenarios de un cuadrilátero vacío de boxeadores.
Moda en la calle Gran Vía, y destellos de flashes.
Conservé, a pesar de ser, esos rincones donde como islas, uno llega a ser feliz.
Paseos por Madrid, cafés y algún cine, olor a madera de viejos bares ahora todos con terrazas donde se vive sobre las aceras.
Cerraste los viajes, aquellos que tanto añoro y echo de menos, refugiado en un mundo de pixels en pantalla gigante donde leones y océanos me trasportan a otros lugares soñados.
Y en tu estancia, en esas noches de radio, desnudo mis sueños para que se alojen bajo las sábanas conmigo, y con las primeras luces del alba les susurre una y otra vez, una y otra vez, "no te vayas, quédate conmigo cinco minutos más".
Hay ronroneos y fantasmas que recorren mi pasillo, hay recuerdos que se escapan del armario cada vez que sin querer o queriendo los abro, quizás para quitarme el frio de encima.
Hay... hay un chiquillo que ya no lo es, hay... hay un hombre que es un chiquillo, y que sin saberlo y sin decírselo lo es todo y todo lo es.
Te has ido, y me siento más viejo y mas cansado, no llegaste a abrir las cajas de deseos que tras unas luces parpadeantes te dejamos, y lo único que me diste fue la distancia de la sangre.
Es hora de decirte adios, que te vaya bonito, nunca más regresaras, y ahora abro las puertas y ventanas, extiendo mis brazos y dejo unas nuevas cajas de deseo... bienvenido 2022, adios 2021