viernes, agosto 05, 2016

Sigo aquí

Sigo aquí.
Aunque parezca mentira, aunque no haya relatos, ni cuentos, ni llamadas, ni viejitos.
Sigo aqui.

Hay veces que las letras, las palabras son como nubes de verano dibujadas en un terciopelo azul, que con sólo una brisa se deslizan sumisas a la fuerza de ese viento y a pesar de que parezca que puedes acariciarlas son imposibles de atrapar.

Sigo aquí, pero no logro  atrapar las palabras, no logro enhebrar las letras para confeccionar una frase, dos frases, un relato.

Sigo aquí, huyendo de una realidad que no quiero ver, cerrando los ojos, las manos, escondiendo la cabeza como lo haría una avestruz.

Sigo aquí deslizandome, como en aquella hermosa película, "voy a la deriva, es tan fácil ir a la deriva", porque no hay nada más sencillo que cerrar los ojos y dejarse llevar, como un púgil que tras todos los esfuerzos baja los brazos consciente de que aguantará todos los golpes, que seguirá de pie, pero sin las fuerzas suficientes para levantar sus guantes y contestar.

Sigo aquí y aunque parezca que todo es triste y negativo, no lo es, sigo aquí disfrutando del sol de Madrid, sigo aquí disfrutando de mis paseos por el retiro, de tus sonrisas, del viento fresco de la noche, sigo aqui viviendo dentro de mis sueños, sigo aquí abriendo arcones, destapando frascas...

Sigo aqui refunfuñando, diciendo no cuando es si, anclandome como las cabras a una roca, simplemente por que soy un cabezota perdido.

Sigo aquí y aquí estaré a la espera de que en cualquier momento pueda atrapar esa nube de verano que llueva, otra vez, palabras e historias,  que tras de ella aparezca mi viejito, que quizás lleve  en su algodón el número de teléfono del contador de historias...

Mientras tanto, sigo aquí.

1 comentario:

Sofía Barral dijo...

Sigue aquí, Nicolás. Tus palabras han sido en muchas ocasiones brisa fresca para mi alma. Por eso y por mucho más, sigue aquí...