jueves, marzo 12, 2009

Viento

Me deslizaba sobe las aceras de frías y mojadas de Madrid, en uno de esos dias que el invierno regala como despedida, cuando se inclina ante la llegada de la primavera, pero queriéndole decir: "Ahí te dejo un recuerdo".

Inmerso en el viento cruzaba el centro de la ciudad, pequeñas callejuelas adoquinadas, a veces rozaba el rostro de alguien que rapidamente tapa con la solapa de su abrigo, o me entretenia en alborotar la melena de la primera chica que se me cruzaba.

Me paré cuando una puerta a mi pasó se abrio y una corriente caliente me atrajo hacia dentro, era un pequeño café, de paredes verde manzana, alli fuí entrando en calor, me posé un poco en la barra, y miré a mi alrededor, el café dispuesto en dos salas estaba lleno de mesas pequeñas y sillas de madera cuya primera impresión no era de gran comodidad.

En algunas mesas, la presencia de un portátil y un café eran la unica compañia de la persona, en otras, las conversaciones se cruzaban con el ritmo frenético de las teclas del de al lado.

Dejé la barra y volé por encima de alguno de ellos, una pareja miraba absorta la luz de la pantalla. En ella se dibujaban unos garabatos formando intrincadas frases, él la miraba mientras la chica seguia debatiendose en cómo seguir el trabajo. Pude percibir que el chico hacia caso omiso a lo que ella escribía, la miraba, no como él que escudriña un objeto en busca de sus formas, y defectos, aquella mirada tenia el lazo de los sueños, ese lazo que encierra en un vuelo los sentimientos mas inesperados.
Ella seguía tecleando y él con su mirada susurraba a su oido lo mucho que le gustaba tenerla tan cerca, el deseo de poder acariciar su mano y sentir su piel sobre la suya, por un momento el chico miró lo que ella teclea y en sus pupilas veo como atrapa las yemas de ella para escribir "te quiero", pero en la pantalla letra a letra sólo aparece :" Aristoteles nacido en el año 384 a.C. en una pequeña localidad macedonia cercana ...." Él ahoga en el café su sueño, deslizó la página del libro y le expuso como sería el siguiente parrafo del trabajo.

Paso de soslayo por otras mesas, donde las conversaciones se entrecruzan unas con otras, palabras que se deslizan de una boca a otra y se pierden entre las grietas de la madera, como si se quisieran refugiar alli, para ,quien sabe, un dia volver a bailar en el aire. Conversaciones casuales, que llenan el tiempo, que alli se quedarán.

Rozo la nuca de un chico y este siente un ligero escalofrío, también él está con su portatil, sus dedos bailan sobre las teclas a gran velocidad como si tuviera miedo a que si se para ya no podrá continuar. Miro lo que escribe, sus letras dibujan casas de paredes blancas cerca de un mar verde esmeralda, donde un viejo no tan viejo sonrie mientras cruza el puerto y ve las barcas salir un día más a pescar. Pinta con las teclas la mirada de aquel hombre que se pierde en el horizonte, sus arrugas echan raices en su sonrisa, y recuerda los tiempos felices, aquellos de cenas a la luz de una vela, cuando el frió de la noche huia al encontrarse con el calor de dos cuerpos, cuando sobre la pared colgaba las sonrisas, fotos de dos seres abrazados mirando a una cámara. Y escribe, que de sus ojos unas lagrimas caen sobre la arena, dejando la huella del pasado, y cuando las lágrimas golpean la arena suenan a puertas que se cierran, a tiempos que no regresaran.

Siento frió, aunque sea tan etérea a veces me conmueven los seres humanos, miro a mi izquierda y veo una pareja sentada uno enfrente del otro, rien, ella habla y habla mientras el chico escucha sus palabras. Ella le cuenta como su corazon está jugando con la vida, voy o me quedo, me lanzo como lo hacia antes de que alguien estrellara mis ilusiones contra el suelo, o me quedo tras el rompeolas donde sé que alli nada me hace daño. El chico la mira y sonrie, se cruza de piernas y se mesa el cabello, si me aventurase podria decir que es un gran escuchador, y teje palabras en su boca: "lanzate, ve, vive, la vida fluye, no te ancles..." Ella las atrapa pero le queman entre las manos, siente la sensacion que da el vacio de haberse perdido una vez en el camino y no haberse encontrado, "si acaso volviera a ser la que era... iría..". El coje los hilos y vuelve a coser con las palabras, "...quizas él te devuelva lo que fuiste, a veces hay alguien que te devuelve a la vida, que te arranca la sombra que se te ha pegado a la espalda y te hace sentir de nuevo como Peter Pan". Y siento que esas palabras tejen abrigos para aquellos a los que se las cuenta, pero él anda desnudo,porque nunca se atrevió a vestirse con ellas.

Los dejó allí, disfrutando de confidencias de amigos, cuando la confianza abraza.

Alguien abre la puerta, y un remolino de aire frio me llama, vuelvo a deslizarme cuando me estrello contra unos labios, me atrapan entre sus dos bocas, y me mojan con sus lenguas, cuando llegan a separarse, sólo puede ver un mundo ante ellos, donde todo está por descubrir, no hay muros, ni vallas, ni peros, ni lo siento. donde las palabras son escritas con silencios, y los silencios se llenan de palabras.

Hay un quicio en la puerta, y he de marcharme, la noche ha caido sobre madrid, y una vez más, la recorro en soledad, luces amarillentas se reflejan en algunos charcos, y yo asciendo sobre los edificios, buscando alguna nube, hasta que llego a ella.
la llamo y ella abre su boca y me traga, no lo sabe, no sabe que ahora se ira disolviendo en gotas, que yo la haré llorar, y llorará sobre ese asfalto que acabo de recorrer, para volver a mojar las callejuelas frias de mi Madrid.

6 comentarios:

Belén dijo...

Ojalá el viento no se lleve las confidencias de todos de ese bar...

Besicos

Unknown dijo...

insisto me fascina la melancolia que envuelve tus cuentos, no dejes de escribir!

chalia

ShAdOw dijo...

Quien no ha recibido la caricia del viento secando lágrimas, alborotando la melena, corriendo tras el sombrero como gato tras ratón, o cuando indiscreto levanta la falda haciendonos arder la cara en rojo grana, incluso quien no ha susurrado un nombre y una poesia o lanzado un beso para que lo lleve a la persona amada, más nunca me metí en su pensamiento y ver lo que él ve a través de tus letras, me he sentido viento con tu relato y lo viví... gracias

Sara dijo...

Confidencias un dia de lluvia , en la que el viento curiosea con miradas indiscretas

Paseando por tu nube dijo...

Cómo siempre, son mágicas tus palabras, consiguen envolverme entre sus letras para llevarme con ellas, he visto mi/nuestro Madrid, sus calles mojadas y me he secado entre las mesas de ese pequeño y cálido café, he sido el contorno sus caras y las yemas de sus dedos y despues me he vuelto a perder en las calles todavía húmedas de mi/nuestro Madrid.
Un beso

Nicolás dijo...

Belen
Y ¿por que no?... las palabras se meceran en el viento y seguro que dibujaran susurros en el aire...

Chalia
Gracias por venir a este rincón y por tus bellas palabras

Shadow
me alegro que te llegaras a sentir viento, yo añoro cuando me sentía asi, y soñaba que podia volar

Sara
Si el viento hablase... quizas nos silbase mas de un secreto... ¿no crees?

Paseando por tu nube
Que lindas palabras, que lindo nuestro Madrid. Me gusta verte de nuevo por aqui