viernes, enero 14, 2011

La carta

Estaba allí.
Sobre la barandilla de aquel lago.
En sus ojos un mar se debatía, provocando olas que rompían en sus pestañas.
Una rosa.
La rosa que unos momentos antes vivía en sus manos, yacía ahora en un cementerio de agua, cuya losa eran unas pequeñas olas.
Una carta.
Un sobre cerrado que había viajado con ella en el bolso, a la espera de llegar a ese rincón, el rincón de los dos.
Allí, con sumo cuidado rasgó el sobre, con suavidad.
Sacó la hoja de papel, y las palabras se fueron deslizando entre sus labios.
Recuerdos, sentimientos que revoloteaban como mariposas, mientras su mirada se posaba en cada palabra, en cada línea, en cada párrafo.
Le hablaba del desierto, de miradas pérdidas, de sueños rotos por las balas, por el radicalismo de las religiones, por la ambición de quién sabe quién, o de qué poderes fácticos.
La letras dibujaban noches de insomnio iluminadas por las granadas y el fuego de artilleria, del calor de una tierra que hace muchos años fué berjel y esplendor.
De mujeres y niños que perdían la vida en una cuneta.
De hombres que empuñaban sus armas sin saber el motivo de por que tenían que hacerlo.
Matar para sobrevivir. Sobrevivir matando.

Le costaba leer aquella hoja, el dolor de su ausencia se bañaba en sus lágrimas.

Terminó de leerla, y la apretó contra su pecho.
Cerró los ojos y dejó caer la rosa.
La rosa que ahora moría en el agua.

Recogió sus recuerdos, guardó la carta en su bolsillo, envolvió sus lágrimas en una sonrisa triste, y dió la espalda a aquel lago.
Había leido su última carta.

8 comentarios:

Relatos conjuntos dijo...

Hola Nicolás:

Soy Goyo. Aparte de mi blog, www.goyadas.blogspot.com; soy también el responsable del blog:
www.relatosconjuntos.blogspot.com

Muchas gracias por tu participación. Espero que la idea te haya gustado y que te conviertas en colaborador asiduo de esta propuesta. Yo iré cambiando cada dos o tres semanas el tema sobre el que hablar. Tu texto lo incorporaré a lo largo de la tarde.
Por cierto, se está muy a gusto en tu blog así que pasaré con más asiduidad.

Desde mi realidad dijo...

El mundo de las cartas da mucho de sí. ¿Quién no ha escrito o recibido alguna con contenidos importantes?

Francesca dijo...

Te paso a visitar, bonito relato, besos.

ShAdOw dijo...

"... me presento mi nombre "Miguel" soy amigo de "Daniel", siento mucho tener que decirte esto... Hace dos meses "Daniel" sufrió un accidente del cual no sobrevivió, si de algo sirve te puedo decir, murió instantaneamente... no sufrió.
No encontrabamos su contraseña, por lo que es hasta ahora que al ver tus emails suponemos tú debes ser esa "Alma de México", de la que tanto hablaba, no sé que mas decir, solo que me pongo a tu disposición, te anexo mi número teléfonico para cualquier aclaración.


** Hay cartas que no se pueden razgar, mails que aún borrandose del monitor, quedan grabados en la memoria y el corazón **

**Alma de México**

...solo una mujer. dijo...

Nicolás.. en qué guerra andas inmerso ahora?? Deja las balas aparcadas, las lágrimas calladas y enarbola la bandera de la paz con alegría.
Una sonrisa para ti...

rosa dijo...

Muy bonito tu post. Hola Nicolas me gustaria hacer un blog, lo he intentado pero no me sale, si me pudieses echar una mano te lo agradeceria.

Nicolás dijo...

rosa
Hola, es fácil, te dejo mi correo nikolasc62@hotmail.com y así te cuento como va, pero lo más sencillo es que te abras uno en www.blogger.com, si tienes problemas no dudes en escribirme.

Solo una mujer
Sigo en mi batallas, las de la razón y el corazón, batallas interminables a ver quien de los dos enarbola antes la bandera de la rendición

Shadow
Me dejas sin palabras... Hace años charlaba con una mujer argentina, que tenia su hija en españa, fui a lelvarla un mesaje a la hija, y hablaba con su madre de la situación en argentina el corralito y demas, Un dia, una llamada a mi móvil, y una voz llorosa. Su hija me decia que su madre había muerto. NO llegué nunca a conecerla, sólo eran unos mail, pero sentí una vacio y unas lágrimas como si hubiera sido la amigas más cercana.

Francesca
Gracias, siempre es agradable verte por aqui

Aida
Las peores cartas son aquellas que sgien guardadas en el cajón sin enviarse...

suspiro dijo...

La guerra de la vida, la carta del adiós. Un relato que llega a la fibra sensible.
Besitos.