lunes, abril 28, 2008

Miedo

Hoy ha hecho uno de eso dias que Madrid, renace, el sol se desviste de sus nubes, y el cielo enseña su camison azul, las calles llaman, las chicas vacian sus armarios, y la gente abandona sus guaridas.

Y subi en un paseo interminable hacia el rastro, me encanta ver las ventanas abiertas de par en par como si invitaran a miradas indiscretas, como si invitaran a que la vida se siente en la mesa.

En la plaza, tenderetes que huelen a marruecos, a la india, sandalo y cuero, collares, camisetas, plantas, brazaletes, y gente, gente de fuera mezclando lenguajes, miradas curiosas. ¿cuanto vale? lo piensas y sigues buscando...

Y sigo mi camino, me pierdo, ahora hacia la plaza Mayor y alli la venta cambia, ahora son sellos y monedas, preparativos para el dos de mayo, ...parate, quieto, y alguien inmortaliza la fachada con una sonrisa.

Me gusta el ambiente, la gente se sienta en la plaza, estatuas vivas, un tango, un vaquero, una bruja que cambian sueños por monedas.

Bajo hasta la Puerta del Sol y como un guiri más, me acerco al oso y el madroño y allí me lo encuentro, mi viejito, en sus arrugas se nota el paso por el hospital, su tez mas blanca de lo normal, pero en sus ojos se refleja esa alegria por la vida.

- Hola, ¡¡ cuanto me alegro de verle de nuevo por aqui!! ¿qué tal está?
. Bien ya me encuentro mejor, algo cansando aún pero disfrutando de este sol.
- Si, hace un dia precioso, ¿quiere que nos sentemos?
. Si sentemos nos por aqui, me gusta esta algarabia de la gente, parecen que salen de invernar, y bueno uno a pesar de ser viejo sigue admirando la belleza, y las mujeres nos muestran un poco mas de ellas.

Su sonrisa se vuelve algo pícara, y un brillo especial aparece en sus ojos.

- Y cuenteme que tal esta, ya no tendra que volver al hospital todo esta bien?
- Si,solo fué un pequeño susto, y alli uno se da cuenta del valor de la vida, y del peso del miedo.
- ¿del peso del miedo?
- Si, ese que nos impide vivir, allí en el hospital pude darme cuenta de que la gente no vive por que sienten miedo, a cada paso que dan, el miedo les atenaza. el miedo anticipa cosas que uno solo las tiene en su mente.
Miedo a perder el trabajo, y no disfrutas de los momentos que alli vives, miedo a no llegar a fin de mes, y no disfrutas de un pequeño capricho, miedo a perder a tu pareja, y anticipas todo lo malo, todo lo negativo y al final abandonas lo dejas, tiras la toalla, miedo a no levantar la mirada y ver que no hay que pensar en el futuro lejano ,quizas en mañana pero no mas alla, y entonces dejas de disfrutar de las cosas del presente anticipando las del futuro. Miedo de uno mismo, que solo atenaza y ata a esa persona que somos, y nos paraliza e inmoviliza.
Hoy no hacen falta cuentos, solo tienes mirar alrededor de ti, ¡cuantas personas viven en el miedo! y, o huyen o se paralizan, no ven que hay muchas mas cosas y prefieren aferrarse, anclarse, otros corren sin mirar atras, sin pelear, prefiriendo dejar todo sin pensar como si nada de ello hubiera existido.

Todas sus palabras iban cargadas de verdad, de esa verdad que cae por su propio peso. Le miré por unos instantes , y él siguió.

- Hay un miedo atroz a la muerte, y yo la espero, por que cuando uno llega a una edad, cuando los seres mas queridos te han ido abandonando sabes que mas tarde o mas temprano, llegara tu momento y te encontraras con ellos, sin miedo, es solo un transito una nueva sensación.
te contare el caso de un hombre, que un dia abrió la puerta al miedo, salía con una bella chica, diferente a él, y empezó a tener miedo, miedo,a que los sentimientos le vencieran y antes de que eso pasara el miedo anticípó las diferencias, anticipó problemas que solo existian en el propio miedo, y huyó de aquella situación sin mas, como quien pasa la pagina de un libro y ya no recuerda lo leido.
Y ese miedo anego los campos de la amistad, y tuvo miedo de perder a sus amigos y que esto le hiciera daño, que le conocieran mas alla. que se convirtiera en una persona vulnerable y el miedo anticipo la soledad, y al final se alejó y sus amigos fueron desapareciendo.
Y le entró miedo a que la muerte viniera a buscarle, y cerró ventanas por donde pudiera colarse, y cerró puertas por donde pudiera entrar, y el miedo anticipo la llegada de la muerte, que no lo tenía en su lista, pero tanto miedo le entró, que cuando pensó que la parca estaba buscandole, salió corriendo, cayó por las escaleras y se partió el cuello. Cuando la muerte lo recogió, mostró su sorpresa,
"no te tenia en mi lista hasta dentro de muchos años, pero el miedo vino hacia mi, tu solo te anticipaste"

Y sentí que yo tambien habia tenido miedo, miedo a no sentir, miedo a no aprender a lanzarme a vivir sin pensar si hay red o no.

Y cuando me despedí de mi entrañable viejo, llené mi mochila con una enseñanza mas. Me puse mi ipod, disfruté del calor ya del mediodía y bajé por la calle Huertas hasta Atocha, mientras dentro de mi conducía una excavadora que se llevase mis miedos bien lejos.

miércoles, abril 23, 2008

La casita de sus sueños

Hoy, os dejo una aportacion, la de un amigo, un hermano, un compañero, que ha estado a mi lado en mi camino oscuro. Un hermoso cuento... ojala amigo, que la vida te vista de suerte, y te vaya bonito, tanto como te lo mereces.

disfrutadlo

La casita de sus sueños

Había una vez un chico que vivía en una casita..sólo estaba él..y en su casita había varias habitaciones..cada una decorada e iluminada de una forma diferente..pero el muchacho acababa de llegar a ahí y a pesar de que le había costado muchísimo tiempo encontrar la casa de sus sueños, algo le hacía sentirse triste...el lugar de donde el venía era mucho más simple..tanto..que sintió que ya no le gustaba, se aburría.. Todo era siempre igual..aunque sólo conocía aquella casa y le tenía cierto aprecio, un día..tuvo que dejarla..en la que pensó que quizás..pintándola un poco.., arreglándola a su gusto, cambiaría algo..e incluso podría llegar a vivir siempre allí y cumplir sus sueños.. Pero la casa empezó a derrumbarse.. Y al muchacho le pareció que aquello ya no tenía remedio..así que.. Tuvo que guardar todos sus sueños en una cajita y empezar a alejarse.. Antes de que la casa se hundiera del todo y estuviera él dentro.. Cogió su cajita y empezó a caminar....

...en su camino no sabía bien a donde llegaría.. Pero no le importaba demasiado.. Tenía muy claro que quería encontrar un lugar donde vivir..donde pudiera abrir su cajita de sueños y decorar su nuevo hogar con ellos..un lugar del que no desear irse ya nunca más.. Y que, aunque surgieran grietas o pequeños defectos, siempre tendría la ilusión de ponerse manos a la obra y repararlos..camino durante mucho tiempo..meses..años..en el camino vio casitas..algunas realmente llamativas por fuera..pero al entrar..o simplemente mirar a través de las ventanas..no le gustaba nada lo que había dentro..algunas incluso..tenían cortinas o ventanas de madera y era imposible ver nada dentro.. Otras tenían un jardín muy bonito por fuera..o estaban decoradas con dibujos de vivos colores..demasiado llamativas..no es ese el tipo de casa que buscaba..y tampoco quería perder el tiempo en pintarla a su gusto..no quería cambiar nada..ni por fuera, ni por dentro..sólo deseaba encontrar un lugar para abrir su cajita y poner cada sueño en el lugar adecuado..

Tanto llegó a caminar..a buscar sin encontrar nada..que pensó con desesperación que lo mejor que podía hacer era Buscar un lugar alejado..de cualquier camino..lo más lejos posible..abrir un agujero en la tierra..y enterrar su cajita de sueños.. Volver al camino y en la primera casa que encontrara vacía..allí se quedaría a vivir..ya no le quedaban muchas fuerzas para caminar..y la ilusión iba desapareciendo..."quizás pida demasiado..." pensó..."quizás no exista lugar para dejar tantos sueños..o quizás yo no me merezca un lugar tan especial donde vivir...o simplemente..no exista"..ya cansado decidió dejarse llevar por sus propios pasos..olvidó su cajita de sueños..que llevaba cuidadosamente guardada a su espalda. Un día, ayudado a arreglar una casa, vio a lo lejos algo que brillaba, un brillo extraño, distinto, hermoso, reflejos, de mil colores..y..según se fue acercando..pudo ver que aquellos reflejos eran las ventanas de la casa más hermosa que había visto nunca. sencilla, pero preciosa..con su chimenea..el calor que se podía ver claramente a través de sus preciosas ventanas..sin cortinas..sin maderas..dentro..había luz..y se enamoró al instante de aquella casita sólo con mirar a través de sus ventanas..limpias, transparentes..

Lo que vio dentro le pareció maravilloso..había luz..una habitación con lumbre..pensó en aquel fuego que vio..tan cálido..y a la vez tan sugerente..en otra estancia pudo ver un mapa del mundo..fotos de viajes y aventuras..de montañas nevadas y naturaleza..no podía creer lo que estaba viendo..aquello esa simplemente perfecto.. también había otra habitación llena de juguetes! Cientos de ellos..y quiso entrar corriendo allí..le recordaba tanto al niño que llevaba dentro..en otra vio una biblioteca enorme con una pizarra..allí podría aprender mil cosas seguro! y saciar su curiosidad..y..apretando un poquito más la nariz contra el cristal..casi en lo más profundo de la casita..pudo ver..otra estancia con un caballete con un lienzo preparado..y un piano hermosísimo..

Todo aquello le pareció realmente emocionante..un sueño..quería entrar allí y disfrutar de aquellas cosas que había visto a través de las ventanas. No le costó mucho entrar allí..la puerta estaba abierta,y en una mesita al entrar había una cajita, como la suya..y una nota..dentro de la cajita encontró un llavero del que colgaban varias llaves cada una de una forma y color distintos.. Entro en aquella preciosa casita emocionado, lleno de ilusión..no podía creer la suerte que tenía..cuando ya pensaba que nunca encontraría un lugar como aquel.. Fueron pasando los días y el muchacho iba descubriendo cada día algo nuevo, fascinante, estimulante..divertido..dentro de aquellas habitaciones..le encantaba estar allí..realmente se sentía muy a gusto y cuando tenía que dejar la casa la echaba tanto de menos.. Y así..día a día, fue descubriendo un nuevo rincón, otro pequeño detalle de aquella casita. Y decidió que ya era momento de abrir su caja llena de sueños y comenzó a dejarlos cuidadosamente en cada habitación, eligiendo bien el lugar..

Cada habitación era apropiada para un sueño en concreto..parecían hechas y decoradas para ellos... Pero en su tarea de repartir sus sueños... Sucedió algo...

Llegó delante de una puerta y empezó a probar cada llave..una por una..pero ninguna abría aquella puerta..y así sucedió con otras..y el chico se sintió muy triste..quedaban sueños por dejar en aquella casa..pero ninguna llave abría..y no supo qué hacer..

Y siguen pasando los días..y el chico no se rinde..porque siente que es allí donde quiere quedarse..lo que siempre buscó..volvió a la caja donde encontró las llaves y la notita que olvidó leer..la abrió y en ella pudo leer..

"en esta cajita encontrarás las llaves de habitaciones que te servirán para conocerme mejor..cada día descubrirás algo nuevo.. Pero también encontrarás puertas donde no podrás entrar.. Al menos no por ahora.. Depende de cómo me cuides, de tu respeto y amor por cada detalle que hay aquí dentro..te entregaré pasado un tiempo las llaves de esas habitaciones cerradas por ahora.." y así pasan los días.. Y
Nunca se rindió..nunca cambió nada de aquella casita..y aunque no estaba seguro de conseguirlo o de sí algún día tendría que dejar la casa de sus sueños lucho..poco a poco..cuidando, respetando y amando aquella casita, fue consiguiendo las llaves que le faltaban..y, todavía hoy, sigue viviendo allí..descubriendo cosas nuevas cada día..ganándose una nueva llave..para dejar sus sueños..

jueves, abril 17, 2008

El último baile

Vacio el tarro donde guardo las palabras e intento coger algunas para formar algo que escribir esta madrugada de jueves.

Y voy separando palabras: sonrisa, sol, caminos, sueños, lagrima, playa, mares, azul, niños, amor, y juego con ellas como si fuera un tetris pero el único juego que me sale es "pasa palabra" y no consigo engarzar nada con ellas...

pero suena en mi ipod James Cullin un ragtime... y las palabras sobre mi mesa se deslizan y van formando una historia....


Alli estaba, una noche mas, en aquella sala de fiestas, mientras un ragtime suena, y varias parejas se deslizan por la pista. Ella aparta un poco la lamparita de la pequeña mesa circular, el camarero disfrazado de pingüino le trae otro blood&mary.
Aspira profundamente el humo de su cigarrillo, mientras su falda, liviana, cae sobre la silla, cruza las piernas y ve sus pequeño botines rematados en un vertigo de tacón de aguja.

Me dejo llevar por la música, afuera en el calle solo existe el ronroneo de unos pocos vehiculos circulando, pero ella no oye que lejos a unos miles de kilometros el sonido, es otro muy diferente a ese ragtime que ella escucha.

De lejos parecería un festival de fuegos artificiales, pero acercate conmigo, déjame que te lleve alli donde podamos verlos mejor.

El sonido ya es atronador y abajo en la trinchera los fuegos no son ya de aritifio sino totalmente reales, algunos cuerpos estan esparcidos entre el barro, un chico joven de unos 19 años tirita de frio, o sera de miedo, en su mano un papel, y en el papel la tinta corrida llevaba grapadas las lagrimas de sus padres.
Es el invierno del 44, pero vayamos mas allá, corramos unos cientos de kilometros más, en las calles solo se oye un grito Agtun , Agtun, y el quejumbroso grito de una sirena... del cielo caen copos metálicos con un silbido, van a besar edificios y aceras, abrazandolas despues con sus lenguas de fuego. Un niño levanta la mano. Papa papa mira alli arriba. No mires hijo no mires.


Pero ella no sabe de eso, siente el frio del vaso en su mano y mira los uniformes, limpios relucientes.
Y siente el deseo correr por sus venas.

Me acerco a ella, me permites un baile? le pido y ella tras su carmín excesivamente rojo, (no ha visto ese rojo que tiñe el barro a muchos miles de kilometros de allí), sonrie y me tiende la mano, un brazo de piel inmaculadamente blanco, blanco, como la nieve.

Y nos deslizamos sobre el marmol pulido, ella miraba mis zapatos negros de charol, desde lejos alguien murmuraba "parecen ginger roger y fred asteire".

Círculos sobre un campo de ajedrez.
Besos rojos con sabor a carmín y blodd&mary.

Miro sus ojos, marrones y brillan, detrás de ellos hay un pensamiento, un miedo que aflora y que se desprende hasta sus labios.

Amame esta noche, lo deseo, pero antes has de saber que aquel que me amó, no tardó en morir, quizas por que mis amantes todos fueron soldados, quizas por que mi amor está impregnado de muerte.

Ella sintió mi aliento frio y mis labios cerca susurrandole, - a mi no me pasará no te preocupes por mi, te amaré esta noche, como nadie antes te han amado.

Atrás se queda la sala, y su último ragtime, peonzas de cuatro piernas ruedan por ese campo de ajedrez, en la mesa una lamparita y un blood&mary.

Aquella noche ella sintió que la estaban amando como nunca antes nadie lo habia hecho, el tomo su cuerpo, blanco como la nieve, beso sus pechos, lomas casi transparentes coronadas por dos cerezas rojas, y luego se hundio dentro de ella.

Al amanecer ella teme la pregunta, pero la hace.

Te iras, ¿verdad?. Ya no volveré a verte y simplemente en alguna campiña cerca de Alemania, alguien te quite la chapa y la mande a casa de tus padres, quizas a tu novia.

La miré con toda la dulzura con la que yo, puedo mirar.

Te dije que volveré, no moriré ni en esa campiña ni en ningún campo, la semana que viene volverás a verme y entonces serás tú quien venga conmigo.

Y me fuí.

Ella supo que le había dicho la verdad, que a la semana siguiente me volveria a ver, pero ese pensamiento iba cargado de un frio helado.

Tan frio como el que hacía afuera a miles de kilometros donde el unico calor era la metralla y las esquirlas de la locura humana.

Esa semana la vivió apurando cada momento, cada segundo.

Hasta que volví, y bailamos un nuevo ragtime, hasta que me beso con su boca que sabia a carmín y blood&mary, hasta que volví a tomar su cuerpo blanco, casi transparente.

Y en el amanecer ella pronuncio mi nombre.

- No me me dijiste la otra vez como te llamabas, pero yo sé que tu nombre es Muerte, y que esta vez no vas a por ellos, has venido a recogerme.

Sólo pude mirarla y asentir. Después tome su alma, blanca como la nieve y salí.
A miles de kilometros en otras trincheras me estaban esperando.

lunes, abril 07, 2008

El chico que coleccionaba nubes de verano

Se habia ido.
Un día, sin más.
Tenías los ojos abiertos y allí estaba.
Los cerraste.
Los abriste y ya no estuvo más.

Desde aquel día, el niño vagaba por la playa, con la tristeza metida en su cubo, y con el mar derramandose de sus ojos.

Se sentó en la arena y miró la mar, ese día había amanecido tranquilo como él decia, la mar parecia un plato de sopa en el que aún nadie habia metido la cuchara, pero aquella mar era de un azul intenso, tan azul que a veces parecia convertirse en un verde esmeralda.

Se tumbó y miró al cielo, alla arriba algún albatros planeaba como solo saben hacerlo los albatros, jugando con las corrientes calidas del aire, ascendiendo para luego bajar en picado.

Y unas nubes jugaban a ir tras el sol para taparlo.

En ese momento supiste lo que ibas a hacer, quizas de esa manera también pudieras acabar con el contenido del cubo.

Y fué asi, como el niño cada amanecer bajaba a la playa con unos cuantos frascos de cristal y una red a la que habia cosido una bolsa para que nada se le escapara.
Corría por la playa dando saltos y al tercero o al cuarto cerraba la red con su mano y depositaba el contenido en uno de los frascos. Y alli ponia un cartelito: frasco #1 Nubes de verano. Fué llenando todos los frascos que habia bajado los metió en una bolsa y cuando se iba, el cielo estaba despejado completamente, el sol sonreia.

A partir de aquel día, los que le veian empezaron a llamarle el niño que coleccionaba nubes de verano, y él era feliz haciendolo, tenia una habitacion llena de frascos y todos numerados, en su mente estaba envolverlos cada uno con un lazo y cuando la chica volviese regalarselos uno a uno, habia pensado en comprar un tinte liquido y asi pintar las nubes... unas de rosa, otras de violeta, otras de malva...

En el pueblo estaban encantados por que aquellos dias sin nubes con el sol radiante, atraian a mas y mas gente y asi el alcalde le llamó y le encargó que todas las mañanas fuera ese su trabajo el alcalde lo llamaba limpiar el cielo de nubes, tú sin embargo preferias que te dijeran "el niño que coleccionaba nubes de verano"

Un mañana que estabas alli con tu red saltando y metiendo las nubes en los frascos numerados, viste a una niña hermosa, de grandes ojos marrones y pelo negro como la noche llorar desconsoladamente.

Te acercaste a ella y te sentaste a su lado.

- ¿Por que lloras, hace un dia hermoso ves? el sol está radiante y no hay ninguna nube.
- Lloro por que todos los días son iguales, yo quiero algun dia con nubes, me encantan las tormentas esas nubes grises y oscuras y ver como llueve sobre el mar, y correr en la arena mientras la lluvia me empapa.

Tú te quedaste mirandola, cuando ibas a decirle que eras el niño que coleccionaba nubes de verano, que tenias una habitación llena de frascos, frascos numerados, con unos botes de tinte a un lado con unos lacitos para envolver y con un deseo secreto, el de entregarselos cuando volviera.

- No llores más, mañana tendrás tus nubes, y tu tormenta, y lloverá y podras correr sobre la arena mientras la lluvia te empapa.

La niña te miro sorprendida.

- ¿No me mientes?
- No, palabra de honor.

La niña te dió un pequeño beso, te sonrió y se fué.

Pasate toda la noche bajando frascos, colocandolos por su numero y ya cuando amanecía aparecio la niña.

- ¿que son todos esos frascos?
- Son nubes de verano, coleccionaba las nubes, para luego pintarlas ponerles un lazo y regalarlas.
- Me tomas el pelo, las nubes no se pueden coleccionar...
- Tu ayudame a destapar los tarros.

Y así uno a uno fuisteis abriendolos y las nubes volaron formando cúmulos. pegandose una a otra hasta que fueron tantas que taparon el sol y se apretaban tant,o tanto que se enfadaron las unas con las otras y asi empezó la tormenta, unas chillaban y se oian los truenos, otras se golpeaban y caian rayos en el mar, otras lloraban empezando a llover.

La niña reira y reia mientras corria por la playa empapandose de lluvia.
Y tu sentado entre tus tarros te sentias feliz.

Ese verano la niña y tú recogistes un montón de nubes de verano, y las metias en tus frascos, frascos que numerabas, y luego cuando tenias suficientes los abriais para provocar otra tormenta.

Y la niña sonreia y corria por la playa y tu te quedabas sentado en la arena mirandola.

Así pasó el verano, y ella tambien se fué, con la promesa de volver al verano siguiente.

Ahora ella cada semana recibe una cajita en su casa, una cajita con una caracola, y un papelito.
"no te olvides, te espero el proximo verano para coleccionar más nubes".

Mientras ella lo lee, lejos de alli, estas tú en la playa buscando caracolas, con un lazo en la mano y una cajita en la otra.