viernes, junio 25, 2010

Tres Historias de Chicos - el Final -

Hay una barra de bar, que parece una playa bajo el sol de un neón azul.
Hay tres chicos que han desplegado sus toallas, que se bañan en alcohol.
Hay tres historias calladas, silenciosas, que flotan sobre cubitos de hielo.

El local empieza a llenarse, alguien asoma por la puerta, sus ojos negros y su sonrisa lo dicen todo. Él la mira, ella le mira, No hay más que decir, sus ojos hablan, ese leguaje llamado amor.

Se acerca, sus labios rozan los de él, y él se gira, hace una señal y el barman pone una canción.

- Es para ti. - Le dice.
Ella le sonrie, como sólo saben sonreir los enamorados.

Y la música fluye, "for once in my life" (http://www.youtube.com/watch?v=D4i_BYCn5ZM).
y él sin saber por que, deja la timidez en el taburte, la sujeta por la cintura y baila con ella.

- ¿Sabes?, te quiero desde la primera vez que te vi, con aquella botella de agua, con aquella canción sonando en los cascos.
Ella no contesta, él nunca sabrá que estaba perdida en la música, en los recuerdos y no le oyó, pero no hizo falta, sabía cual era la respuesta.

Junto a la timidez sentada en el taburete, hay otro chico, con un papel en la mano, lo mira y lo lee.
Lo lee... y escucha la canción que está sonando.

"Por una vez en mi vida tengo alguien que me necesita,
Alguien que necesité por tanto tiempo.
Por una vez no tengo miedo de ir donde la vida me lleva,
Y de alguna manera se que voy a ser fuerte.
Por una vez puedo tocar lo que mi corazon solia soñar.
Hace tiempo sabia que alguien calida como vos podria hacer
mis sueños realidad
Por una vez en mi vida no voy a dejar que el dolor me lastime,
como me lastimó una vez.
Por una vez tengo a alguien que se que no
Va a abandonarme, ya no estoy solo.
Por una vez puedo decir: “esto es mio y no podes tomarlo”
Mientras tenga amor se que puedo lograrlo
Por una vez en mi vida tengo alguien que me necesita."

Pone el papel en el cenicero, saca una cerilla y lo quema...
Se levanta, tararea: "Por una vez en mi vida..." y enfila la puerta, mientras sale, una sonrisa se desliza en sus labios.

Junto a la timidez sentada en el tabuerte, queda un asiento vacio, y junto a este, un chico se remueve, no logra sentarse bien sin sentir dolor, dolor físico y uno peor, su orgullo malherido.

Levanta la vista, y ve entrar a su amigo, y con él.. a Laura, ella lo abraza y lo besa. Su amigo se acerca.

- ¿que tal, como te va? - le dice.
- Bien - intenta que no se note el rictus de dolor - pero ya me iba.
- ¿No te quedas a tomar algo con nosotros?
- No, en serio he de irme.
- Bueno como quieras. - le contesta mientras con la mano hace un gesto a Laura.- Nos vemos.
- Nos vemos.

Su amigo corre al lado de Laura, la mira y se besan.
Siente envidia, quizás su amigo en el fondo tenía razón, y esté más solo de lo que pensaba, solo y con un gran dolor en sus posaderas.

viernes, junio 18, 2010

Tres historias de chicos - Historia 3 -

Sobre la barra de un bar, bajo el el sol de una luz de neón.

Está alli, bebiendo, su orgullo flota dentro de ese vaso. Se remueve en su asiento, el dolor ha ido cediendo en intensidad, pero es persistente.
Fija la mirada en algún punto lejano, no puede contarlo, ¿cómo iba a hacerlo? él, eso no podía pasarle a él, y sin embargo había ocurrido, dicen que cada cerdo tiene su san Martín, y sin duda a él le había llegado.

... unos meses antes...

Se mira al espejo, y se gusta, abre el cajón, ese mismo dodne en una esquina guarda las braguitas de algunas de sus conquistas. Sonrie.
Y se imagina como aquellos vaqueros que hacían muescas en sus rifles, sólo que ha cambiado las muescas por esas prendas íntimas.
Que más da que alguna se ilusionara, o que se sintiera humillada por él, soy joven se dice, tengo que vivir la vida, aprovechar el momento, yo no me aprovecho de ellas, no fuerzo a que se acuesten conmigo ni les hago promesas. Que luego ellas se enamoren de mi o se sientas usadas, bueno... es su problema no el mio.

Suena el móvil, le estan esperando sus amigos, vovleran a tomarse unos cuantos cubatas, quien sabe si caerá algo más, y despues a la disco, "a cazar" como lo llaman ellos. Y esa noche tiene ganas de caza mayor.

Alli en la puerta están sus amigos, camaradas de batalla, unos mas que otros, se acerca y echa el brazo sobre los hombros de su mejor amigo.

- ¿preparado para una gran noche? - le dice.
- sabes que estaran algunos de tus ligues, el otro día me llamó Laura y se echó a llorar, aún te quiere.
- Bueno así es la vida, esa historia acabó, asi que deja de joderme y vamos a tomarnos algo.
- No te digo nada, tú sabrás lo que haces, pero al final lograrás quedarte solo.
- Tú si que te vas a quedar solo, si sigues tocandome los huevos con esas historias.

Y entran, se acercan a la barra piden sus cubatas y él se da la vuelta para ver el ambiente. Su mirada como la de un depredador busca una pieza, frágil que no le de problemas.
Como su amigo anticipó Laura pasa por allí.

- Mira hi la tienes, si tanto te preocupas por ella, ¿por que no vas a consolarla?
Su amigo no dice nada se aleja, y se acerca a Laura, ella le mira, y luego intentado contener sus lágrimas mira al otro.
- "¿por que me tenía q enamorar de semejante individuo?"- piensa.

Mientras él esta mirando a otro lado, una chica se acerca, apoya el brazo en la barra pegado a él. Viste un generoso escote, y una mini que muchos llamarian cinturón. Él se gira y le hace un rápido control, le gusta lo que ve y despliega sus armas de conquista.
No sabe que esta vez el cazador se convertirá en cazado.

Unas horas más tarde está en casa de ella, se cree el dueño y señor, allí tumbado en la cama esperando que ella aparezca... y aparece.
Envuelta en leceria negra, enfundada de altos tacones y unos guantes negros.

- ¿Te gusta lo que ves?
- Me encanta
- Te atreves a probar cosas nuevas, o sólo eres un gallito de corral

Siente que le ofende su orgullo.

-Me atrevo a todo.

Entonces ella saca una cinta de cuero, coge sus muñecas y las ata al cabecero de la cama, lo mismo hace con sus tobillos.

- Ummm esto nunca me lo habían hecho.
- Espera esto sólo es el principio.

De debajo de la cama saca una bola con dos pequeñas cintas, le hace abrir la boca y se la introduce.

- Ahora como te sientes, ¿Has probado alguna vez el sadomasoquismo? seguro que te va a encantar, y ademas guardo una sorpresa más para ti.

Él abre desmesuradamente los ojos, y balbucea con la bola en su boca, la excitación desaparece cuando la ve aparecer con un latigo de cuero.

Siente su piel arde, en su torso y en su espalda tiene cortes, definitivamente el dolor no le produce placer, ella lo desata, el agotado no puede ofrecer ninguna resitencia. lo gira poniendolo frente al espejo, y vuelve a atarlo, esta vez sin la bola en la boca.

- ¿Que tal, te gusta lo nuevo?

No dice nada, llora de rabia y de dolor.

- Pues aún queda lo mejor- le agarra del pelo y le gira la cabeza, hace que la mire. Ve en la cintura de ella un arnes, y del arnes u ngran pene.
- Que .. que vas a hacer con eso...
- Parece que te gusta dar por culo a las chicas, que las usas y luego pasas de ellas ¿no?, bueno parece que ellas han tomado sus medidas, o creías que un mamarracho como tu podía ligarme.. ahora vas a saber lo que es realmente dar por culo, y por si se te ocurre llamar a tus amigos o tomar alguna represalia yo que tu no lo haría, no sabes que tipo de gente conozco, y como se las gastan, ,lo que te voy a hacer sería una simple carícia con lo que te harían ellos.

...(continuara)...

lunes, junio 14, 2010

Tres historias de chicos - Historia 2 -

Sobre la barra del bar, bajo un sol de neón azul, tres chicos despliegan sus toallas, y se bañan en vasos de alcohol.

El segundo chico tiene un papel en sus manos, amarillento ya, la tinta en algunas letras está diluida por el paso del tiempo, y sin embargo él lo guarda como esos recordatorios de comuniones o bodas.

Y en el papel unas letras:

" Sé que nadie me pidió ir de salvadora por el mundo, pero me apetecía hacerlo, porque te quería. Lo único que veía era una
persona centrada en sí misma que no quería salir de su agujero porque en el fondo es lo malo conocido.

Es agotador estar al lado de una persona que se siente víctima de todo y no saber qué hacer porque nada de lo que haga vale. Es
así, nunca he sentido que mis palabras de aliento, que mis intentos para animarte sirvieran de nada. Que mi forma de quererte te
llegara.

Me he intentado acercar a ti y nunca lo he conseguido.

Lo que me ocurría es que yo llegaba a verte llena de energía y me iba con la sensación de no haberte llegado en nada, de no
poder compartir nada, no sé por qué razón. Son las sensaciones lo que cuentan.

Te quedas en tu rincón esperando un milagro. Y mientras no ves la realidad.

ese victimismo que gobierna tu vida y tanto daño te hace a ti y a los demás..."

... unos meses antes ...

Hay una caja de cerillas, hay alguien que vive en ella, hay una soledad que prende cada noche, hay alguien que busca sin saber lo que buscar.

Se habían conocido, cada uno con su mochila llena de piedras, unas más pesadas que otras, unas que se pueden soltar, otras que echaron raices imposibles de cortar.

Él había leido en algún libro el cuento del niño que va al circo con su padre, antes de entrar ven a un gran elefante atado a una pequeña estaca clavada en el suelo. El niño mira al elefante, enorme y fuerte, y ve que la estaca es pequeña.
- Papá ¿por que el elefante no tira de la cadena? con lo grande que es seguro que arrancaría la estca del suelo con facilidad.
El padre mira al hijo, y le cuenta:
- Cuando el elefante era tan chiquito como tú, le ataron con una cadena a una estaca como esa, el elefantito tiró y tiró todo lo fuerte que podía, pero la estaca no cedió ni un poquito. Asi se pasó días, tirando y tirando, y cuanto más intentaba arrcanar la estaca más se grababa en su mente que no podía con ella. Hasta que ya no pudo más y decidió no volver a intentarlo. Y ahora cuando es grande y le sería fácil tirar de la estaca y arrancarla su mente le recuerda todo lo que grabó y por eso ni lo intenta.

Tenía sus propias estacas clavadas en el alma, desde pequeño, desde que un dia ya de mayor su mundo se viniera abajo, aquel que él creía era su vida, sus creencias, como si a un palacio le quitas sus pilares, todo se le vino abajo.

Quizás demasiadas historias con final feliz, demasiadas películas, demasiados cuentos. La vida de por si es un cuento, pero no es ese cuento que alguien al borde de la cama te va narrando mientras tu concilias el sueño, la vida es un cuento que vas escribiendo y que muchas veces tiene las líneas torcidas.

Lo peor de todo es cuando llegas a casa y te encuentras tus sueños esparcidos por la sábana y los pedazos de tu corazón estrellados contra la pared. Cuesta tiempo coger el hilo e ir cosiendolo poco a poco, y ese hilo muchas veces se fabrica con miedo , miedo a volver a encontrartelo esparcido en cualquier rincón,miedo a que no puedas ni encuentres fuerzas para recomponerlo una vez más.

Y las piedras de la mochila empiezan a echar raices, y las racies se convierten en muros que crecen alrededor, pero no protegen , sólo consiguen aislarte más y más del mundo exterior, hasta que los sentimientos se cubren de escarcha, y se letargan e hibernan.

Él mueve con el dedo los hielos de su vaso, y estos se diluyen, siente que su vida se ha ido diluyendo poco a poco como esos hielos, aprieta con fuerza el papel en su mano, por su mejilla una lágrima se desliza. Y vuelve a leerlo una vez más, dejando que las palabras caigan de su boca y se estrellen en la barra del bar.

... (continuara)...

lunes, junio 07, 2010

Tres historias - de chicos - Historia 1

Hay una barra de barra, se extiende como una playa iluminada bajo un sol de neón azul.

Sobre esa playa tres chicos han extendido sus toallas.
No se conocen de nada.
Tres navegantes de ese mar que algunos llaman vida.

Y hoy han llegado a esta playa, esta barra de bar iluminada bajo un sol de neón.

...unos meses antes....

Uno de los tres. (historia 1)

Hay dias que parece que todo sale al contrario, no ha sonado el despertador, y para colmo la línea 4 del metro está averiada.
Coge la mochila su mp3 e intentando poner la mejor cara a ese dia que empieza mal, se sienta un instante en su portatil. Suena esa musiquita del windows, espera y tras unos instantes aparece su fondo de pantalla, se cerciona que el wifi funciona y pincha dos veces sobre el icono del navegador, entra en su correo, teclea la dirección un compañero de trabajo y adjunta la dirección desu jefe, solo dos líneas suficientes para una excusa. Ha decidido que hoy se tomará el día libre.

En otro punto de la misma ciudad, una chica sale de la ducha, lo hace sin prisas, disfrutando de ese momento plácido. Se enrosca la toalla ciñéndola a las curvas de su cuerpo. Entra en su cuarto, en una esquina hay un marco sin foto, vacio, sólo un papel blanco, lo mira un instante, y recuerda la foto que allí había, una pareja mirando a la cámara mientras el disparador automático se prepara para abrir el diafragma, ellos sonrien cogidos por la cintura.
Desvía la mirada, esquivando los recuerdos que llegan a la carrera, antes de que estos la dejen esa sensación de vacío.Deja caer la toalla y se mira al espejo mientras se viste, sonrie, le gusta lo que ve.

Mientras echa la leche sobre sus cereales, su móvil recibe un mensaje, ella canturrea y no lo oye, no puede imaginar que aquel descuido va a cambiar su vida.

Él acaba de hacer click en el botón de enviar, el mail ya se ha perdido entre la red. Apaga el portatil, pone su reproductor en modo aleatorio y sale a la calle. Un sol de primavera lo saluda, mira a izquierda y derecha y deja que seas sus pies los que decidan el camino.
Camina despacio, mirandolo todo, la gente que se cruza, la fachada de los edificios, los escaparates de la tienda, como si fuera un turista, respira hondo, por un momento piensa que en esos momentos estaría encerrado en la oficina, entre cuatro paredes, y sin embargo ¡cuanta vida hay fuera!. Suena en sus cascos la canción de "Sara" de Fleetwood Mac, la tararea por lo bajo, sonrie.

Ella termina sus cereales, echa un poco de agua sobre el bol, acaricia a su gato.

- Deséame suerte ¿vale?

El gato, no entiende las palabras, pero ronronea y ella lo acepta como un si. Coge su bolso, la falda describe un vuelo perfecto por encima de sus rodillas cuando ella se gira y cierra la puerta.
Sale a la calle, camina hacia la boca del metro, entra y cuando se dispone a introducir el billete, oye por megafonía que la linea 4 está averiada. Maldice.

. Menos mal que he salido con tiempo - piensa. Mira el plano del metro, y decide coger el autobús.

Es su medio de transporte favorito sobre todo cuando hace un dia como hoy, si puede se sienta al lado de la ventana y va mirando la gente en los coches, los que pasean o los que van a toda prisa de un lado a otro. Pero esta vez no tiene suerte, la avería del metro hace que el autobús vaya lleno, ella se agarra al pasamanos e intenta no sentirse como en una lata de sardinas.

Mientras él camina, sin destino, dejando que sus pasos le guien, le descubran nuevas calles, aunque para él por mucho que haya recorrido las mismas calles una y otra vez siempre le pareceran nuevas, nueva gente nuevas miradas. No tiene prisa, nadie le espera al volver a casa y no quiere pensar en ello, aunque su mp3 se obstine con alguna canción en recordarle su pasado. Y él se sorprende de esas casualidades, llegas a una calle y de pronto suena una canción como si una mano invisible la hubiera buscado adrede. Tengo más de 1.500 canciones y tiene que sonar esa precisamente, no hay casualidades, todo ocurre por algún motivo.

Alguien la empuja por detrás, ella se gira, oye un "lo siento" e instintivamente mira su bolso, la luz del móvil parpadea, se hace un hueco lo saca, abre la tapa, sobre la foto de su gato hay un sobre cerrado, mueve sus dedos acariciando las teclas hasta que el mensaje aparece en pantalla.

- "La entrevista se retrasa 2 horas. sentimos las molestias."

- "Lo que me faltaba, dos horas y ahora ¿que hago?"- Instintivamente aprieta el botón para solicitar parada. cuando llega, se baja, mira la calle ,en su mente aparece el plano, tiene que girar a la derecha. Echa a andar.

No muy lejos de allí, él camina envuelto en sus ensoñaciones, piensa en la vida, en como ha ido todo, hasta llegar a ese punto. Recuerda una película en la que unos pueden viajar al pasado y se les ofrece la opción de cambiar las cosas.

- Si así fuera ¿que cambiaría? ufss quizás muchas... - se dice. Y vuelve esa sensación de haber perdido cosas en el camino, de esrtar siempre buscando algo sin saber el que, de esa soledad cosida en su piel como la sombra de Peter Pan.


El sol calienta, por fin parece que llega un verano anticipado. Ella entra en una tienda de alimentación, quiere comprar una botella de agua. Ve la máquina refrigeradora, coge una pequeña, y se acerca al mostrador abre el bolso y saca un billete de 5 euros.

Él anda perdido en sus pensamientos, camina pegado a los escaparates, una canción termina, otra empieza, y oye la inconfundible voz de Serrat...

"Fue sin querer...
Es caprichoso el azar.
No te busqué
ni me viniste a buscar.
Tú estabas donde
no tenías que estar;
y yo pasé,
pasé sin querer pasar...."

Entonces mira tras el cristal, hay una chica que saca 5 euros de su bolso, con una botella de agua en su mano, el chino le devuelve el cambio, ella no levanta la mirada y sale de la tienda intentado guardar el cambio en el bolso no se da cuenta que él estaba allí parado y chocan.

Cae la botella de agua al suelo, la carpeta con sus fotos, los cascos de él....

Ella levanta la vista, y se encuentra la de él.

La canción sigue sonando

"Y me viste y te vi
entre la gente que
iba y venía con
prisa en la tarde que
anunciaba chaparrón.

Tanto tiempo esperándote..."

Recoge sus cosas, ella se excusa, las toma y se queda mirandole un instante que parece una eternidad.
Le da sus cascos.

Y la ve como se marcha. Él se pone de nuevo la música y escucha:

"Tanto tiempo esperándote...

Fue sin querer...
Es caprichoso el azar.
No te busqué,
ni me viniste a buscar."


Entonces sin pensarlo corre tras ella.
La para.
Se miran.

- "Podria pedirte un favor" - le dice.
- Bueno - sonrie ella - depende de lo que me quieras pedir.
- Sólo quiero que oigas una canción. - y le pone los cascos.

Y ella, sin dejar de mirarle escucha:

"Fue sin querer...
Es caprichoso el azar.
No te busqué
ni me viniste a buscar.
Tú estabas donde
no tenías que estar;
y yo pasé,
pasé sin querer pasar.
Y me viste y te vi
entre la gente que
iba y venía con
prisa en la tarde que
anunciaba chaparrón.

Tanto tiempo esperándote...

Fue sin querer...
Es caprichoso el azar.
No te busqué
ni me viniste a buscar.
Yo estaba donde
no tenía que estar
y pasaste tú,
como sin querer pasar.
Pero prendió el azar
semáforos carmín,
detuvo el autobús
y el aguacero hasta
que me miraste tú.

Tanto tiempo esperándote...

Fue sin querer...
Es caprichoso el azar.
No te busqué,
ni me viniste a buscar."


.... (continuara)