Me invitaste a jugar al poker, y yo inocente de mí acepté.
Cinco cartas para tí, cinco para mí.
- Juega - me dijiste
Y pedí tres cartas.
Full de sonrisas y guiños, me diste.
Esa mano la gané o simplemente me dejaste ganar.
- Juega - me dijiste.
Y esta vez pedí dos cartas.
Escalera de sueños y color.
Esa mano también la gané o me dejaste ganar.
Y entonces me confié.
- Juega - me dijiste.
Y yo envalentonado te dije: " O todo o nada"
Tres reyes y dos damas, en mi mano.
Pero tú sacaste poker de ases.
Todo o nada - me recordaste.
Y es que a veces la vida te invita a jugar, y cuando crees que la suerte te sonríe
Vuelves a perder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario