miércoles, julio 20, 2005

el hada del lago

Aquel bosque era frondoso, verde, sus árboles cubrían todo el paraje, lo hacían hermoso. Después de haber recorrido diferentes lugares, ese bosque era mi hogar, me hacía sentir bien, pero no podía hacerme olvidar el mar. Aquellas noches en las que el mar se funde con el universo, cuando sólo deseas perderte entre los puntos de los barcos que se ven en el horizonte negro, allá donde la soledad de la noche recorre cada alma, cada madero, cada corazón.
Allí perdido en la oscuridad del bosque, sólo me unía con mi pasado, la soledad que vivía cerca del mar.
Vagaba en aquel bosque, echando de menos las estrellas y la mar, acompañantes silenciosas, mudas, pero fieles.
Fue a la vuelta de un recodo, cuando apareció un pequeño lago. Me acerqué absorto por aquella imagen, la noche iluminada por la luna lo hacía aún más bello, y cuando me senté al borde del lago pude ver su imagen reflejada en el agua. Dulce, pura, y sonriente, sus pequeños ojos se clavaron en mi, y sentí una paz inmensa. Rocé el agua con mis manos intentado atrapar esa imagen, pero con las ondas su rostro desapareció.
Entonces una voz, el duende del bosque, me habló:

- Has visto al hada del lago, difícil es verla, sólo aquellos destinados a vagar pueden ver su hermosura. Más es un arma de doble filo, por que de igual manera que podrás ver su belleza cada vez que te acerques al lago, y sentir lo que nunca los mortales son capaces de sentir, no podrás ser suyo ni ella tuya, es el pago por llegar a verla. Ahora en ti está la decisión, seguir tu camino o quedarte en el lago.


Pasé días pensando, y al final tomé una decisión, me lancé al lago nadé hasta lo más profundo y.......




y fui feliz.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Maravillo lago y maravilloso verano...