miércoles, mayo 15, 2024

Tenía que haberte...

Tenía que haberte dejado ir.

Pero con tu ojos y tus palabras, aquellas que fuiste tejiendo poco a poco, me fuiste enredando, como lo hace la tela de una araña.
Y fue un guiño, y una mirada furtiva, una sonrisa y unas manos dibujando días para guardar en nuestra frasca de recuerdos.

Tenía que haberte dejado ir.
Pero encontraste la llave donde habitaba el niño que un día fui, y lo dejaste correr, y me creí todos esos sueños que sin palabras me susurraba tu piel.
Y fue una noche, y un baile en un parque, y un beso que lanzaste sin sobre ni remitente, por que nunca llegó.
Tenía que haberte dejado ir.
Pero me robaste el corazón, como si fuera un regalo de reyes bajo el árbol de Navidad, y ahora que me lo devuelves, ya no me pertenece, ya no encaja en su sitio. 
Y ya no tengo hilo suficiente para coser todas las costuras que le hiciste.
Tenía que haberte dejado ir...  pero nunca quise que te fueras.

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