Tengo

 Sigues viva, dentro de mi, en ese rincon que una vez convertiste en tu hogar, y del que ya no te vas, creo que nunca lo harás, por mucho que me duela por mucho que me guste. 

Es raro, pero te echo de menos, más de lo que quisiera, menos de lo que hubiera sospechado nunca. Se esconden tras una cortina los malos recuerdos y todo el dolor se pierde bajo el sofá. 

Y en las paredes se cuelgan tu sonrisa y tu voz

Tengo una cajita de cristal donde guardo los recuerdos y un cajón con tu sonrisa envuelta en lazo rojo, tengo una herida en el corazón que a veces acaricio, y un sueño que un día soñé 

Tengo un vacío sin llenar y tengo lo mas hermoso vivido. 

Tengo unas letras encendidas que al llegar la noche apago.

Tengo un sueño vestido de expectativas que se desnuda por la noche y en su piel lleva tatuada la palabra "realidad"

Tengo bajo la cama mis propios monstruos de te quieros olvidados, y en sus manos tienen un corazón que se convirtió en piedra y una vez fue mío.

Tengo letras cosidas que forman historias, historias que solo nacen y crecen en el mundo de los sueños y con las luces del alba desaparecen como lo hace un vampiro con la luz del sol.

Tengo un barquito de papel con los correos que no llegué a mandarte, y le veo surcar mares donde una vez pensé navegar junto a ti, y se va... Y no vuelve.

Tengo una soledad cosida a la piel que tú cortaste y la dejaste olvidada encima de la cama.

Tengo unas lágrimas guardadas en un rincón del alma que a veces salen a la superficie y llevan tu nombre escrito y bajan por mi mejilla hasta la comisura de mis labios donde las beso... Donde vuelvo a besarte.

Tengo un papel donde una vez escribiste con jugo de limón un te quiero y por las noches a la luz de una vela las letras aparecen y son reales

Tengo un baúl lleno de fracasos y todos llevan mi nombre.

Tengo un rincón donde conviven mis miedos con la esperanza y juegan a los dados y muchas, muchas veces ganan los miedos.

Tengo una pasión encendida prendida de deseo metida en un sobre al que le falta escribir el destinatario.

Y tengo una colección de correos y WhatsApp que te envié y nunca contestaste.

Y tengo una banda sonora que alguien escuchará para cuando ya no esté.

Tengo te quieros en la comisura de mis labios deseando salir y gritarlos

Tengo mil historias que acabaron mal y una historia por empezar (cuando empieze) con final feliz

Tengo un miedo atroz, insondable y profundo que solo el ron lo apaga y que algún día, algún día te contaré