martes, diciembre 04, 2007

el faro





(... en algun momento tu silencio dejara de dolerme...)

Otro domingo más, hace frió en Madrid, y me pongo mi chaquetón, la casa me quema aun, no me he acostumbrado a esta soledad donde cualquier sonido tiene su eco entre las paredes, y la unica manera de apagarlos es salir con mi musica a recorrer el asfalto que crepita con las luces de Navidad.

Enfrente de mi portal el circo estable abre sus puertas, no sé por que, pero desde pequeño odio el circo, quizas demasidas películas de payasos con risas rotas, haciendo reir por oficio no por sentimiento. Y recorro ronda de Atocha para subir por la calle de embajadores crisol de otros mundos donde la piel se oscurece y la ropa estalla en colores, aún a estas horas de la tarde hay recuerdos del rastro, ese que tanto me apasiona y se ha convertido en parte de mis domingos, auqnue ahora lo sienta de otra manera, ya no paro en sus puestos, ya no paro a decir .. "mira ¿te gusta"...".

Hace frío, pero no más del que siento por dentro.

Llego hasta la plaza mayor que ya la invade los puestos de regalos y la miro , con el bullicio de los domingueros que lo llenan todo, gente corriendo, parada sin orden ni concierto y el andar se convierte en un eslalon esquivando a unos y a otros, y en mis oidos resuenan los gritos ... "chenchoooo, chenchoooo...." de aquella maravillosa película "la gran familia" creo recordar y me siento viejo, recuerdos en blanco y negro...

La musica suena en mi ipod, suelo ponerlo en aleatorio y aun asi parece que hay una mano que atrapa aquellas canciones que golpean una y otra vez y se desbordan por mis ojos en forma de lluvia.

Paso por la Puerta de Sol camino hacia la calle que me llevara a la Plaza Santa Ana, y justo cuando pasó por el café Jamaica, alguien golpea mi hombro, me giró y ahí esta otra vez el anciano. Me quito los cascos y le saludo.

- qué sorpresa, ¿como esta?
- Bien helado de frió, ya me iba para casa, hoy no es un buen dia para pasear.
- No la verdad que no, pero venga, hoy me toca a mi invitarle a un café, aunque sea breve.
- No te lo rechazaré.

Y entramos en el café, y ahí está la mesa, libre, la única libre, como si me estuviera esperando desde aquellas mañanas donde a la salida de la caja de no se que provincia esperaba para luego un cafe breve rapido, pero que cargaba mi corazón de miradas susurros y sonrisas...

- Creo que no estas aquí... - le oigo decir.
- Perdone es que por un momento...
- NO te preocupes, ya he pedido por los dos, ¿y bien que tal estas? ¿como te va?
- Bueno digamos que me va...
- ¿Ummmm no es que sea una repuesta la tuya? ¿aun te apoyas enfrente de la salida de metro esperando?

Hay unos segundos de silencio...

- Sabes creo que tengo un cuento para ti. ¿te apetece?
- Claro que si, me encantan sus historias.

Mientras la camarera, una más de las que cruzaria el gran charco esperando una oportunidad nos sirve el café ese mismo que seguro viene de sus tierras, tierras ahora lejanas para ella donde probablemente su familia espere una llamada, un billete, un billete a esa europa de mierda, que vende quiloches y quimieras sólo para explotarles una vez mas...

- Bueno chico la historia es de un faro...

Y alli empezó su cuento,

"Se levantaba sobre el acantilado, alto, majestuoso, de un blanco inmaculado, retando a las rocas, retando a las olas, al viento y a la noche.

Por el día era una gran torre que parecia detenida en el tiempo, varada sobre el acantilado silenciosa, a la espera de que llegue la oscuridad, la noche y cuando llega..

Cuando llega la noche enciende su luz, y el faro cobra vida, una vida que va mas alla de su pared circular, que se desliza en las millones de partículas que rasgan la oscuridad, en infinitas vueltas, encendido, apagado, encendido, apagado...

En el horizonte algunas luces tambien aparecen como si quisiesen hacerle un guiño al faro, sabiendo que pase lo que pase, su luz los guiará de vuelta a casa cuando el alba despunte.

Y a pesar de todos esos puntos brillantes, de toda la resposabilidad de iluminarles, el faro se siente solo, muy solo. Desde la lejania de su risco puede sentir el frió de la noche, esa misma que no logra calentar con su luz aún a sabiendas que sin ella muchos de aquellos barquitos se sentirian perdidos.

Y a pesar de pensar que su función es indispensable, no le llena, todos aquellos barquitos tan lejanos, navegando libres y el amarrado al risco, inmovil, encendido, apagado, encendido apagado.

Llega el día y el faro se convierte en un edificio muerto, como si hibernase esperando, esperando a la noche, y de nuevo una noche más apagado encendido, apagado, encendido. Una y otra noche en un bucle infinito.

El faro siente la lejania de los barcos y en el fondo siente envidia, ellos navegan libres con un destino y luego regresan a su hogar donde les esperan con sonrisas de esperanza, con brazos abiertos y manos curtidas, y el, el faro solo apagara una vez más su luz, y se cerrará en cuanto el alba vuelva a despuntar.

A veces, los pescadores se acercan al faro, y celebran alli una fiesta en recuerdo de los que no volvieron en recuerdo de los que gracias a su luz encontraron el camino de vuelta. Y desde la altura el faro oye sus gritos, sus risas, y por un momento se siente bien, siente que a pesar de todo hay momentos, y esos son sus momentos.
Luego la gente vuelve a su pueblo, y el faro mira al horizonte donde hay un mar azul, de un azul tan intenso que se convierte en verde esmeralda.

Y llegara la noche otra noche más, apagado, encendido, apagado, encendido..."

Miré al anciano, sentia las lagrimas a punto de desbordarse y corretear por mis mejillas, me sentia asi como un faro perdido en algun risco lejano de algun mar lejano, donde habra barcos que surcaran las aguas de ese mar en noches cerradas, esperando la luz del faro, hasta que despunte el alba y se apague.

- Espero que te haya gustado la historia.
- No se como lo haces anciano pero a veces creo que sabes mas de mi, que yo mismo.
- Es la edad. en parte la experiencia de la vida, saber escuchar y mirar a los ojos, algo que se ha perdido hoy, ya nadie mira a los ojos, unos bajan la mirada, otros la pierden en sus propios pensamientos. Bueno, creo que es hora de me marche, hace mas frío y mis pobres huesos ya se quejan.
- Si, es mejor macharse, ¿le acompaño?
- No, gracias, no vivo muy lejos y me gusta andar solo.

Comprendí esa sensación, pues es lo que yo buscaba en mis paseos.

Nos despedimos en la puerta con un abrazo cálido, no pude dejar de mirarle mientras se perdía entre la multitud que abarrotaba la Puerta del Sol, y por un momento me sentí él, sentí que llegaría a ser él de viejo, caminando solo por las calles, contando historias a desconocidos, añorando un pasado.

Y me coloqué los cascos, recorri la plaza de santa ana, con las luces violetas en el hotel, y baje por la calle huertas, llena de bares, con sus cristales iluminados, dentro la gente reia. Metí mis manos en el bolsillo y me encogi un poco, sonreí, al fin y al cabo volvía a mi casa, a mis recuerdos, y sentí q encendia una luz, aunque mañana la apague de nuevo, aunque sea apagado encendido apagado encendido, y mire una cristalera de un restaurante asiatico, una mesa pegada a ella, unas sillas vacias, y sin embargo dos siluetas mirandose, como solo lo hacen los enamorados rozandose con las yemas de los dedos...

Mientras en algún risco, de alguna playa lejana un faro enciende su luz.

Apagado, encendido, apagado, encendido...

PD. Hay otros faritos... verdad be?

19 comentarios:

tumejoramig@ dijo...

Hay faros, y faros... también hay farolas, lámparas y linternas. Sé Faro, de esos enormes y majestuosos, como sólo tú podrías serlo, y deja que tu luz, donde esté, guie no sólo los barcos en su viaje, sino tu vida. Sé Faro, brillante y eterno, en noches de tormenta y de calma. Y así, cuando llegue el día, siempre sentirás el orgullo de estar siempre en el lugar y momento perfecto, para que nadie se pierda, para que todos te encuentren, y puedan darte las gracias por tanta luz, sabiendo que las mereces, y que mereces todo el cariño y amor que recibes.

El anciano y sus cuentos...
El anciano y sus aciertos...

Un beso enorme

Adrià dijo...

Estás que te sales parece que las fechas te ponen la mente en "on"...

Ok nico Ok...

NEBET-HET dijo...

Lindisima historia, y lindisima forma de retratar como luce Madrid en estas fechas,me has hecho recordar cuando de niña pasaba mis vacaciones con mi familia alli, que tiempos.... ¡¡ quiero ir a Cortylandia!!

Un besito y un gran abrazo.

Anónimo dijo...

saber escuchar y saber mirar a los ojos... Me gusta tu viejito. Me gustan los ancianos que cuentan historias y que sonríen con los ojos. Esos que saben tanto de las personas que te adivinan por dentro mejor que nadie.

Un beso para ti, y otro para ese anciano, la próxima vez que te lo encuentres, se lo das de mi parte.

Be dijo...

Y cuenta la leyenda que una noche estrellada, el viejo vió cómo el faro se desplazaba y dejaba el risco adentrándose en el mar para navegar libre. Encendido, apagado, pero no inmóvil.
Y sí, verdad, hay otros faritos.
Besos desde otro risco y sonrisas que te iluminen.

Nataly dijo...

Hoy busco un faro encendido pero no lo encuentro; busco un faro que me guíe, quiero volver a rencontrarme con la que fui ayer pero no sé (o no quiero) volver a ella.
Hoy busco mi faro...
Un beso, cuando pases cerca de Santa Ana, entra en el callejón del gato y mírate en su cristal ¿qué es lo que ves?

Anónimo dijo...

Que bien tener de regreso al anciano......más con esta historia......sus historias......que te dejan un sabor agridulce, que te hacen sonreir con una lágrima asomándose sin ser invitada en la esquina del ojo derecho.....una sonrisa que pesa y nos recuerda el vacío grande o pequeño que intentamos llenar.....

Pero HAY otros farolitos, y está el faroler@ que habita en el farol, que a veces se aleja, pero otras tantas regresa y lo habita, y lo llena.....y le da vida.....

"...en algún momento tu silencio dejara de dolerme..."

En algún momento.....

Besos

Churra dijo...

que bonita la historia . Si que hay otros faritos que seguramente tambien se encienden y apagan en algun sitio .
besos(y animos)

Maybe dijo...

Por supuesto que hay otros faros, me encana esa alegoría, ser como faros que iluminen el camino de tantos viajeros que perdidos en la inmensidad del mar, de la nohe, de la vida, busquen ese rayo de luz que los guíe en su camino a puerto seguro...
Que sabio es ese anciano!!
Saludos.

Gaby Gaby dijo...

Creo que en el fondo anhelas ser el anciano.. lleno de historias, de experiencia, de sueños vividos...
No se puede subestimar el valor de las cosas aún las más sencillas... todo tiene una razón de ser, una justificación, un porque...
Quien sabe a cuanta genta habrá salvado ese faro...
Besos

Anónimo dijo...

mirarse a los ojos, algo que ya casi no existe, es verdad...se abren, se cierran, se abren se cierran...se apagan se encienden como faritos...hermosa historia, yo quiero un anciano como ese...

Nicolás dijo...

tumejoramig@ Rstá cercano el día que me de cuenta que ser un pequeño faro tambien tiene su importancia, auique este anclado al risco, ajeno ya a los silencios de la noche. Besos

Henrry J No sabes cuanto valoro tus palabras, antes pense que no podrias superar Humo, despues de oir Un suspiro, me dejas sin palabras. saca el cd ya ¡¡¡ Gracias y un abrazo

Nebet Chiquilla, Cortylandia ya abrió, deberias ir, no es tan bonito como otros años, pero seguro que te hara sentirte niña otra vez. Besitos

Pequeña Los ancianos son un tesoro, que pena q no sepamos verlo, estoy deseando encontrarmelo otra vez, creo que me tiene guardada otra gran historia. Besos, cuando le vea se lo daré de tu parte.

Be Quizas nunca nos separemos de nuestro risco, pero de alguna manera fluiremos con el haz de luz y navegaremos libres. Besos

Natalia Dime cual es el callejon del gato... quiero ver ese espejo, en cuanto al faro mira en tu interior, habra luz suficiente para iluminar mil noches. Besos

Karen Tu lo dices.. en algun momento... con todo el dolor recogeremos la luz la mochila y seguiremos con una gran sonrisa y el corazon lleno. Besos

Churra Faroas hailos, pero somos capaces de verlos, o nos deslumbramos por luces imaginarias? besos

Maybe Deberias verle los ojos, crepitan como si fueran los de un niño cuando cuenta sus historias... Besos

Gaby Voy camino de ello, al menos de ser un anciano jeje con mis historias de encuentros y desencuentros de algiras y lagrimas, ojala un dia pudiera reunir a toda esa gente cerca del faro y hacer una gran fiesta, seria un buen momento para apagar definitivamente la luz. Besos

Cat's Que poco nos miramos a los ojos, a mi me encanta ir por la calle en mi burbuja pensando e ir cruzandome con mil miradas distintas es algo magico
Besos

Nataly dijo...

Nico: el callejón del gato aparece en la obra teatral "luces de bohemia" de Don Ramón de Valle-Inclan.
La referncia justa al callejón dice así:
"Los héroes clásicos han ido a pasearse al callejón del gato y que reflejados en los espejos cóncavos dan al esperpento"
La calle en cuestión es muy pequeñita y se llama c/ Álvarez Gato. Los espejos están en la fachada del café Colón que está justamente en esta calle. Desde la Calle de la Cruz hay una calle que va a dar a la Calle Nuñez de Arce (Plaza de Santa Ana), esa calle que une estas dos últimas es el Callejón del Gato.
http://callejero.terra.es/mapa_callejero.cfm?provincia=MADRID&localidad=MADRID&tipovia=CALL&nombrevia=alvarez+gato&num=1&tamano=1024&x=69&y=16

Preguntarás cómo una de BCN sabe todas estas cosas. En el mes de junio estuve solita callejeando por el MAdrid de las letras, el MAdrid de la literatura y descubrí muchas cosas. Te recomiendo la visita por el Barrio de las letras; déjate transportar al Madrid del siglo XVI, XVII, XVIII, XIX... fantástica experiencia!!!
Palabrita de filóloga!!! jejjeje

Nataly dijo...

Por cierto!!! ya me contarás qué tal te ves en los epsejos cóncavos!!
Besos

Carlota dijo...

Nico:eres un cuentista estupendo...me encantó ese viejito...me recordó a mi padre, con el que ayer estuve y me deleitó con mil y una historias de su niñez...algún día las escribiré. Un abrazo.

Anónimo dijo...

probando enviar

Anónimo dijo...

mi soledad no es ningún velorio de un día ya ido.Es una fiesta porque ya se ha ido.
dice el poeta que la soledad es un espejo que no miente...me recuerda un verso de Leonard Cohen: Your loneliness says that you´ve sinned"-tu soledad dice que has pecado--
Nicolas, en muchos blogs se habla de la soledad.joder, si todos los solitarios se juntasen, como la banda de los corazones solitarios del Sargento pimienta, cantarían all together now eso de Roy Orbison :you´re not alone anymore--ya no estás solo (la cancion se titula "You´ve got it")
Perdona, no leí tu texto, sólo vi el video-clip, pero me es tarde y debo seguir cabalgando la noche.
Un abrazo.A veces leo tus comentarios atinados y animosos.(se dice "animosos"? porque animosidad es mala cosa)

MORGANA dijo...

Mañana voy al circo, pero no donde hay animales maltratados, no, voy al único circo que me gusta, Circo del Sol, bueno te lo comento porque has empezado el post hablando del circo.
Sabes? estaba leyendo tu relato y me venia a la mente una y otra vez la canción "12 segundos de oscuridad"
Me ha gustado tu relato, sobre todo como has descrito el trayecto desde tu portal hasta la plaza santa ana, me encanta ese lugar, pero cuando no hay mucha gente, con un tiempo más calido y en frente del reloj de sol.
Besos.

Dejame que te cuente dijo...

la primera vez que vi el video de arjona sobre la soledad, lloré...
la soledad no es una enfermedad, simplemente es una costumbre...
algunas personas decidimos estar solas por que si....porque ninguna compañia nos llena, porque no tenemos la compañia que deseamos y por mil cosas mas....
Pues estar todo el dai rodeada de gente....de tus hijos, de familiares, de personas que intervienen en tu trabajo...y aun asi sentirte terriblemente sola...
porque ya te digo que la soledad tambien se elige....

Un placer leerte como siempre nicolas.....
un abrazo ¡¡¡