martes, julio 22, 2008

Vacaciones...

Otro año...
y voy cerrando persianas, entornando puertas, desenchufando cables,
descolgando ropa y metiendola en la maleta

y de la maleta saco recuerdos, lágrimas, sueños e ilusiones rotas, y los cuelgo del perchero.

Busco entre los cajones alguna sonrisa, alguna foto, y la guardo en la maleta..

En la penumbra me siento ... otro año... que ha pasado como los trenes que ves desde la carretera rápidos, sin parar, dejándome varado en otra estación.
Un año de cambios, donde en el camino se quedó mi piel y mi corazon a jirones, un año donde descubres que gracias a la gente que te quiere, no abandonas todo, un año donde hubo más lágrimas que sonrisas, un año en el que he escrito otro capítulo más que no se cierra sino que continua, aunque muchos crean que la vida consta de capítulos que empiezan y acaban, no es asi, lo bonito de un libro es saber que los capitulos conforman el libro entero.


Bueno, mis maletas me esperan, cierro la puerta de mi caja de cerillas, y siento que parte de mi se queda entre las paredes, en el armario, en los espejos, a la espera de que regrese, que será más pronto de lo que yo quisiera.

Gracias a todos los que pasais por aquí, a los que me dejais unas letras que son para mi como rayos de sol en inverno, gracias a los que pasan por aqui se detienen leen y aunque no dejan nada algo se llevan. Y gracias a todos aquellos me ayudaron a salir, a seguir, sin preguntar sin decir nada, tendiendome la mano para continuar escribiendo ese libor que algunos llaman vida.

Gracias. Nos vemos en unos dias

Felices vacaciones ¡¡¡¡


********* HAY DIAS **************

Hay dias que uno siente que su caja de cerillas huele a soledad, y la sombra de los recuerdos a veces asoma su cara de dolor debajo de las sabanas.


Hay dias que uno siente que la soledad le viste, y que lo que hay alrededor son solo tiritas que no tapan las heridas.
Hay dias que uno siente que las cicatrices nunca dejan de sangrar.

Hay dias que una sonrisa, una palabra es el mejor bálsamo.
Hay dias que cerrar los ojos es un sueño, y hay dias que abrirlos se convierte en pesadilla.

Hay dias que el vacio de la cama es el abismo mas profundo.
Dias que aún volcando el café en el azucarero este sigue sabiendo amargo.

Hay días donde aquellos oasis de felicidad se vuelven borrosos y lejanos.
Hay días que uno construiria un puente de madera que empezase al pie de la cama y no terminara nunca.

Hay dias que uno abre el armario y desea vestirse de suerte y caminar en el presente.

Hay dias que uno viaja envuelto en una lágrima.
Hay dias que al llegar de nuevo aqui miro mi pared blanca y solo veo un paredon.

Hay dias que caminaria sobre las vias de un tren, vias que seguirian una linea recta sin fin, sin llegar nunca.
Hay dias que siento que no pertenezco a este mundo, que no encuentro mi lugar.

Hay dias que no se quien soy, ni a donde voy.
Hay dias que siento que un dia dejé mi hogar y por mucho que intento volver me perdí en el camino.

Hay dias que los arrancaria del calendario y hay dias que no deberian pasar nunca.
Hay dias que quiero coger el bote de pintura, y pintar esquinas, paredes y fachadas, esas que forman mi vida.

Hay dias que pueden dar paso a dias diferentes.
Y hay dias que la gente me los hace diferentes, y quizas por ello puedo soportar los otros días.

viernes, julio 11, 2008

Un castillo de arena

Cogió su pala, su cubo, y en él metió todas sus ilusiones.
Caminó hacia la playa despacito, sabiendo que el mar no se iria, que la arena estaba alli.

Buscó un lugar, donde la arena mojada tenia la consistencia suficiente para ir creando un castillo.

Vació su cubo, el que estaba lleno de ilusiones y estas se desparramaron por la arena, sacó su pala y escarbó.

Primero construyó un foso, no muy profundo, y luego las cuatro torres, separadas lo suficiente para dar espacio al castillo, las unió con un muro alto, y sobre el foso puso un puente que daba a la puerta principal.

en el centro del castillo, levanto una montañita de arena, plana por encima, coronada por una hoja de palmera.

Ya era mediodía, cuando terminó el castillo, estaba cansado. pero sonrió al verlo, lo habia hecho él, con sus manos con todo su esfuerzo, venciendo el miedo a no lograrlo, y allí estaba, el foso, las almenas, los muros, la hoja de palmera.

Y sonrió.
Y su sonrisa se transformó en una risa amplia y limpia.
Y dentro de él, su corazón vibró.

"por fin" - se dijo.

Entonces, una ola, no muy grande, no muy pequeña, avanzó, con su espuma abriendose paso, entró en el foso, y abrazó el puente, mordio el muro y trepó por las almenas, arrinconó la montaña del centro y en un ultimo suspiro antes de retirarse, se llevó la hoja de palmera.

el niño se quedó mirando como la ola se llevaba los granitos de arena, sin enfado, solo con esa cara de sorpresa, cuando no lo esperas.

y se preguntó

- ¿Por que ola vienes asi y te llevas lo que hice?
- ¿Por que castillo, si te hice fuerte no aguantaste la ola?
- ¿Recordara la arena, que un dia fué castillo, que mi cubo y mi pala le dieron forma?

Recogió su cubo, limpió la pala en el agua de mar, y volvió a su casa.

Con el cubo vacio.
Con la pala limpia.
Con una lagrima asomando por sus ojos.

Y cuando abrió la puerta y la tarde caia sobre el asfalto, se dijo:

- "Mañana, llenare mi cubo de ilusiones, meteré en el mi pala, y haré un castillo en la arena."

miércoles, julio 02, 2008

Hay.

Cae la tarde, y el sol apaga sus ultimas brasas sobre el asfalto de esta ciudad, donde la gente aguarda, paciente, para echarse a la calle y disfrutar
de este tiempo intentado dejar tras la puerta sus problemas, las falsas esperanzas, desnudándose del dia trabajado y vistiendose con una sonrisa, y los pocos euros que van quedando para tomar esa cerveza en cualquier terraza.

Sobre mi piel aun corren las ultimas gotas de la ducha resistiéndose a ser devoradas por el calor.
Más allá un vaso de limón y cerveza pinta le vaso de un dorado otoñal.

Todo permanece en oscuridad, rota solo por el reflejo de la pantalla del monitor.

Imagino mientras tanto cientos de catálogos de viajes, miradas que se estrellan en escaparates de agencias de viajes, donde se abren ventanas a playas doradas, a mundos soñados al alcance de la mano, de la mano que pueda pagarlos.

Y cierro los ojos, sobre mi pecho palpitan los dias corriendo a galope sobre las manecillas enloquecidas de un reloj que ora va hacia atrás, ora avanza lentamente.


Y siento...


Hay un frio vacio en la cama que me aterra y me espera, hay una distancia entre la primavera y el invierno que parece cada vez mas creciente, hay recuerdos esparcidos como cristales rotos en el suelo.

Hay piedras en mis zapatos, hay lágrimas que afloran, llevandose sonrisas no dibujadas.

Hay amaneceres que no llegan nunca a la espera de que el sueño aparezca y no acabe, hay tardes que empiezan y terminan sin apenas respirar, hay dias que te cogen y engullen atandote con cuerdas de monotonia.

Hay ilusiones tras los espejos, hay una cama llena de escarcha, hay sueños colgados de la lampara que no se encienden nunca.

Hay miradas ocultas y abrazos perdidos, hay besos robados que vuelan como mariposas, hay esperanzas que bañan corazones, hay cansancio en mi piel, hay peso en mi alma, hay sitios donde ya no se puede regresar.

Hay ecos de risas lejanas y hay susurros de te quieros pintados en el aire.

Hay volutas de humo, que echan el telon a noches de sexo y amor.

Hay madrugadas sin fin, y hay dias que se deslizan como hoja de afeitar por el borde del corazón.

Hay puertos donde nadie te espera y hay barcos surcando mares en busca de puerto.

Hay una vida que muere, y un muerto que vive.

Hay sueños que dan alas, y hay realidades que cortan el vuelo.

Hay una luz de una vela iluminando una cena solitaria una noche mas.

Hay en algun lugar un chica en una parcela corriendo tras sueños de margaritas y hay una chica superando una guerra con el brillo de la victoria en sus ojos.

Hay en algun lugar una chica acariciando su estómago donde la luz de una nueva estrella brilla y hay una chica soltando su jaula de oro, corriendo sobre la hierba mojada.



Hay en algun lugar una chica mirando a su hijo mientras la vida sonrie a su paso..



Y hay una soledad aferrada a una caja de cerillas.