jueves, octubre 13, 2011

La sombra

Corría.
Huía de aquella sombra que le atrapaba.
Y cuanto más corría, la sombra más se alargaba y le atrapaba.
Así que nunca dejó de correr.
La sombra nunca dejó de atraparle.

Tonto de él, si se hubiera parado, habría visto que la Tierra seguía girando y con ella la sombra, y nunca le hubiera atrapado.

2 comentarios:

Belén dijo...

Ojalá que no pierda esa sombra nunca...

Besicos

Migue dijo...

Al darse vuelta,vería frente a él que la sombra ya no quería atraparlo.

Veo que estás muy productivo Nico.
Abrazos.