jueves, abril 15, 2010

Susana's history

Aquella sala permanecía en silencio, no era un silencio total, sólo que el ruido de las teclas de los ordenadores se había convertido en algo tan monótono que pasaba desapercibido, se había disuelto en el ambiente de aquella empresa.

Miro a mi alrededor, y me sorprendo de que a pesar de ser 8 personas, se pueda oir el vuelo de una mosca.
"Que asco de empresa"- pienso para mis adentros. Y para colmo he tenido que aguantar a mi jefecillo una hora, esas reuniones tediosas semanales, todo para ponerse una medalla, el muy trepa, y lo que más me ha indignado eran esas miradas perdidas que me ha echado a mis piernas.
Mi falda de vuelo se habia posado algo más arriba de las rodillas y mi jefe no había dejado de observarla.
"Si hubiera sido otro, hasta me habria gustado provocarle un poco subiendome algo más la falda, pero a ese imbecil...". Mioó las hojas de la reunión, versan sobre la macro y la microeconomía, un powerpoint impreso en 14 páginas que seguro se habrábajado de internet.

Alguien llama al teléfono y me saca de mis ensoñaciones.

- "¿Susana, puede venir a mi despacho".

Es raro que me llamen a estas horas. Siento las miradas de is compañeros, y un mal presagio empieza a invadirme.

- "Hola Susana, sientate por favor, tenemos que hablar".

El presagio ha pasado a ser una certeza, busco en sus ojos una seña, mientras el desgrana el consabido discurso. "Son tiempos difíciles, la crisis, el reajuste, eres muy buena en tu trabajo pero..."

Me levanto sin más y corto aquella fuente de excusas para ir al grano.

"Quieres decirme que estoy despedida ?no?, pues déjate de remilgos, dáme mis papeles, y no hablemos más, nada de lo que puedas decir va a dulcificar vuestra decisión, como siempre echaís a la gente sin tener en cuenta su valía, somo piezas, peones que elimináis del tablero como os viene en gana, no perdona diría que mejor eliminarlos para no hacer sombra a tanto incompetente que hay aquí.."

No le dejo que diga nada más, cierro la puerta tras de mi, oigo como balbucea algo, palabras que se estrellan contra el cristal de su despacho.

Recojo las cosas de mi mesa, me siento observada, en algunas miradas hay lástima, y eso hace que subleve más aún, me acerco a los pocos compañeros a los que estimo, y les comento que ya hablaremos, no es el momento.
Por un instante estoy tentada de darme la vuelta y mandarles a todos a tomar por... pero en el último momento me freno, mejor salir con la cabeza alta, no se merecen nada más.

Salgo a la calle, el aire de la primavera tardía se enreda en mi pelo, echo a andar, necesito alejarme lo suficiente, entro en una cafeteria, me pido un café y mientras me lo ponen voy al lavabo. Cierro la puerta con llave, y entonces... el mundo se me cae encima, como si todo ese tiempo hubiera estado colgando de un hilo de seda que ha ido disolviendose. Y mi mundo cae sobre las baldosas frías y sucias de ese lavabo haciéndose añicos, el trabajo, los amigos, los sentimientos, la soledad, todo salpica aquel pequeño rectángulo, y yo sin fuerzas para resisitir echo a llorar.


No sé cuanto tiempo ha pasado, abro la puerta y me miro al espejo, esta descascarillado, y me siento un poco como el, descascarillada, un enorme vacio se ha apoderado de mi interior. Arreglo un poco la pintura de mis ojos, y salgo.
Mi café esta esperandome, el camarero me mira, y yo intento no pagar mi frustración con él, cuando le digo si hace el favor de echar un chorrito de coñac en la taza.

Dejo el café, siento el calor del coñac, y vuelvo a casa.

Abro la puerta, silencio, el mismo silencio de hace ya.. cuanto tiempo, dejo caer el bolso encima del sofa, y miro mi pequeño apartamento, el mismo que ha recogido entre sus paredes, los sueños cuando empecé a decorarlo, cada cuadro, cada maceta, cada detalle, llevaba un trocito de mis ilusiones. Aquellas paredes han sido testigos mudos de tantos besos, abrazos, susurros y enredos de sabanas... que algunas veces me hacen enrojecer, sin embargo, cuando las miro solo las veo colgadas como si de cuadros se trataran y como aquella canción de Los Secretos, yo me quedo colgada a ellos.


Ahora, como si de un diminuto desierto se tratase, todo permanece en silencio, y sin quererlo enciendo mi portatil, y en aquella carpeta olvidada releo viejos escritos, fotos que si fueran de papel estarían amarillentas en el fondo de algún cajón.

En algún lugar...

Años, ¿por que ahora pienso en ello?, quizas por que el volver a estar en el paro, hace que uno recapacite sobre su vida, es como una vuelta a empezar, quizás si mi dosis de optimismo fuera otra, podría verlo como una nueva oportunidad, pero me siento cansada, y a mi llegan palabras como "mira otra vez sola" "anda si vienes sin compañia" "hija que se te va a pasar el arroz"... he dejado de ir a reuniones, a fiestas por que por mas que he intentado que no me afectase, siempre, como la lluvia de otoño, terminaba calada hasta los huesos.

Y él, donde estará, tener a alguien como si no lo tuvieras, es como invitar a tu casa a un fantasma, ¿puedes llegar a soñar,a creer, a ilusionarte con un fantasma?, por que lo tangible se convierte en intangible cuando mas lo necesitas, quien sino puede mirarse al espejo cada noche y hablar con uno mismo, sólo aquel que convive con uno de ellos.
Al final cualquier cosa se convierte en algo etéreo, llamadas, breves encuentros, todo son como aquellos espejismos que suelen verse en los desiertos...

Y este es mi desierto, mis cuatro paredes, con mi fantasma y mis espejismos.

Llaman al teléfono, no sé como demonios se ha enterado, dicen que las malas noticias vuelan, y sus palabras me suenan a huevas y vacias, "ánimo, todo saldrá bien, ya verás que pronto encontrarás otra cosa..." sé que lo hace con todo el caruiño del mundo, pero a mi me recuerda cuando estas en un entierro y se acercan desconocidos para darte el pésame "lo siento mucho, qué pérdida..." qué coño sabrán ellos lo que yo siento, cómo me siento...

No quiero pelearme con el mundo, aunque ganas y excusas no me faltan. Tengo que apuntar las cosas, empezar a recopilar los papeles para el paro, y sobre todo, avisar que mi madre no tiene que enterarse, lo que me faltaría es aguantarla, que estuviera encima, además para qué darla un disgusto, tengo fé tengo la esperanza de que esta situación es pasajera, pasajera, pasajera....

Cae la noche, es el peor momento, ya ha pasado una semana desde que ... desde que estoy sin trabajo, y los atardeceres las noches son como esas montañas que desafian a los ciclistas, pendientes del 20%, rompepiernas, a veces creo que llego a comprender a los suicidas, llega un momento que dejar de sufrir es lo mas sencillo, la única cuestión es el como.

Por fin han pasado las llamadas de los conocidos que al enterarse no pierden el tiempo en saber como estas, no debo juzgarles por que yo he hecho lo mismo, pero todo vuelve a su cauce y como en los telediarios lo que hoy es primera plana al cuarto día sólo ocupa unos segundos.

Me siento sola, muy sola, pero ¿cuando no ha sido asi?, quizas en algún momento levanté un muro que no he sabido deriibar, y esta soledad ha sido una soledad merecida. Extraño demiasadas cosas, al menos ... mi querido fantasma... mi fantasma que me acompaña a estar solo.


La cama se convierte en un mar embravecido y solitario, donde yo soy como una pequeña cáscara de nuez, al merced de sus corrientes, y sólo, cuando el sueño me vence, es cuando llego a puerto y descanso, por que en ese cerrar de ojos, la tierra se convierte en un jardín, las nubes grises en algodón de azucar, y aunque parezcan cosas de cria, hay hadas a las que pedir deseos, y castillos, y principes que no piensan en llevarte a la cama a la primera de cambio, pero si te llevan el desayuno, olor a café recien hecho.

Y mañana el dia se vestirá de primavera, y yo escribiré mis sueños en papel, los meteré en un sobre y no pondré remite, para no dejar mis huellas, y quizás me de cuenta que la vida, el destino no ha cerrado una puerta, sino que ha puesto delante de mi un nuevo camino...

¿En que dirección?

Eso sólo lo sabes cuando echas a andar.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Como todo lo que leí , por ahora, estupendo. Momentos así, para hacernos pensar.Pero es fantastico. Miriam.

Belén dijo...

Por desgracia, muchas historias son como las de susana...

Espero que tenga suerte!

Besicos

Francesca dijo...

Un mundo de posibilidades delante, sueños rotos detrás. Aquí como en todo es cuestión del cómo lo vivo. Lo pongo en una balanza y qué veo un futuro incierto pero futuro o un pasado que no volverá...
Animo Susana.
Muy bonito Nico.

Maybe dijo...

Siempre hay nuevos caminos, nuevas puertas...
Saludos.

Cristian dijo...

Un fragmento de la realidad... Siempre otra puerta queda abierta, es cierto, solo hay que animarse a cruzarla... No existe el vacío, no existe la nada, solo el cambio si la conciencia se permite reconocerlo. Saludos.

ShAdOw dijo...

De nuevo...

Muros sin derribar, soledad acompañada y fantasmas que no nos abandonan... recuerdos, ilusiones... puertas, destinos...MUJER

Besos muchos...

Anónimo dijo...

¡Qué bien has retratado una triste realidad muy cotidiana en los tiempos que corren!

Me solidarizo con "Susana", ¡pobreta! Por otra parte, yo puedo estar orgullosa y sentirme privilegiada (mucho) porque a mí eso nunca me va a ocurrir... Yo soy mi propia "Jefa".

suspiro dijo...

Qué triste! Ya no sólo quedarse en el paro, si no sentirse solo, sentir que tu única compañía es ese "fantasma" que aparece y desaparece. Lloré y me hiciste reflexionar. Creo que conozco a "Susana". Debería andar el camino para descubrir adónde le llevarán sus pasos.
Un besito.

amarcos dijo...

"mira otra vez sola" "hija que se te va a pasar el arroz"

¿y a quién le importa? A veces es mejor estar solo que mal acompañado. Seguro que hay muchás Susanas que aun teniendo "todo" no tienen nada.. A ella le queda la libertad, la libertad de elegir, el momento, las compañías, el qué haré hoy y el volver a empezar, a caerse, a volver a levantarse.. a vivir... sin tener que dar explicaciones a nadie.

¿Cuántos de los que "no están solos" pueden actuar así?

Un abrazo hermano lobo..