lunes, enero 20, 2014

Más allá

Sobre la mesa una vela en forma de número se ha deshecho.

En su casa ya no suena el despertador.  Siempre abre los ojos una hora antes, silenciosamente, para no despertar a nadie, lo apaga, entra en el baño y se mira al espejo.

"Me siento joven" - se dice - "pero soy ya tan viejo para algunos..."

Imagina, mientras ve su rostro, que alguien con una enorme goma de borrar marca "milan" ha hecho desaparecer su sonrisa, como si la hubieran dibujado con un lápiz.
Tan fácil de borrar.

Prepara el café, unas tostadas, un beso triste y lacónico que deja caer en una mejilla, sonidos de alguien que se viste, de alguien que se ducha,de una puerta que se cierra y que unicamente deja tras de sí un silencio que se le aferra a la garganta y aprieta... y aprieta....

Recoge las cosas, las lava despacio,  tiene todo el tiempo del mundo, contra el que lucha en una batalla que tiene perdida.

Se viste en silencio, y sus zapatos le miran sabiendo que recorrerá el camino una vez más, el mismo camino que ya hace meses recorre, cada mañana.

Echa andar, cruza la calle y se sumerge en el parque, su mirada perdida cruza los árboles, cruza las nubes, que ese dia tapan su Madrid, porque más allá, se dice, seguro que hay un cielo azul...

Más allá...

Se sienta en el banco, dentro de poco llegarán los que lo habitan de 11 a 1 de la tarde.
Una chica de cuarenta y pocos, licenciada, un señor de cincuenta que desde los dieciseis no dejó de trabajar.

Se saludan, hablan poco, quizás porque no saben que decirse, aunque tengan tanto en común, el señor saca de su bolsillo un bolsa llena de migas de pan, y las lanza mientras los gorriones y las palomas se pelean por el trofeo.
Ella abre el periódico, con la vista cansada, como si su esperanza también la hubiera echado a las palomas. Y recorre, bolígrafo en mano, las ofertas de empleo.

Les mira, hasta hace unos meses eran extraños, en una situación ajena.
Ahora es uno más, es como ellos.

Y sobre Madrid empieza a llover.

1 comentario:

Unknown dijo...

Jajajaj. Que obsesión tienes con que echar pan a las palomas en un banco es de viejos.
En serio, es muy actual y llega, como todo lo que escribes. Sin decirlo, sabemos que sienten, sin embargo son dos más, bueno tres números más para el resto de la sociedad.