Hay una dama que me sigue, que me corteja, que intenta seducirme.
Es una mujer que conozco de hace tiempo.
Que en noches solitarias he mantenido conversaciones con ella.
Que sabe que no la he olvidado, ni la olvido.
Hace mucho tiempo que está ahí, a veces, desaparece y no se de ella.
Pero no tarda mucho en volver y llamarme.
Está detrás de mi, y yo, a veces, me dejo querer.
He sentido su piel fría como el mármol, y su voz susurrarme al oído "ven conmigo".
Me tienta, y me dejo tentar, cuando el camino se acaba y no hay más vereda que cruzar
la veo que me saluda a lo lejos y me llama, ¿por que no ir por que no dejarme abrazar por ella?
Le gusta vestir de negro, no suele sonreír mucho, pero yo la he visto lanzarme alguna sonrisa.
Su mirada... su mirada es... misteriosa como si ocultara un mundo tras ella.
Me promete que haga lo que haga, y tarde lo que tarde, siempre me esperará, pero yo sé que quiere
que vaya pronto, que no me demore, que yazca junto a ella en su lecho, promesas, solo promesas.
Me resisto.
Me resisto.
Pero dentro de mi hay algo que sabe que un día me convencerá e iré tras ella sin volver la vista atrás.
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