viernes, septiembre 28, 2007

Gracias

Decían de él que era solitario y huraño, con un pronto que explosionaba sin más, y de igual manera se apagaba, introvertido y callado, pero los que habían rascado un poco más descubrían que no todo era así...

Un día, simplemente dejó de verse, se ocultó, y lentamente desapareció, se quejaba de los pocos amigos que tenía, de su soledad, aquella que un día fué su amiga.. y todo por que la vida en uno de sus innumerables juegos, estaba siendo dura con él, como si quisiera probar hasta que punto podía resistir, y él se cobijó en sus paseos y en sus cascos.

Pero se asomó a su ventana y vió en el camino un pequeño grupo de gente que se acercaba a su casa. Sabiendo como se encontraba, fueron llegando hasta su puerta, unos le enviaban alguna canción, otros se prestaban a escucharle, otros simplemente se dejaban ver, o le escribian, incluso alguno se ofreció para acompañarle en alguno de sus paseos.

Y así se dió cuenta que aunque lo pareciese, no estaba tan solo, aunque fuera en la distancia, que aquel viaje a través del desierto no seria tan solitario, oiría alguna cancion, leería algun mensaje, incluso compartiria su pesar y su charla.

Lloró, pero esta vez no fué por la honda tristeza que le embargaba, y aunque sabe que lo que está viviendo no se puede tapar, al menos sabía que en su eterna soledad habia en las sombras gente que le querían.

(Para todos aquellos que sabiendo que estoy cruzando mi desierto, me habeis traido algo de agua cuando sentí sed, me habeis traido vuestra paciencia para escucharme cuando necesitaba hablar, me habeis ofrecido consuelo cuando habeís sentido mis lagrimas, quizás no sea un tipo agradecido, pero os llevo en este maltrecho corazón)


GRACIAS