Había una vez una caja de cerillas
Había una vez un chico que vivía en esa caja de cerillas
Y había una mesa cuadrada que algunas noches, solo algunas se vestía de blanco a la luz de las velas
Había música y un crepitar en una mirada.
Había un puff de color rojo y unos amaneceres sin fin
Había unos sueños flotando en una bañera pequeña mientras se doraban unas patatas fritas.
Había un esperar a esperarte y un adiós que sonaba a un hasta pronto
Había un imbécil que vivía en esa caja de cerillas que no sabía ver que la vida te da un regalo una vez y solo una vez
Había una sonrisa colgando de lazos rojos y azules y una escalera de madera que cantaba con el baile de tus pasos
Había una vida que surgió del invierno más profundo para abrazar una primavera
Había algo mágico que nadie supo explicar
Había... hasta que decidió salir por la puerta llevándose todos los había.
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