Sencillamente no sabia si seguir adelante, demasiadas mentiras en el camino, demasiados trozos de corazon roto, demasiadas
palabras no dichas y demasiadas que no debería haber dicho.
Intenté recordar, pero fue inutil, todo era un amasijo de sentimientos, imágenes que se cortocircuitaban en cuanto mis
neuronas intentaban lanzarlas al área de mi cerebro encargada de los recuerdos.
Sé que había pueblos de casa blancas, de playas solitarias, en algún lugar había un anciano de sabias palabras, mesas de café
con
olor a antiguo, sé que en algun lugar quizás tras el arco iris haya un
lugar que será tranquilo, donde habrá una mirada limpia como un lago,
un abrazo que acabe con el frío, una sonrisa que sea como un faro en la
noche.
Sé que alguna vez lo hubo, pero no sé si solo fueron productos de mi cabeza o realmente existieron.. alguna vez.
Hubo una vez un mundo, donde los piratas eran buenos, dodne podías volar en el lomo de un águila, un mundo con dos lunas,
donde
podías respirar bajo el agua, e ir a la casa de la Sra. Bacels, del
farero, aquel viejo que aun enciende cada noche la luz, de Ribery, el
gnomo que vive en el corazón de esa estrella... hubo una vez ese mundo.
Demasiado peso, demasiadas lágrimas, demasiados desengaños.
Me
desnudé como si con aquello pudiera mudar mi piel y dejarla varada en
el camino, y di un paso, luego otro y mientras caía al vacío, me sentí
libre.
2 comentarios:
Y le salieron alas al lanzarse al vacío.
Hay que intentar ir dejando las lágrimas, desengaños y penas atrás, ya pasaron. Soltar carga poco a poco, para no caer de golpe.
Es importante hacer sitio para nuevas sensaciones, abrazos, sonrisas, caricias y besos, playas, atardeceres, risas y...quién sabe qué! Si no continúas, no lo sabrás. Si vuelve a haber lágrimas, ya pasarán.
Sigue...te esperan!
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