viernes, octubre 05, 2012

Eras tú (El autobusero )


Llevaba sentado tres horas, y lo peor aún no había llegado.
La hora punta y eso que me gusta conducir, pero en Madrid, en
un Madrid en el que su cielo se llena de nubes y llueve no es,
digamos, lo que más me apasiona.

Y encima soportal al personal, ya sé que la crisis está alterando
los nervios de todos, pero no  hay día que alguien no se intente
colar en el autobús o bien creyendo que yo soy tonto o bien con
algún bono metro falsificado.

Delante de mi un ciclista se me cruza, maldigo mientras intento
no frenar bruscamente.

- Oye que no somos vacas - me grita algún viajero, ya me gustaría
a mi verle aquí sentado 8 horas intentado sortear taxistas, motos
y peatones.

Me guardo la contestación y sonrió a la ancianita que esta sentada
a mi derecha.

Me acerco a la parada.

Eres tú, la que busca en el bolso su metrobus, eres tú la que con
sus trenzas enreda mi imaginación, y sin más una imagen se me cruza,
y te veo desnuda solo con las trenzas corriendo como si fueras Pipi
Lamstrum, aunque no tengas el pelo rojo, y yo aquel mono odioso intentando
atraparte.

Eres tú, la que me pone nervioso y me dan ganas de abrir la puerta
de mi estrecho compartimento y ponerme a cantar como Mocedades:

"Eres tú como el agua de mi fuente (algo así eres tú)
Eres tú el fuego de mi hogar
Eres tú como el fuego de mi hoguera
Eres tú el trigo de mi pan."

Y yo añadiría eres tú la que tendria que apagar el fuego de mi fragua...

Ya sé que no te vas a fijar en un pobre autobusero, casado, con tres hijos,
con mi barriga cervecera y un culo que casi no me entra en el asiento, y para
colmo con una mujer que para abrazar su cintura necesitaria los brazos
de Gasol.

Pero eres tú la que en esta parada y me alegra el viaje.

Freno despacio, como si estuviera bajando la cremallera de tu falda
sin prisas pero sin pausas.
Y miro hacía atrás esperando que la viejecita, a la que le quedan menos
de dos telediarios, de esos que dan entre los partidos de futbol y duran
menos que el sexo con mi parienta, deje el asiento vacio, y te sientes y
se levante tu falda lo suficiente.

Eres tú quien sube, y me sonrie con un - "hola" - aunque hoy me suene
triste y lejano, picas el metrobus y te sientas donde antes estaba la
viejita y lo que pienso es que seguro que te habrá dejado caliente el asiento.

Te veo mirar por el cristal, como si buscaras algo o quizás a alguien.

Y oigo el claxon del taxista e instintivamente me llevo las manos a los
huevos y pienso "tocame el pito, mamóm".

Eres tú, otro pasajero, no un pasajero cualquiera, por que simplemente..

Eres tú.

Y en Madrid las nubes grisis terminaron de vestir al cielo azul.

4 comentarios:

Laira dijo...

Nicolás estas que te sales con tus relatos, todos conectados. Este en concreto me ha hecho reír muchñisimo, es muy divertido.
Si te paras a pensar quizás tú puedes ser el "eras tú" de alguien a quien no te imaginas, un conductor de autobuses,el cajero de la tienda donde sueles comprar, la muchacha que limpia la escalera, quien sabe...
1 beso.

Marisa Garrido dijo...

:) Bueno, me parto de la risa. En este caso la verdad es que no me gustaría nada de nada que el autobusero tuviese sangre por la venas; que en el semáforo rojo, en un impulso entre pitadas de los conductores, los gritos de los manifestantes y la mala leche de los pasajeros por llegar tarde, el autobusero, se levantase y empezase a cantar como un barítono "Eres tú..."
No, no quiero imaginarmelo, aunque sería una anécdota buenísima para contar :)

Besos

no, no la verdad es que

Marisa Garrido dijo...

:) Bueno, me parto de la risa. En este caso la verdad es que no me gustaría nada de nada que el autobusero tuviese sangre por la venas; que en el semáforo rojo, en un impulso entre pitadas de los conductores, los gritos de los manifestantes y la mala leche de los pasajeros por llegar tarde, el autobusero, se levantase y empezase a cantar como un barítono "Eres tú..."
No, no quiero imaginarmelo, aunque sería una anécdota buenísima para contar :)

Besos

no, no la verdad es que

Masakoy dijo...

Tres personas, tres puntos de vista. Y los pasajeros ¿qué opinan?

Hasta el infinito y más allá!