lunes, abril 09, 2012

La decisión

Los rayos del sol se desnudaban entre las hojas de los árboles.
La primavera me  abraza mientras estoy sentado en el banco de mi parque.
Con una mano sujeto un libro, con la otra acaricio su nuca.
Ella se gira.
Me mira y sonríe. Hay paz en su mirada.

Sonrio, y una luz blanca, brillante lo inunda todo...todo se desvanece.

En la habitación un pitido estridente suena sin parar.
La enfermera esconde la jeringuilla, y se enjuga las lágrimas, mientras se aleja de la cama.
-"He cumplido su último deseo".

Médicos y enfermeros llegan corriendo y rodean la cama.
Nada se puede hacer.

Cuando salen de la habitación, la enfermera oye a su paso:

- "¿Has visto su sonrisa? Ha muerto feliz,  es lo mejor que le podía pasar, su agonía era insoportable."

Ella esboza una pequeña sonrisa.

viernes, marzo 30, 2012

La Mano



Aquel domingo paseaba por el Retiro aprovechando la bondad de esos días de primavera que son una invitación a echarse a la calle y disfrutar de la ciudad.
Caminaba con unas amigas, en dirección al estanque. Gente disfrazada de Mickey y Bob Esponja, lo odio, daba globos a los niños mientras los padres  no sabían
si sonreír al niño o echarse al cuello del disfrazado que pese a las negativas había dejado el globo en la mano del pequeño.
Es un microcosmos, donde puedes encontrarte negros que extienden sus mantas para vender bolsos, gafas y cinturones, hasta aquellos en diez minutos te
dibujan una caricatura.

Cuando nos acercamos se me echa encima una gitana.

- "Ay niña, dejame tu mano que te digo la bienaventura"

Yo intento acelerar mi paso, pero ella sabiendo mi reacción, presta coge mi mano y extiende la palma delante de sus ojos.
Abre la boca y balbucea, yo espero que me suelte la consabida retahíla, pero sin más suelta mi mano y se da la vuelta.

- "Oiga, oiga, ¿que le pasa" - le grito.

Ella se da la vuelta y sin querer acercase, escupe al suelo y me dice:

- "Mal fario, mal fario".

Mis amigas le gritan de todo,  y yo me quedo mirando mi mano, como si tuviera la culpa de algo. Nunca he creído en estas gitanas que te leen el destino y te dan 
un ramillete de romero, pero su cara llena de pavor, me asustó.
Intenté tranquilizarme, sólo son tontas supersticiones, pero no podía olvidar su gesto, y como quiera que a veces el destino juega con uno, un chico repartiendo
propaganda le da uno a mi amiga, ella lo lee  y cuando lo va a romper, le digo.

- "A ver déjame ver, que prisas, por romperlo "
- "Es que no es nada mas que propaganda"

Se lo quito de la mano,y lo abro.

Feria Esotérica y Alternativa en la estación de Atocha.

- "Vamos, seguro que hay cosas interesantes"

Tuve que arrastrar a mis amigas, por que como yo, ellas sabían que lo que quería era comprobar lo que había dicho la gitana.

Entramos en el reciento, y me acerqué a un stand donde una vieja con cara agradable echaba las cartas y leía la mano.
Olía a incienso, la señora me sonrió, señalo el cartel donde indicaba que el precio de la lectura de manos era de 10 euros, 
y después de dejárselo sobre la mesa, extendió sus manos a la espera de que yo pusiera la mía sobre ella.

Me acarició despacio  con la punta de los dedos las líneas de mi mano, y su cara empezó a cambiar, como si hubiera recorrido con sus dedos un
camino no esperado.

- "Toma coge tus 10 euros, no veo nada, y no voy a cobrarte"
- "Sé que me está mintiendo,  no es cierto, lo he visto en su cara, dígame que ve, no me importa que sea malo, pero no puedo irme sin saberlo..." - le digo casi gimiendo.
- "Está bien, si es así como lo quieres..., veo sangre y cristales, veo muerte, pero la muerte es en el pasado, hace años, es como si esta mano estuviera muerta, a pesar
de que por ella corra la sangre, tu mano está muerta y la línea de la vida se paró hace años, intento ver lo que pasó pero a mi me llegan gritos, cristales, sangre, alguien que ha muerto, el dueño de esta mano"
- "Usted está loca, es mi mano, y no estoy muerta... ¡¡NO ESTOY MUERTA!!"
- " Lo sé niña, pero me pediste que te dijera lo que veo, y eso es lo que ví, un accidente en el pasado cuando tú debías ser casi un bebe, cuando esa mano murió."

Salí de allí corriendo, sin poder contener mis lágrimas.
Volví a casa, las palabras de la anciana no dejaban de resonar en mi cabeza, ¿tendría razón? ¿sería verdad que algo pasó?
En ese instante como si alguien encendiera una luz en una habitación a oscuras, recordé el cajón de la cómoda de mis padres ese que siempre está cerrado con llave.
Algo me empujó a ir a su habitación y a abrirlo, como si supiera que allí encontraría las respuestas.

Con el abrecartas de mi padre, forcé la cerradura del cajón.
Hay un viejo libro de fotografías.
Abro despacio el libro, hay fotos de mis padres cuando eran jóvenes, me incorporo para sentarme al borde de la cama y del libro caen unos recortes  de prensa, en ese momento no les presté atención absorta con las fotos.
Fuí pasando las páginas, mis padres de novios, la boda, el embarazo, y de pronto...
En brazos de mi padre dos bebes, gemelos,  hay mas fotos, los dos bebes con mi madre, uno en cada brazo de ellos, fotos en casa y luego páginas vacías, no hay mas fotos.
Cojo los recortes de prensa del suelo y el corazón se me para.
Hablan de un accidente de coche, uno de los bebes que iba en el coche ha muerto el otro tiene seccionada la mano, y hablan del primer trasplante que se realiza en el país, y que tras 14 horas de operación  han injertado la mano de su hermano muerto...

De pronto la puerta se abre, mis padres me miran, yo les miro, y cuando les veo llorar sólo puedo secar sus lágrimas con mi mano, "su" mano.


lunes, marzo 26, 2012

El metro

Estaba de pie, en aquella estación de metro.
El cartel luminoso anunciaba la llegada del tren en 4 minutos.
Acaricié, una vez mas las fotos que llevaba en el bolsillo de mi chaqueta, y recordé como un día todo se vino abajo.
El ERE en la empresa, el despido, y el irme aislando poco a poco.
No sentía rencor ni pena, había amado y me habían querido, de alguna manera sabía que todo estaba bien, y que, por fin todo estaba en paz.
Miré al andén, la gente se arremolinaba, quedaba un minuto para la llegada del tren, a mi lado un señor movía las manos nervioso, sudaba.

Vi la luz llegar por el túnel. y cerré los ojos, di un paso adelante...
Mientras caía noté un golpe de un bulto en mi costado, oía el eco sordo de unos gritos, cuando impacte contra el raíl, abrí los ojos. A mi lado había
una cara mirándome, el hombre sudoroso se había tirado también, de la frente le manaba sangre como si de una fuente tratara.
El fuerte pitido de la maquina del tren me hizo reaccionar, aunque aún hoy no sé como pasó, me vi tirando de su chaqueta, arrastrándole hasta que en el
último instante logramos saltar al otro lado de las vías.

Lo que vino después fue un aluvión de equívocos, de los que no dije nada, y de una extraña manera pasé a ser un héroe, el tipo que saltó a salvar a aquel señor que desesperado intentó suicidarse.

Un noche en el hospital, pasé a verle, cuando abrió los ojos, le conté la verdad. No había saltado para salvarlo, sino para salvarme a mi mismo de mi vida.
Por unos segundos me miró sorprendido, después rompimos a reír a carcajadas hasta que pasó la enfermera y nos dijo: "están ustedes locos, locos de verdad".

viernes, marzo 02, 2012

Te dije



Tu pelo largo, sedoso y rizado. Esos ojos dicharacheros llenos de vida, y tu boca, insinuante, pecaminosa.
A pesar de todo, a pesar de mi, me habías cautivado.

Te dije que no quería que te enamoraras de mi, te dije que apenas me conocías, te dije que había cosas de mi que era mejor que no conocieras.
Pero..
Me dijiste que te hacía sentir cosas que tenías olvidadas, me dijiste que habría tiempo para conocernos, me dijiste que mi pasado era pasado
que no te importaba lo que hubiera hecho.

Y no me hiciste caso.

Te dije que me olvidaras, que estarías mejor sin mi, te dije que continuaras con tu vida, que no podrías vivir en la mía.
Pero...
Me dijiste que ya era posible pensar en vivir sin mi, que mi vida sería la tuya, y que estarías dispuesta a todo para no dejarme ir.

Ahora me llevas de tu mano a tu casa, yo he intentado resistirme, pero el fuego de mi interior no me deja, me besas mientras me desnudas
intento contenerme mientras te desnudo, y cuando inclinas tu cabeza ofreciendote....

Te dije que no podías confiar en mi, te dije que guardaba un secreto.
Pero...
no me creiste, hasta que ahora muerdo tu cuello y siento correr tu sangre caliente entre mis colmillos.

No te dije que un día podrías ser como yo... para toda la eternidad.

lunes, febrero 27, 2012

Cajas de cartón




Voy apilando las cajas de cartón como si fueran un rompeolas...

No hace mucho donde ahora coloco estas cajas, cruzaba las puertas y me sonreían tratándome de usted.
Pero todo vino rodado, primero fueron los recortes en la empresa, luego en casa la tensión en aumento, la humillación
de ir dejando todo atrás, de ir vendiendo y pidiendo, hasta que nos pudo y tuvo el valor para marcharse.

Todo fue convirtiéndose en un desfile, un camino sin regreso, familia, amigos y conocidos.
Y de la noche a la mañana ya no sabes quien eres, cual es tu vida.

Ahora en este hueco de la sucursal del banco en la que antes me abrían la puerta y que con mi dinero se repartían bonos y beneficios,
apilo las cajas de cartón, una bolsa con pan y un brick de leche que me han dado por compasión.
despliego la manta y suspiro...

Sobre el cielo suspendidas las estrellas... me miran, sólo ellas.

martes, febrero 21, 2012

Dos minutos veinte segundos


Sólo dos minutos veinte segundos.

¿Mucho o poco? quien puderia saberlo.

Dos minutos veinte segundos que separan de la gloria o del infierno.
Sólo un problema, como rellenar esos dos minutos veinte segundos, si con la primera frase da pie a que haya una segunda y ya sólo me queden
dos minutos para no dejarte ir, no dejarte ir .. una vez más.

Tengo que encontrar las palabras adecuadas, para que solo me mires y no digas nada, solo me escuches y no me contestes.
Cuales pueden ser aquellas palabras que te hagan sonreir, que hagan que me mires y no me ignores, que se posen en tus labios y te besen.

Si lo consigo sólo me quedaran  menos de  dos minutos, para seguir a ti lado, esperando que ... esperando que sigas escuchando...

Sólo encontrar en mis palabras la llave que provoque que te quedes, ya solo me queda un minuto para poder ver que mi voz llega a tu puerto
Sólo susurrar sin que te rías de mi, en los 20 segundos que me quedan, las palabras que abran tu mano.

Dos minutos  veinte segundos, ya sólo me quedan 10 segundos, para que deje mi esperanza entre tus dedos. 
Cinco segundos y me quedaré mirándote como te vas, sonriendo...

dos minutos veinte segundos y ahora toda una vida, una vida entera esperándote

lunes, febrero 13, 2012

Nunca más

Estaba sentada en el café, no me había quitado las gafas de sol aunque dentro la luz no me molestaba. 
Simplemente era una manía de hacía tiempo, la forma que tenía de evitar miradas y preguntas.

Cogi la cucharilla, di varias vueltas al café, un cortado con unas gotitas de leche desnatada, y me lo lleve a los labios.
Fue entonces cuando le vi.

Hice fuerzas para que la taza no se me escapara de las manos, recordé el sonido sordo de los golpes,  y como el dolor llegaba en oleadas.
Volví a oir los sollozos, las súplicas, los perdones, los no lo volveré a hacer... hasta la siguiente vez.  

Cuando se giró para pedir al camarero, puede ver que estaba con otra chica. Llevaba unas gafas de sol, como yo solía llevar, temblaba como yo solía temblar, y él le apretaba la mano, como solía hacerme a mi.

Todo ocurrió muy rápido, me puse en pie, me acerqué a la mesa y cuando él levantó la mirada...

No le dió tiempo a decir nada, mi mano se estrelló contra su cara, mientras con la otra agarraba a la chica y la sacaba de allí.

Unas pocas palabras bastaron.
Nunca más volví a aquel café.
Ella nunca más volvió con él.

viernes, enero 20, 2012

La sanadora de pájaros

La sanadora de pájaros



Estaba siendo un invierno muy duro, según los mas viejos del lugar no se recordaba que hiciera tanto frío y lloviera tan crudamente en los últimos treinta años.
La calle con sus adoquines antiguos parecía un espejo tras la intensa lluvia de la noche.
Sobre aquellos adoquines unos botines saltan, izquierda ,derecha, otra vez derecha y ahora izquierda, esquivando los charcos.
En una esquina un pequeño gorrión pía mientras unas manos lo cogen suavemente sus ojos lo miran con dulzura, no muy lejos alguien observa la escena.

La chica saca las llaves de su bolsillo y llega a su casa, en una caja pone algodón y deposita con mucho cuidado al gorrión, saluda a su cotorra mientras coge algo de alpiste.
No es la primera vez que lo hace, desde que encontró aquella cotorra casi muerta en el parque, adopta a todos los pajarillos que encuentra,
alguna vez ha sido una paloma, otras gorriones, incluso hubo una vez que encontró una cría de gavilán que terminó en manos de la sociedad
protectora de animales.

Su sentimiento era nuevo, quizás desde aquella vez que se sintió un pajarillo en manos de aquel chico, al principio la mimó, y ella sintió que  lo que le estaba entregando era amor. Sin embargo con el paso del tiempo comprendió que estaba encerrada en una jaula, una jaula de oro, si pero al fin y al cabo una jaula.

Cuando, por fin, decidió salir de ella, sus alas se quebraron y de alguna manera se olvidó de volar.
Fue cuando encontró a su cotorra, como ella malherida, temblando de frío, y así empezó a cuidar de los pájaros.

Así es como la empezaron a conocer, así es como la llamaban, la sanadora de pájaros.

Una vez curados, cogía su coche y los soltaba lejos de la ciudad, al verlos volar, lloraba, alguna vez le dijeron que no lloraba por los pájaros, sino por que la tristeza que sentía al no poder extender sus alas de nuevo y volar. Ella sabía que era verdad, pero nunca lo reconoció.

Semanas después volvía a su casa con una paloma, esta había chocado contra un coche y tenia una pata rota. Desde el soportal alguien mira, y tras su mirada hay sentimiento y temor.

Quiere acercarse, ver los ojos de la sanadora de pájaros, oír su voz, pero no reúne el valor suficiente para hacerlo, pero tiene una idea.

A la mañana siguiente cuando la chica llega a su portal se encuentra una paloma atada a la puerta, mira a los lados, la toma en sus manos extrañada, y se la lleva a casa.
Cuando la deja en la jaula ve que tiene en su pata una anilla con un papel.
- Vaya una paloma mensajera - se dice.

Abre el papel.
Lee.

Escribe, enrolla el papel, lo mete en la anilla de la paloma, va a la terraza y la suelta.
Es así como aquella mirada se siente mas cerca, es así como ella siente que empieza a volar.

Un día ella regresa pronto con la intención de cazar a quien deja a la paloma en la puerta.
Y allí está él con la paloma en sus manos, asustado al verla llegar, la paloma vuela.

Vuela alto, ya no regresará más.

Pero no hace falta, por que desde aquel momento son ellos los que emprenden un nuevo vuelo...

¿a dónde? ¿quien sabe, quien lo puede saber?

lunes, diciembre 19, 2011

Feliz Navidad

Se metió en su cama solo, una noche más dejó el móvil al lado aún a sabiendas que nadie llamaría, intentó alejar los problemas que le agobiaban, trabajo, relaciones, familia, y cuando el agotamiento le abatió, se quedó dormido.

Una luz blanca, inmensa llenaba la habitación cuando abrió los ojos, su móvil no dejaba de zumbar, 4 llamadas perdidas y 8 mensajes, buscó en su interior y encontró una paz como nunca antes había sentido, una gran sonrisa se dibujó en su cara, cuando miró el calendario había una fecha marcada en rojo era el dÍa de NAVIDAD.

feliz navidad y el deseo que el 2012 sea mucho mejor que este maldito año de crisis se va.


viernes, noviembre 18, 2011

Corazón de cristal




Aquella chica era única.
Aunque nadie lo supiera, aunque si la vieras pasar pensases que no tenía nada de especial.
Y sin embargo era única, por que único era su corazón.
Tenía el corazón de cristal.
Cuando sus padres se enteraron de tal suceso, temieron que aquel corazón fuera tan frágil
que se rompiera, y entre comida y comida le daban cristal.
El corazón se fortaleció tanto que ni una punta de diamante sería capaz de arañarlo.
Sólo pequeñas muescas aparecieron en el cuando la vida le golpeó  como sólo la vida sabe hacerlo.

Un día alguien robó aquel corazón, y ella se dejó.
Se dejó cuando noto el calor de sus caricias en el frío cristal, cuando vio el reflejo en el  de su mirada,
cuando sintió por primera vez como aquel corazón se empañaba de felicidad.

Pero no se dio cuenta de que poco a poco fue resbalando, hasta que se deslizó en el vacío y se estrelló contra el.
El corazón se hizo mil añicos.
Y sólo estaba ella para recoger sus pedazos.

Aquel corazón ya no volvió a ser el mismo, ella  lo pegó como pudo, quedaron huecos allí donde no encontró los trozos,
las aristas que antes era suaves ahora cortaban,  y el reflejo se convirtió en  una amalgama de imágenes inconexas.

Escondió su corazón de las miradas ajenas, y se dedicó a ver la vida pasar.

Una tarde mientras tomaba un té, un chico se sentó a su lado, sacó una pequeña agenda un lápiz y se puso a escribir.
Ella lo veía con curiosidad, cuando sus miradas se encontraron sintió que un dedo rozaba el borde de su corazón de cristal
produciendo un música silenciosa. Pensó que era sólo una ilusión, aunque estaba segura que aquella cara la había visto antes.

Días después volvió a encontrárselo en el bar. Él le sonrió cuando ella se sentó a su lado, ella volvió sentir una caricia en el borde 
de su corazón, un roce que producía música.
Así fue como dejó que aquel chico acariciara los bordes de su corazón produciendo una música que nunca antes había escuchado.

Nunca supo que aquel chico era el mismo que había visto un día en los soportales de una plaza, sentado, acariciando los bordes
de unos vasos de cristal de los cuales se desprendía una bella melodía.

viernes, noviembre 11, 2011

Carta

Querida hermana:
Perdona por escribirte a ti, pero no quería que mamá sufriera más de lo que ya sufre por mi ausencia. Estoy en una trinchera en algún lugar perdido de este país. Aún me pregunto que estoy haciendo aquí y cómo he llegado a esto. Nadie sabe lo que es, hasta que lo vives.
Tengo miedo, no a morir, creo que he asumido que no volveré, no llores por favor, quizás sea mejor así, o quien sabe, pero tengo miedo a que si vuelvo ya no sea el mismo, que mi mirada se convierta en esa que he visto tanto por aquí, una mirada vacía, sin vida, que esto llegue a convertirse en un motivo para seguir vivo, que no sepa vivir sin estar aquí.
Te echo de menos, echo de menos aquellos días donde nos reíamos por cualquier cosa, mientras papá estaba al acecho, regañándonos por todo.
Aquí las sonrisas suelen ser nerviosas, o sonríes al caer el día por que no te ha tocado a ti esa bala, o ese mortero.
Nos intentan asustar con el infierno, pero yo ya estoy en el, intento cerrar los ojos y no ver cuerpos despedazados, niños y mujeres mutilados. Al principio no miraba, ahora se ha convertido en una rutina que me produce náuseas. He visto cosas que no creerías, nosotros que nos llamamos civilizados. He visto matar por placer, jugar a ser Dios y decidir quién debe morir y quien se salva. He visto partidas nocturnas sólo por vengar la muerte de un compañero, sin importar quién o quienes iban a morir. He visto al hombre convertirse en el peor de los depredadores. Y ellos no son diferentes a nosotros, matan y disfrutan con ello, aunque sea gente de su mismo pueblo. Niños envueltos en explosivos, niñas que se acercan a nuestro convoy y bajo su ropa cuelgan granadas.
La razón de la sin razón.
Pienso en cómo podré vivir de nuevo allí después de estar aquí. Creo que se me ha olvidado perdonar.
Y dentro de toda esta inmundicia, como si fuera de un campo lleno de barro, también crecen flores. He visto correr entre la metralla para poder coger a un herido y sacarle del fuego de las metralletas. He visto jugarse la vida por personas que no conoces, y quizás nunca más vuelvas a ver. He visto caer heridos a compañeros por llevar un poco de consuelo a esta gente, sin saber si detrás de ellos pueden encontrar la muerte.
Sí, aquí convive el infierno con el cielo, lo peor de cada uno de nosotros con la mayor de las generosidades.
Suenan los cañones, no muy lejos de aquí arde otra ciudad, y los gritos y el olor a carne quemada te empapa la ropa y los sentidos hasta que los embota.
Ya no soy el mismo, aquel al que llamabas cuando tenías algún problema.
Tengo miedo, miedo a que me mires y no veas dentro de mí al que despediste no hace mucho.
Perdóname por contarte esto, pero necesito decírselo a alguien, necesito que si un día vuelvo, me abraces aunque no sea el mismo.
Y ahora he de irme, salimos de patrulla.
No, no llores, no te preocupes, no quiero morir aquí.
Te quiero, tu hermano

jueves, noviembre 10, 2011

Encargo mortal

Sobre la mesa tenía una carpeta abierta, un dossier, datos y una fotografía de primer plano tamaño din A4.
Tomó la fotografía entre sus manos y sus ojos destilaron un odio atroz, podría haberlo atravesado literalmente
con la mirada.

-"Tienes la horas contadas, ya no me joderás más...".- Escupió cada palabra a la cara de aquella foto.

La puerta se abrió y apareció su mujer, entrada en años, aunque aún conservaba su buena figura y el estilo del que
aquel hombre se enamoró perdidamente.

- "Ya tenemos las fotos de estudio de la familia, te las dejo sobre el escritorio, los invitados están esperándote, deja eso y ven"

Dejó las fotos al lado de la carpeta y salieron de su despacho.
Instantes después entró la sirvienta, con la mala fortuna que cuando limpió el escritorio se le cayeron las fotos y la carpeta.
Con las prisas por no enfadar al señor, metió entre las fotos aquel primer plano tamaño din A4 y en el dossier una de las fotos de estudio.

Aquella tarde, aquel hombre entró en su despacho, cogió a toda prisa el dossier y llamo a uno de sus ayudantes.

- "Entrégaselo a quien ya sabes, este problema debe quedar resuelto cuanto antes".
- "Si jefe"- Contestó.

Un días después, al salir de su casa en dirección a su despacho en la planta 15 del rascacielos de la ciudad, un disparo certero entre los ojos acabó con su vida.

Nadie supo el por qué, sólo su esposa cuando vio las fotos de estudio de la familia se extraño de encontrar entre ellas la una imagen tamaño din A4 de un desconocido.

jueves, noviembre 03, 2011

Electricidad

Hacía días que aquella bombilla se encendía y se apagaba a su antojo.
Bajó a la ferretería y compró una de bajo consumo.
"Mierda, con el bajo consumo, 24 euros me ha costado la maldita bombilla"- pensaba mientras la hacia bailar dando giros sobre el casquillo.

Dio al interruptor,y este tras soltar unas chispas, dejó la casa a oscuras.
- Vaya, esto si que me va a costar más, claro que ti tuviera a un chico a mi lado, no habría problemas, yo soy una tuerce-botas para estas cosas.

Suspira mientras recuerda el cortacircuito que tiene en su corazón,cuando la dejaron fue como un apagón, y ya nadie había logrado volver a iluminarla.
Un pequeña lágrima cruzó su mejilla, con el torso de la mano la borró como si aquel gesto fuera poner en off un interruptor.

Llamó al electricista de urgencias. Al poco rato sonó la puerta.

La sonrisa de aquel chico iluminó la entrada, para ella fue como una descarga eléctrica, como si alguien acaba de encender todas las luces, su
cuerpo vibró y en ese momento se le saltaron los plomos.

Con el tiempo, aquel chico tendió unos cables, subió el voltaje, y a ella nunca más se le apagó el corazón.

lunes, octubre 31, 2011

Halloween

Halloween

Todo era un juego ¿no?. Mierda, en que maldita hora quise hacerlo, pero no debo ponerme nervioso, seguro que esto tiene solución.
Lo extraño es que les vea les oigo pero no logro ponerme en contacto con ellos.
Están corriendo como locos, han llamado a la ambulancia, tranquilos, estoy aquí... ¿no me oís?
Ufsss me estoy agobiando, creía que sólo sería el efecto de lo que me he tomado, maldita la gracia, decían que sería unos instantes,
pero veo que no, mi amiga está llorando... ¿por qué? ¡¡¡Dios!!! dicen que estoy como muerto, ¡¡¡ que noooooo!!! que sigo vivo, sólo
que no puedo moverme ni decir nada... por favor tocarme no veis que aún estoy caliente, dejad pasar unos momentos veréis
que todo vuelve a ser normal.

Es extraño, pero siento la presencia de alguien aquí, ha pasado corriendo detrás mio. A ver... es como una sombra, me está asustando.
Este lugar no es la sala donde estaba.

- "No, no es la sala"
- ¿Quien ha dicho eso? ¿quien está ahí?
- Jajajaja ¿quien? aquí somos muchos, quizás nos vayas conociendo, yo vine a darte la bienvenida.
- La bienvenida, pero si yo no quiero bienvenidas a ningún lado, yo voy a volver con mis amigos, seguro que esto es todo
un efecto de lo que he tomado...
- Jajajaja dí lo que quieras, pero ahora estas en el terreno de los no vivos y los no muertos, venga ven conmigo te enseñare esto.
- Y una mierda, yo contigo no voy a ningún lado.
- Como quieras, mas tarde o mas temprano me buscaras...

Quiero cerrar los ojos, esto no puede estar sucediendo, seguro que se me pasará, voy a mirar a la habitación, si ahí están mis amigos,
me zarandean, pero no logro sentir nada.
Han llegado los del Samur, me están inyectando algo, agggg que asco ese tio haciendome el boca a boca, joder no lo podia hacer la tia que tienes al lado
coño han sacado el desfibrilador, ahora si que la van a liar, me van a dejar frito... Mira como se apartan, 3, 2, 1 fuera... !zas¡ pues nada que no he sentido nada
y sigo aqui, esto se está poniendo feo.

Nooo, no digas eso, párate, mírame, joder amigos haced algo, decidle lo que he tomado seguro que de esa manera puedan saber que me pasa.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO !!!!!!

Hora de la muerte 03.28, 31.11.2011.
No lo escribas, amigosss dejad de llorar, por Dios, haced algo.

Mierda me han tapado y me están moviendo.
Vuelvo a oir su voz, pero esta vez siento que no viene solo, creo ver junto a él unos niños, no juegan no rien, sólo siento que me miran
profundamente.

- No tienes solución, venimos a por ti. te tenemos que llevar.
- dejadme, ¡¡¡dejadmeeee!!!

Los niños me han cogido de los brazos están tirando de mi, ya casi no oigo a mis amigos, se van alejando,

- dejadme, he de volver, sé que me van a regresar.

Veo una niña delante de mi, no sonrie su mirada es... su mirada está muerta, y me señala una camino oscuro donde oigo
ruidos que se acercan.

Si pudiera gritar, si pudiera llorar... esto no puede ser cierto, no puede ser verdad ¡¡¡¡ Diosss haz que despierte de una puta vez.

Siento frío, ya no están los niños, hay un olor extraño, un olor.. huele a medicinas, no , espera es , si eso es formol.
Es una sala fría con esa luz que dan los fluorescentes, igual que lo he visto en las películas, debe ser donde guardan los
cadaveres del hospital, si... ahí hay alguien sentado con el camisón típico, y una señora dando vueltas por la mesa...
creo que están, están muertos... como yo.. pero yo no lo estoy, o si, Dios me voy a volver loco, ellos no me ven pero yo puedo verlos
ahora caminan juntos, parece que los están llamando si, veo.... veo el tunel y se van, ¡¡¡esperadddd!!! no puedo quedarme solo aquí...

Se han ido, pero prefiero estar solo a que vuelvan los niños, me dan miedo, si no estoy vivo pero tampoco estoy muerto donde me llevarían,
prefiero no pensarlo

Y ahora que caigo, mis padres, cuando se enteren que dolor, cuanto lo siento por ellos, que estúpido he sido.

Han vuelto los niños, intento huir pero aparecen detrás y delante de mi, ya que mas da, cogedme llevadme, aunque me muero de miedo.. ¿me muero
de miedo? que ironía, ya estoy muerto o al menos casi...

Me arrastran, esto está oscuro no veo ni siento nada, parece que me han soltado, y caigo al menos tengo la sensación de que estoy cayendo...

- Joder tio que susto nos has dado, de pronto te has desmayado y aquí nos tienes a todos acojonados, y eso que no has llegado a tomar nada.
- ¿Qué? ¿Estoy aquí? .. ¿de verdad?
- Si aquí estas, has debido tener una bajada de tensión mientras preparábamos las cosas para el juego... ya sabes...
- El que no sabe nada eres tú, aquí nadie va a tomar nada de eso, y nadie va a jugar a nada.
- Pero... no seas coñazo, ¿por qué?
- Quieres que te lo cuente ¿de verdad?

Y empecé a contar lo que había vivido, tras el cristal tuve la sensación de que los niños me sonreían.

viernes, octubre 21, 2011

Regalar la vida

Abrió la puerta, la pequeña estaba metida en la cama, esperándola.
- Mami, mami, ¿vienes a leerme un cuento?
Ella anduvo despacio, aun le dolían los puntos de la operación, pero eso no le borraba la sonrisa de la boca.
- Si, ya voy, hoy te contaré un cuento diferente.
- Me da igual, echaba de menos que no vinieras a contarme un cuento antes de dormir.
- Bueno, ya sabes que he estado enferma, y ahí va la historia que te voy a contar.
- Pero que sean de princesas, mami, ya sabes que a a mi son los que me gustan.
- Vale, serán de princesas.

" Érase que se era una princesa, que vivía en un gran castillo, con sus padres, los reyes.
Tenía el pelo negro y unos grandes ojos negros que brillaban en la oscuridad. La gente del reino
quería la princesa, por que era buena y generosa con ellos, y por que siempre sonreía.
Un día, los ojos de la princesa empezaron a perder brillo, ya no sonreía tanto, y enfermó.
Llegaron médicos de lejanos países, sabios de oriente, curanderos de la India, y todos llegaron
a la misma conclusión, la princesa estaba muy enferma y necesitaba una operación para reemplazarle
un órgano de su cuerpo que no funcionaba bien.
Algunos médicos no tuvieron el valor de afrontar la operación por si la princesa moría, además necesitaban
que alguien donase el órgano para poder cambiárselo a la princesa.
En el pueblo corrió la voz de la gravedad de la princesa, y como era tan buena, varias personas se acercaron
al castillo y se ofrecieron voluntarios. Un viejo médico árabe, el más sabio de los sabios, realizó la operación.
Al poco tiempo la princesa sanó, hubo una gran fiesta en el pueblo, a la que acudieron los reyes y príncipes
cercanos.
Uno de ellos quedó prendado de la belleza de la princesa, de sus ojos negros y su linda sonrisa.
Se casaron y fueron muy muy felices. La persona que donó su órgano vivió para siempre colmada de la felicidad
de haber dado la vida a la princesa y de los regalos de los reyes.
Y este cuento se acabó"

- Mami, mami, ¿es eso lo que te ha pasado a ti? ¿te han puesto algo de otra persona para curarte?
- Si hija si, gracias a la generosidad de alguien hoy puedo contarte esta historia, ale, venga a dormir. Mukas dulces sueños, peque.

Cuando entornaba la puerta oyó a su pequeña decir:


- Gracias, a quien sea por haberle dado a mi mami lo que necesitaba para curarse, cuando sea mayor yo también lo haré, para que
ninguna mami esté malita"

PD.: Yo ya soy donante de órganos, ¿a que esperas para serlo tú también?

miércoles, octubre 19, 2011

Cuando entró la arropó en sus brazos, dulcemente depositó un beso en sus labios.
Ella sonrió.
-" Entra, debes estar muy cansada, deja ahí los libros"
Lentamente la desnuda.
- Te he preparado un baño con agua caliente y espuma, mientras voy a hacer la cena y te llevo una copa de vino
Se siente feliz, ella está allí como a él le gusta, cierra los ojos y suspira.
- ¿Ya has terminado? que pronto, puedes quedarte más rato, relájate, cenamos, vemos la serie, y nos metemos tu y yo en la cama.
Vuelve a besarle abrazándola como si quisiera que no se fuera nunca.
Detrás de un cristal opaco, dos hombres observa la escena.
- ¿es siempre así?
- Sí, así es cada noche.
- ¿Y la medicación no surte efecto?
- Creo que para este tipo de enfermedad no hay cura posible.
Y miran a la habitación de un blanco inmaculado, sin un solo mueble, con las paredes acolchadas, donde un loco
abraza a alguien que no existe.

viernes, octubre 14, 2011

Su madre se había vuelto a casar.
Su padrastro le pegaba un día si y otro también.
La violencia se convirtió en su forma de vida. A los 19 mató por primera vez.
Le llamaba el "asesino del tren".

A ella la violaron un día que volvía del colegio.
Brutalmente, sin compasión.
En cuanto creció utilizó su sensualidad para vengarse de los hombres.
La llamaban la "asesina del sexo".

Aquella noche, en el último vagón de las 23.45 con dirección a Aranjuez, sólo habían dos pasajeros.
Ella se le insinuó con un cruce de piernas.
Él la miró mientras acariciaba el frío metal de su bolsillo.

A las 3:54 de la madrugada el servicio de limpiezas encontró en el último vagón
dos
cuerpos inertes en un gran charco de sangre.

jueves, octubre 13, 2011

La sombra

Corría.
Huía de aquella sombra que le atrapaba.
Y cuanto más corría, la sombra más se alargaba y le atrapaba.
Así que nunca dejó de correr.
La sombra nunca dejó de atraparle.

Tonto de él, si se hubiera parado, habría visto que la Tierra seguía girando y con ella la sombra, y nunca le hubiera atrapado.

miércoles, octubre 05, 2011

Cine

Sentía que llevaba una vida mediocre, con un trabajo mediocre y unos compañeros mediocres.
Sus amigos se habían ido desvaneciendo como lo hace la nieve con la llegada de la primavera.
Al final su mundo y sus sentimientos se redujeron a una pequeña pantalla donde, sentado desde su butaca,
con un vaso de agua sobre la pequeña mesita y apagadas las luces, encendía su vida.

Bastaba simplemente con apretar una tecla, y empezar a vivir.
Ponía una película, seleccionaba una escena y mientras el protagonista hablaba él también lo hacía:

"No permitas que nadie diga que eres incapaz de hacer algo, ni si quiera yo. Si tienes un sueño,
debes conservarlo. Si quieres algo, sal a buscarlo, y punto. ¿Sabes?, la gente que no logra conseguir
sus sueños suele decirles a los demás que tampoco cumplirán los suyos".

Cuando echaba de menos sentir el calor de alguien a su lado, cambiaba la cinta, volvía a apretar el botón... y se enamoraba:

- "Nací cuando ella me besó, morí el día que me abandonó, y viví el tiempo que me amó".

- "Todos queremos que nos encuentren.. lo difícil es dejarlo cuanto lo encontramos."

- "No quiero necesitarte...porque no puedo tenerte"

Otras simplemente quería ser alguien diferente, entonces... volvía a apretar el botón:

- "He visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión, he visto rayos C brillar
en la oscuridad cerca de la puerta de Tanhauser... todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas
en la lluvia. ¡ Es tiempo de morir!"

- "Hueles eso, ¿lo hueles, muchacho? es napalm. Nada en el mubndo huele así. ¡Qué delicia oler naplam por la mañana!. Un día bombardeamos una colina y
cuando todo acabó, subí. No encontramos un solo cadáver de esos chinos de mierda ¡Qué pestazo a gasolina quemada! Aquella colina olía a... victoria."

Y el resto de las veces, se dejaba llevar por el azar:

- "Ahora puedo decirte que tomé la decisión correcta, sin embargo no hay un día que pase sin arrepentirme de no haber tomado una opción diferente".

- "¡Tú no lo entiendes! Yo tenía clase. Podría haber sido un luchador. Podría haber sido alguien, en lugar de un vagabundo, que es lo que soy."

- "Hay momentos en los que un hombre tiene que luchar, y hay momentos en los que debe aceptar que ha perdido su destino, que el barco ha zarpado, que sólo un iluso seguiría insistiendo. Lo cierto es que yo siempre fuí un iluso"

- "— Creo que hay dos clases de gente en el mundo, los que se marchan y los que se quedan. ¿No es cierto?
— No, yo no lo creo.
— ¿Pues que crees tu?
— Pues que hay dos clases de gente, los que van a alguna parte y los que no van a ninguna. Eso sí que es cierto.
— No estoy de acuerdo Ben.
— Porque no sabes de que demonios estoy hablando.
“Soy un ex ciudadano de ninguna parte. A veces echo de menos mi hogar.” "

Y siempre, todas las veces, cuando apagaba el televisor se decía:

- "¿de que estas hecho? Del material del que están hechos los sueños."

Y al acostarse:

- "Al fin y al cabo, mañana será otro día."

Hasta que un día al apretar el botón la tele no se encendió, se levantó toco todo lo que podía tocar y alguna cosas más, y nada, entonces
se sentó en su butacón, se bebió de un trago el vaso de agua y recordado el final de una de sus películas preferidas se dijo: "es tiempo de morir".


final alternativo

Hasta que un día al apretar el botón la tele no se encendió, se levantó toco todo lo que podía tocar y alguna cosas más, y nada, entonces
se sentó en su butacón, se bebió de un trago el vaso de agua, tiró el mando del televisor y salió a la calle, en ese preciso momento
empezó a proyectarse la película de su vida.

Nota.- Propongo un juego, si quieres, ¿serías capaz de decirme de que película es cada frase que él protagonista vio?.
Escríbeme.

miércoles, septiembre 28, 2011

In Memoriam

- He de irme
- ¿ya?
- Si. He pasado toda tu vida contigo.
- Aún así me parece muy poco tiempo.
- Nada es eterno, lo sabes.
- ... sí, lo sé, pero... todo pasa tan deprisa.. que tengo la extraña sensación de que te pierdo...
- No hay nada que puedas hacer.
- Me dejas como regalo los recuerdos y también cicatrices que nunca dejarán de sangrar.
- Quise que fueran otros, pero el hombre propone y la vida dispone.

Se miraron en silencio.

"El tiempo no se puede atrapar, ni el tiempo, ni los sueños"- pensó.

- Nos volveremos a ver.
- Nos volveremos a querer por nunca dejamos de hacerlo.

Se fue, en silencio, un silencio que lo llenó todo.



IN MEMORIAM

martes, septiembre 27, 2011

El hombre que tenía una imaginación desbordante y lo que hizo con ella



Decían de él que tenía una imaginación desbordante.
Él siempre lo dudó, tenía imaginación, sí, pero como todo el mundo.

Le gustaba imaginar que el asfalto se convertía en arena fina y blanca, donde podía ir descalzo.
Le encantaba imaginar que su almohada era la suave piel de su chica y cada mañana se despertaba acariciándola.
Le enamoraba imaginar cenas de manteles blancos velas y música de fondo, mientras en su copa de vino se reflejaba la sonrisa de unos ojos enamorados.

Pero cuando abría los ojos, cuando dejaba de imaginar, la vida real se le hacía cada vez más cuesta arriba.
El asfalto quemaba bajo sus pies, la almohada le provocaba dolor de cervicales, y sobre su mesa había un plato solamente para cenar.

Poco a poco la imaginación fue ganando terreno, mas minutos, mas tiempo al día en el que imaginaba un trabajo donde el ir no era un esfuerzo sino un placer,
unos compañeros que ademas eran amigos y que al terminar el día se hacía en el bar con unas cañas y unas risas.
Imaginaba que con sólo extender los brazos y saltar podría volar sobre los tejados de su Madrid, que las nubes son dulces de algodón, y el cielo azul un tapiz
con el que pintar el sol y las estrellas.

Pero abre los ojos y el trabajo es un sitio monótono y aburrido donde la gente va a su "bola" sin importar nada más, volar se quedó en eso en un sueño de niño, ahora
los pies están clavado al suelo ¡, el cielo de Madrid esta cubierto por una capa marrón de contaminación.

Tan duro era volver a la vida, que cada vez le costaba mas, volviéndose un extraño, una sombra que vagaba por las calles.

Hasta que ya no pudo más, un día se acercó a una clínica, ingresó y tras una operación, le extirparon la imaginación.

No volvió a ver mas nubes como algodón de azúcar, ni playas sobre el asfalto, no volvío a imaginar las curvas de una piel que eran su almohada, ni que si lo
intentara con todas sus fuerzas podría volar.

Dicen de él que tenía una imaginación desbordante... hasta que se operó, y que luego fue uno más entre tantos millones de seres que viven cada día.

viernes, septiembre 16, 2011

Anden 2

Llega un día más a la estación.
A la misma hora.
Cuando el tren empieza a abrir sus puertas.
Y allí sentado, ve los abrazos, los besos, los holas y los hasta pronto.
Le encanta ver como la gente espera a la gente, y gente es esperada por gente.

A él ya nadie le espera, él ya no tiene a nadie a quien esperar.

Y todos los días, con ese paso cansado que da la edad, llega a la estación, a la misma hora.
Todos los días espera a que el tren se vaya y entonces él también se va.

Hasta que un día, allí donde él se sienta hay alguien esperándole, un ser de una luz increíble que le tiende una mano.
En el banco del andén 2, él coge esa mano.

- "Te estaba esperando, para que no vuelvas a esperar más" - le dice.

Y en aquel banco,del andén 2, él cierra los ojos.

martes, septiembre 13, 2011

Cosas

Sobre una libreta llena de garabatos, líneas escritas y tachones, se podía leer su vida.
En una caja, cubierta de polvo, un montón de cd's . La banda sonora de sus sentimientos, ilusiones y esperanzas.
En la alacena un montón de botellas, frascas, y vasijas.

Una botella llena de agua de mar, con un cartel pegado que dice: "Sueños de peces, cánticos de pescadores, fantasías de sirenas".

Otra botella con una neblina en su interior: " Nubes de verano, cuidado en caso de agitar provoca tormentas".

Una vasija llena de letras: "Palabras recogidas de las cartas que nunca llegué a mandar".

Otra vasija transparente: "Colección de besos, Abrir con cuidado, vuelan si se les deja libres".

Una frasca llena de líquido: "Lágrimas, no mezclar".

Otra frasca llena de vino.:"Dulce líquido rojo, envuelve en niebla el corazón cuando está triste, dibuja sonrisas pintadas en el aire".

.. y así toda la alacena llena.

jueves, septiembre 08, 2011

El baúl

Después de mucho tiempo, de un arduo trabajo, logró recogerlo todo.
 Las viejas cartas de tinta corrida, las fotos amarillas, los dibujos, recogió de su cerebro todas aquellas imágenes ya borrosas por el tiempo, tapó con un aerosol los olores que aún impregnaban su sábana, y envolvió esta en una bolsa, grabó todas la canciones en un cd, y selló la cajita.
 Todo lo metió en un baúl, más con las prisas se olvidó de cerrarlo...
 Hay noches que salen, y se ponen a bailar en el salón, él se despierta y tras la puerta ve como danzan, dando vueltas una y otra vez, hasta que cansados, vuelven al baúl, y él regresa a su cama pensando: " mañana cerraré el baúl."

lunes, septiembre 05, 2011

Me cuesta tanto olvidarte.

Estoy sentado frente a ti. Siento como se humedecen mis ojos recordándote como te conocí, la primera vez que iluminaste mi vida, aquella tarde de principios de otoño.
Me cuesta tanto olvidarte.
Junto a ti, viví momentos inolvidables, volví a reír como un niño, me transportaste a mundos que ni siquiera llegué un día a imaginar, y contigo lloré , lloré hasta casi secar mis ojos.
Me cuesta tanto olvidarte.
Y aunque fui yo quién decidió que ya no más, que aquella tarde sería la última, que no habría segundas partes, me cuesta tanto olvidarte que aquí estoy frente a ti,
quisiera abrazarte, besarte, recuerdo las noches de insomnio cómo me acompañabas, hasta que volvía a caer dormido, tu y yo, los dos solos en mi pequeña habitación, donde no existía nada más, nadie mas.
Me cuesta tanto olvidarte, tanto me cuesta olvidarte,aunque me juré que no habria segundas partes, otra vez me siento frente a ti. Y te vuelvo a enchufar mi querida televisión

miércoles, agosto 24, 2011

Viajar

Tomó un botecito de la estanteria del baño.
Era un gel de ducha del hotel NH Krasnapolsky de Amsterdam. Cerró los ojos y vió sus canales, las bicicletas, el barrio rojo.
No lo abrió, lo dejó con sumo cuidado cerca de los demas botecitos.
Una colección de champús y gel de baño de diferentes hoteles de todo el mundo.

Pero él no había viajado nunca, le aterraba salir, aquella colección era regalo de sus amigos, de aquellos lugares que habían visitado.

Una mañana recibió una carta del ayuntamiento, debía dejar su casa durante 4 días por las obras que se iba a realizar en la estructura del edificio, sería
alojado en un hotel de su ciudad.
Hizo la maleta y junto con sus vecinos, los llevaron al hotel.

Al entrar en el baño vió dos botes como los que tenía en su casa. Le embargó una extraña emoción.
Se desnudo, entró en la ducha y abrió uno de los botes.

Por un breve instante sintió que viajaba, en su propio viaje, su viaje, sin que nadie se lo regalase.
Su viaje duró el breve instante que resbaló con el gel en la ducha y se partió el cuello.

viernes, julio 29, 2011

Adios Bye chiao... pero i'll be back

Qué sí, qué sí, que me voy de vacaciones echo el cierre otro año más, con las alforjas cargadas de 365 días con sus sonrisas y sus lágrimas, con sus sueños, y esperanzas, para dentro de 3 semanas abrir de nuevo el telón.

Y me voy a descubrir las tierras otomanas, a palpar, oler y disfrutar de Turquía.

Nos vemos.. en nada.

Y un regalito que me inspiró para mi anterior relato:

Pictures of you

La luz de la mañana entra en la habitación.
Abro el cajón de la cómoda.
En el lado derecho se amontonan unas hojas de papel, algunas escritas otras impresas.
Son tus cartas.
En el lado izquierdo están tus fotos.
Las tomo entre mis manos, y siento como si la vida entera se deslizase entre mis dedos.
Por que tengo tus fotos.

Se deslizan una a una, y me fijo en su mirada, está apoyada contra un árbol con sus pantalones blancos y una chaquetilla blanca, su cabeza ladeada y su eterna sonrisa.
Me mira desde la foto con esos ojos que jugaban a bailar sobre océanos turquesa.
Simplemente son tus fotos.

Veo aquella que abrazados miran al objetivo, detenido el tiempo en un click, con el mundo parado, esperando, sosteniendo una luz que inunda, que lo baña todo.
El tiempo corre sobre el papel fotográfico, y surgen arrugas, cae el peso de los años como lo hacen las hojas en el otoño.
Figuras que desaparecen de las fotos, figuras que se añaden, y crecen.
Nunca rompiste las fotos, nunca lo hiciste, por que son simplemente tus fotos.

Deslizo mis dedos sobre ellas, y aun puedo atrapar los recuerdos que encierran.
Sólo son pequeñas fotos, pero son tus fotos.

Una voz me grita desde el pasillo.

- "¿Has preparado ya la caja?"

Y yo guardo tus fotos, junto con las cartas y el resto de tus cosas.
La precinto, mientras miro la cama vacía y recién hecha.

Ahora entregaré la caja, aunque me haya quedado con una foto en mi bolsillo, una de tus fotos.
Aunque sea un simple enfermero de este geriátrico, siempre tendré esta foto, esta foto tuya.
Una de tus fotos.

martes, julio 26, 2011

El regalo

Eran paupérrimos, y eso es quedarse corto.
Un pequeña estancia de apenas 20 metros cuadrados, para cuatro personas.
La abuela, los padres y aquel niño pequeño de ojos negros como el carbón.
El padre salía todas las mañanas en busca de un trabajo, desde que habían cerrado la mina, aquella región iba agonizando lentamente, y con ella sus habitantes.
A veces tenía suerte y cuando paraba el camión que recogía a unos pocos para llevarlos a una obra, o al campo, lo elegían. Ese día se sentía hombre, volvía a
casa con unas monedas, revolvía el pelo a su hijo, besaba a su mujer y se permitía sonreír.

Aquel pequeño siempre preguntaba:
- Papá, ¿me enseñaras algún día el mar?
Y el le contaba como era ese mar, la brisa junto a la playa, el placer de andar descalzo en la arena. Los ojos del niño brillaban.

Su mujer los oía desde la cocina, alguna vez no podía contener las lágrimas, sabía que aquel sueño, sólo era un sueño.

Se acercaba el cumpleaños del niño, la abuela sacó dos monedas que guardaba desde hacía tiempo. En la vasija de cristal quedaban sólo unas pocas.

- "No podemos gastarnos el dinero, lo estamos guardando para poder llevar al pequeño a la escuela, no quiero que se pudra aquí como yo"- dijo el padre, mientras sentia que la pena le atravesaba el pecho. Su mujer sabiendo cómo se sentía le agarró las manos, apretándolas con todo el cariño del mundo.

- "Haces lo que puedes, que es más de lo que muchos habrían hecho, decidiste quedarte aquí en el pueblo por nosotras, no sufras, encontraremos un regalo para nuestro hijo, sin tener que gastar los ahorros".

Al día siguiente, la mujer bajó al pueblo con la ropa que cosía y que con ello ganaba alguna moneda más. Entregó la ropa, lavada planchada y cosida, en la casa del alcalde, uno de los pocos que podía permitirse ciertos lujos.

Mientras caminaba de vuelta con las manos metidas en los bolsillos, sus dedos jugaban con las monedas, recordaba cuando en otro tiempo, su marido la llevaba a las fiestas del pueblo. Ella se ponía su mejor vestido, y en la explanada de la plaza, un viejo proyector lanzaba sobre una tela blanca, imágenes de blanco y negro.
Allí sentados, ella intentaba robarle un beso, y él avergonzado le pedía que parase, el hermano de ella a escasos metros los miraba y él sentía vergüenza, sin embargo se aferraba a su mano, abrazándola deseando retener ese momento.

Envuelta en sus pensamientos, casi se da de bruces con un carromato que entraba en el pueblo.

- "Señora, ¿desea vasijas de cristal?, tengo sartenes pulidas, afilo cuchillos, tijeras, de todo un poco..."

De pronto, a la mujer se le iluminó la cara.
Se acercó al carromato, y ofreciéndole una moneda, le dijo lo que quería a cambio.

A la mañana siguiente, el día del cumpleaños del niño, la mujer habla con su marido.

- "Todo está solucionado, espera y verás"

En cuanto el niño saltó de la cama, corrió hacia sus padres.
Estos le abrazaron, su abuela se acercó, le besó y le entregó una nueva camisa que había cosido con telas viejas.
El chico miró su nueva camisa y salto al cuello de su abuela llenándola de besos. Se gira y mira a sus padres.

- "No me importan los regalos, lo que me gusta es que estemos todos juntos".

De pronto unas campanillas llegan desde el exterior. Todos corren hacia la puerta...

Cuando la abren, sus ojos no dan crédito.

Sobre una carreta decorada con hojas que asemejan algas, aparece un persona regordeta, con una corona en su cabeza, el torso desnudo y un tridente.

El ser baja del carromato con algo en la mano.
Se acerca al niño y le tiende una botella.

Su voz es profunda.

- En esta botella está encerrado mi mar, como puedes ver, en el fondo esta la arena de las profundidades donde vivo, el agua es agua de mar, y el resto está lleno de brisa marina. No la abras nunca, pues la brisa volará hacia la costa, el agua se evaporara para volver al mar en gotas de lluvia, y la arena se secara convirtiéndose en polvo.
Un día llegaras a una playa y podrás devolver mi regalo allá de donde lo traje.

Y diciendo esto volvió a su carromato y se marchó.

El niño no creía lo que había visto, acercó la botella a su corazón, y gritó:

- "Es el mejor regalo de mi vida"

La madre se giró hacia su marido guiñándole un ojo a la vez que veía como unas lagrimas recorrían su rostro.

viernes, julio 15, 2011

Arco iris

Desde pequeño siempre tuve una obsesión, cuando en las tardes de primavera o en aquellas tardes de otoño que el dorado lo impregnaba todo, cuando mi madre nos leía un cuento, y desde la ventana veíamos los rayos de sol jugar "al que te pillo" con las gotas de lluvia.
Allí aparecía.
Era el arco iris. era mi obsesión.

Yo miraba desde una esquina a otra de la ventana esperando ver donde acababa u donde empezaba.
A veces lo creía ver entre dos edificios, otras lo imaginaba muriendo en las aguas del mar, de un azul tan intenso que se diría que era verde esmeralda.

Y crecí con la promesa de encontrar ese final. Crucé montañas, anduve desiertos, paseé por verdes valles que me llevaron a tierras lejanas e inhóspitas.
Hable con viejos que me aseguraron que nunca vería algo de semejante belleza, otros sólo me miraban y me llamaban loco.

Pero nunca desistí, nunca me rendí.

Y por fin, hoy llego hasta donde parece que muere el arco iris, o quizás sea donde nazca, nunca podría decir ni lo uno, ni lo otro, y cuando mi mano está a punto
de acariciarlo, cuando mi búsqueda torna a su fin...

Deja de llover, los rayos del sol dejan de jugar "al que te pillo" con las gotas de agua, y el arco iris se desvanece entre mis dedos.

Entonces, y sólo entonces, me doy cuenta de que el arco iris sólo es el reflejo de los rayos del sol cuando atrapan en su juego a las gotas de lluvia.

martes, julio 12, 2011

El Billete de tren

Saqué mi billete.
El anden ese día me parecía mas brillante, incluso la gente de mi alrededor aparecía con un extraño fulgor que les envolvía.
El tren llegó y subí en el.
Casi no me he sentado cuando pasa el revisor y me pide el billete, busco en mi bolsillo y se lo entrego. Este después de mirarlo detenidamente, me dice que he
de abandonar el tren, con este billete no puedo viajar.
Intento preguntar el por qué, pero para el tren y me desaloja a toda prisa.
-"No podemos perder tiempo, el tren no debería detenerse"

Me veo de nuevo en el anden, me acerco a la maquina expendedora y vuelvo a sacar el billete.
Llega el tren y subo.
Aparece el revisor y nada más ver mi billete, me indica que no es el billete correcto y que debo abandonar el tren.

Sin darme tiempo a nada, me veo de nuevo en el anden.

Y procedo a hacer la misma operación, saco el billete y espero al tren.
Esta vez cuando llega el revisor le pregunto:

- ¿Cual es el billete que necesita?
- Señor, el billete de ida, señor.

Le entrego mi billete.

- Señor este billete no es válido, es un billete de ida y vuelta, y en este tren sólo se admiten billetes de ida.

Entonces miro la pantalla y veo que el destino de mi tren es "viaje al más allá".

lunes, julio 04, 2011

Siempre desee

Siempre desee conocer el Oriente Próximo.
Siempre desee conocer el exotismo de aquellas tierras.
Siempre desee ver las mezquitas, y sus barrios, sus mercados y sus calles.
Siempre desee ver la danza del vientre.

Por eso cuando aquella chica llego a mi lado, en el mercado y se desabrochó la túnica que llevaba...

siempre desee no haber estado allí en ese momento.
En el momento en que ella explosionó la dinamita que llevaba adosada en su vientre.