jueves, abril 17, 2008

El último baile

Vacio el tarro donde guardo las palabras e intento coger algunas para formar algo que escribir esta madrugada de jueves.

Y voy separando palabras: sonrisa, sol, caminos, sueños, lagrima, playa, mares, azul, niños, amor, y juego con ellas como si fuera un tetris pero el único juego que me sale es "pasa palabra" y no consigo engarzar nada con ellas...

pero suena en mi ipod James Cullin un ragtime... y las palabras sobre mi mesa se deslizan y van formando una historia....


Alli estaba, una noche mas, en aquella sala de fiestas, mientras un ragtime suena, y varias parejas se deslizan por la pista. Ella aparta un poco la lamparita de la pequeña mesa circular, el camarero disfrazado de pingüino le trae otro blood&mary.
Aspira profundamente el humo de su cigarrillo, mientras su falda, liviana, cae sobre la silla, cruza las piernas y ve sus pequeño botines rematados en un vertigo de tacón de aguja.

Me dejo llevar por la música, afuera en el calle solo existe el ronroneo de unos pocos vehiculos circulando, pero ella no oye que lejos a unos miles de kilometros el sonido, es otro muy diferente a ese ragtime que ella escucha.

De lejos parecería un festival de fuegos artificiales, pero acercate conmigo, déjame que te lleve alli donde podamos verlos mejor.

El sonido ya es atronador y abajo en la trinchera los fuegos no son ya de aritifio sino totalmente reales, algunos cuerpos estan esparcidos entre el barro, un chico joven de unos 19 años tirita de frio, o sera de miedo, en su mano un papel, y en el papel la tinta corrida llevaba grapadas las lagrimas de sus padres.
Es el invierno del 44, pero vayamos mas allá, corramos unos cientos de kilometros más, en las calles solo se oye un grito Agtun , Agtun, y el quejumbroso grito de una sirena... del cielo caen copos metálicos con un silbido, van a besar edificios y aceras, abrazandolas despues con sus lenguas de fuego. Un niño levanta la mano. Papa papa mira alli arriba. No mires hijo no mires.


Pero ella no sabe de eso, siente el frio del vaso en su mano y mira los uniformes, limpios relucientes.
Y siente el deseo correr por sus venas.

Me acerco a ella, me permites un baile? le pido y ella tras su carmín excesivamente rojo, (no ha visto ese rojo que tiñe el barro a muchos miles de kilometros de allí), sonrie y me tiende la mano, un brazo de piel inmaculadamente blanco, blanco, como la nieve.

Y nos deslizamos sobre el marmol pulido, ella miraba mis zapatos negros de charol, desde lejos alguien murmuraba "parecen ginger roger y fred asteire".

Círculos sobre un campo de ajedrez.
Besos rojos con sabor a carmín y blodd&mary.

Miro sus ojos, marrones y brillan, detrás de ellos hay un pensamiento, un miedo que aflora y que se desprende hasta sus labios.

Amame esta noche, lo deseo, pero antes has de saber que aquel que me amó, no tardó en morir, quizas por que mis amantes todos fueron soldados, quizas por que mi amor está impregnado de muerte.

Ella sintió mi aliento frio y mis labios cerca susurrandole, - a mi no me pasará no te preocupes por mi, te amaré esta noche, como nadie antes te han amado.

Atrás se queda la sala, y su último ragtime, peonzas de cuatro piernas ruedan por ese campo de ajedrez, en la mesa una lamparita y un blood&mary.

Aquella noche ella sintió que la estaban amando como nunca antes nadie lo habia hecho, el tomo su cuerpo, blanco como la nieve, beso sus pechos, lomas casi transparentes coronadas por dos cerezas rojas, y luego se hundio dentro de ella.

Al amanecer ella teme la pregunta, pero la hace.

Te iras, ¿verdad?. Ya no volveré a verte y simplemente en alguna campiña cerca de Alemania, alguien te quite la chapa y la mande a casa de tus padres, quizas a tu novia.

La miré con toda la dulzura con la que yo, puedo mirar.

Te dije que volveré, no moriré ni en esa campiña ni en ningún campo, la semana que viene volverás a verme y entonces serás tú quien venga conmigo.

Y me fuí.

Ella supo que le había dicho la verdad, que a la semana siguiente me volveria a ver, pero ese pensamiento iba cargado de un frio helado.

Tan frio como el que hacía afuera a miles de kilometros donde el unico calor era la metralla y las esquirlas de la locura humana.

Esa semana la vivió apurando cada momento, cada segundo.

Hasta que volví, y bailamos un nuevo ragtime, hasta que me beso con su boca que sabia a carmín y blood&mary, hasta que volví a tomar su cuerpo blanco, casi transparente.

Y en el amanecer ella pronuncio mi nombre.

- No me me dijiste la otra vez como te llamabas, pero yo sé que tu nombre es Muerte, y que esta vez no vas a por ellos, has venido a recogerme.

Sólo pude mirarla y asentir. Después tome su alma, blanca como la nieve y salí.
A miles de kilometros en otras trincheras me estaban esperando.

11 comentarios:

இலை Bohemia இலை dijo...

Sigue vaciando tus tarritos de palabras, sigue contándonos tus historias...

Te dejo un beso y me pido un blood&mary, por favor...

Belén dijo...

Amores fugaces de pista de baile... quizá no sean duraderos pero sabes? al menos nos sirve para dormir y soñar aunque sea un poco :)

Besicos Nico, muy bueno!

Paseando por tu nube dijo...

Uff me has dejado sin palabras, todo lo bonito que quería dejarte escrito hoy aquí, se ha colado en tu tarro donde guardas las palabras, espero que te sirvan para tus futuras historias, las buscaré y me sentiré orgullosa de encontrarlas entre tus relatos.
Un beso cielo

NEBET-HET dijo...

La primera vez que lo lei, no me esperaba ese final, esperaba esa chapa en las manos de una madre sollozante.

Pero cuando termine de leerla, me fascino ese baile, esa dulzura que al final solo supo regalarle la muerte, que ironico final.

Esplendido como siempre, un besito amor.

Sara dijo...

Estoy con Nebet-het, un baile de frío que se vuelve dulce en tus palabras.

Un beso..

...solo una mujer. dijo...

Que poder nos otorga el conocimiento para permitirnos reconocer a la muerte vestida de gala, con zapatos de charol, cuando vuelve a buscarnos!
Se nos llevó el alma, en otros cuerpos derramados. Solo falta nuestro cuerpo. El resto, todo se desvaneció como un cuento.. entre muertos y pasión.
Me descubro el sombrero ante ti, maestro.
Un beso...

...solo una mujer. dijo...

Me gustaría que pasaras por mi casa a recoger unos regalos que quiero hacerte.
Tan solo eso, un regalo por todos los que me(nos) haces tu.
Gracias.
Un beso.

tumejoramig@ dijo...

Un baile con la Muerte... por que será que quienes la hemos visto de cara ya no le tememos? ... a veces pienso que es porque sabemos que es tan dulce y tan llena de paz como ese baile...

Aun así, yo espero que tarde un poco más en venir a buscarme!!!

Bello cuento Nico, como siempre.

Un besito y, por favor, perdoname tanta ausencia.

Anónimo dijo...

la muerte nunca miente ¿verdad, amigo mío...?

Nicolás dijo...

Bohemia
Gracias, espero que el tarro no se vacie nunca, y voy a por ese blood&mary...

Belén
Dormi, soñar, amar, tres maneras de viajar ...

Paseando por tu nube
buscare tus palabras seguro que se engarzan en una bella historia

Nebet-Het
Gracias por tus lindas palabras, apunto falta en la letra de la cancion. Loos finales aveces suelen ser de lo mas ironico...

Sara
que lindo, graciasss

Solo una mujer
Graciasss por tu regalo, es algoque no creo merecer. GRACIAS con mayúsculas

tumejoramig@
Que bueno vovler a verte por aqui, me alegro un monton, y que se baile con la vida ¡¡

amarcos
La muerte nunca miente por que llega y se nos lleva,es la unia realidad que hay nacemos para morir.

Anónimo dijo...

Tus palabras no se deslizan desapercibidas, en serio bailan, remueven entrañas, a veces activan el lagrimal, explotan, y qué final...