martes, septiembre 04, 2007

Habitaciones

Aquel corazón era un piso más bien pequeño, diríase chiquitín, y aún así tenia su espacio, y muy poquitas habitaciones. Dos, tres, esta última habia sido amplia, de colores vivos con olor a primavera. Su puerta se había abierto tras muchos años de estar cerrado aquel piso, y su suave frangancia habia inundado el espacio, como si la vida quisera brotar de nuevo en el. Pero al final la habitación resultó solo de alquiler, un leve tránsito que a pesar de ser corto habia dejado la casa "patas arriba".

Y ahora tenía que cerrar la habitación, la recorrí despacio, despegando de sus paredes las fotografías, guardando en una cajita todos los recuerdos de su estancia, me senté en la cama un ratito y miré alrededor, la luz brillaba a través de las cortinas como resistiendo a desaparecer, aun aquel leve aroma a nenuco lo invadia todo, apreté la cajita a mi pecho, y la sentía aún caliente, me resistia a levantarme.

Cogí el pomo de la puerta, en la otra mano llevaba la cajita con todos los recuerdos de la habitación, y torné la puerta. No, no voy a cerrarla del todo, la dejaré asi, entreabierta...

Y despacito bajé las escaleras, sin mirar atrás, apretando contra mi la cajita...

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