Llegaste como lo hizo el color a las televisiones en blanco y negro
llegaste como lo hizo Neil Amstrong a la luna
Y fuiste un vendaval que te llevaste todo lo viejo y añejo que quedaba en aquella casa,
fuiste las llamas que quemaron los rastrojos y las hierbas que trepaban por las paredes de aquel mi viejo corazón
Y yo te dije: "entra, no tengas prisa, es tu tiempo" y tu no dijiste nada, solo sonreíste mientras te escondías en cada rincón a jugar con tu mirada a mirarme mientras creías que yo no te veía.
Y sentí que el agujero se llenaba y rebosaba, seguimos vivos por un tiempo, con giros inesperados, con tus silencios que explotaban en fotos de color.
Fue épico, pero fue momentáneo, fue necesario tanto como innecesario aquel momento, y reviso mi lista de recuerdos buscando el instante en el que incendiaste aquel lugar que habías creado.
Se llenó de humo, que ocultó el camino por el que llegaste, y te grite "cariño, ¿Dónde estas?" pero solo puede ver entre las llamas que tú habías provocado un cementerio de palabras, mientras nuestras fotos se consumían.
Lo que en algún momento pensé y quizás tu también pensaste, se quedo en un instante que bailó sobre tus labios como un fantasma.
Y en aquel viaje de noche, mientras la radio sonaba y las luces de la ciudad brillaban en tus ojos, solo hubo una despedida, ¿fue algo verdad?
Fue épico, pero fue momentáneo, fue necesario tanto como innecesario aquel momento, y reviso mi lista de recuerdos buscando el instante en el que incendiaste aquel lugar que habías creado.
Llegaste como lo hizo el color a las televisiones en blanco y negro
llegaste como lo hizo Neil Amstrong a la luna
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