lunes, diciembre 03, 2012

Historias de Navidad


Estoy sentado en esta mesa vieja de madera, un pequeña luz ilumina mi portátil.
Tengo abierto el Word,el cursor parpadeaba a la espera de que pulse las teclas.
Una historia.
Una historia de Navidad, con sabor a Navidad, con sentimiento a Navidad.
Un pequeño articulo que escribir, para ir tirando.

¿Coño, y qué sentimiento de Navidad voy a tener yo ?

Me he quedado sin trabajo, tan fácil como una llamada al despacho.
".. ya sabes las cosas van mal, hay que recortar personal y al ser personal subcontratado. has
hecho un buen trabajo pero la crisis.."

No había mucho más que decir. ¿Para qué? 
Ya llevo unos meses así y ahora Navidad...
Dicen que las desgracias no vienen solas, y como no esta no iba a ser una excepción, mi chica
me había dejado por un compañero de trabajo, sin más, de la noche a la mañana.

En la cama se mueve el chico y me llama.

- ¿Me podrías traer un vaso de agua?
- Claro que si, cariño.
- Papá, mañana es Nochebuena, cenaré con mamá ¿lo sabes, no?
- Sí lo sé, no te preocupes, aunque ya eres mayor Papa Noel seguro que también pasa por aquí.
- Bueno no te lo decía por los regalos, era por que me hubiera gustado cenar contigo, ¿que harás?
- Anda sigue durmiendo, no es momento de charlar de esas cosas.

Le arropo y en seguida cae en un plácido sueño.
Si supiera que no tenía con quien cenar esa noche.

Una chispa surge en algún lado, la magia de  ver los regalos de Navidad bajo el árbol, los nervios
de la espera cuando uno se mete en la cama... "vamos a dormir que si no no llegaran los reyes magos..."

La mesa engalanada, todos ayudan, y por un día, un día al año, la familia se reúne, se
intentan olvidar viejas rencillas, " ¿has visto a tu nieto, papá...? (papá cuanto te hecho 
de menos). Todo se para alrededor de esa mesa, una noche, un día al año.

Apago el ordenador, sin una letra que escribir, y lo peor sin ningún sentimiento que transmitir.

A la mañana siguiente, damos un paseo por el centro, antes de que vengan a recogerlo.
Madrid está vestida, pese a los recortes, a Navidad, la gente corre a hacer las últimas compras,
detrás del Corte Ingles de Sol, decenas de personas con sus niños asisten a la enésima representación
del Cortylandia, una llamada más del marketing. 
¡Qué lejos quedan los días donde la Navidad era algo más que comprar!

Volvemos a casa, él aún no ha perdido la candidez de vivir estos días como algo especial, y en el fondo
siento envidia, cuanto sueños e ilusiones se nos desprenden en el camino de hacernos mayores.

Al poco rato llaman al timbre, le abrazo, intento contener las lágrimas, es sólo una noche, pero es
Nochebuena, demasiadas ausencias, demasiadas sillas vacías.

- Mañana vuelvo, yo también creo que vendrá Papa Noel para ti. Estoy seguro.

Se cierra la puerta y como si estuviera escondida tras ella, la soledad se abalanza y me devora.

Son las 8, a través de mis paredes como si de papel se tratasen se filtran los cánticos y las risas de
mis vecinos.

Enciendo el portátil he de escribir el relato, hoy por hoy es la única entrada de dinero que tengo, 
sin embargo mis dedos está fríos y las teclas huyen de su contacto.

Llaman a la puerta.
Es raro, no espero a nadie, quizás sean los chiquillos pidiendo el aguinaldo y cantando algún villancico.
Abro la puerta.

- Hola vecino, acabo de llegar a Madrid, y soy nueva en el edificio, pasaba a desearte feliz navidad
y ya de paso saludarte.

- Vaya.. pues feliz navidad, no es corriente en Madrid, yo casi no conozco a ningún vecino. Pasa.
- Pues de donde yo vengo es lo normal, uyss perdona quizás ibas a irte a cenar.
- No, la verdad es que no voy a salir.
- y.. no tienes nada preparado ¿vas a cenar solo?
- ... bueno... si, si voy a cenar solo.
- De eso nada, yo también voy a cenar sola, así que.. ¿que te parece si cenamos juntos?
- Ummm trato hecho, sólo con una condición.
- A ver con que te descuelgas vecino.
- No es nada, sólo que tengo que escribir un relato sobre el espíritu de la Navidad, y creo que tú
podrías ayudarme.
- Si es eso, cuenta conmigo.

Y sonríen sus ojos, por un momento oigo a mi peque: "yo creo que Papa noel vendrá esta noche para ti"
Y quizás sea así, y acabe de aparecer.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

"Estaré en mi casa esta Navidad,
tú serás la nieve y yo el fuego de tu hogar,con la noche buena llegará el amor,quiero estar contigo al menos con el corazón"

Nicolás dijo...

Gracias anonimo... bonita letra de canción la que has utilizado

Marisa Garrido dijo...

La mesa en Navidad queda pequeña por la cantidad de gente que entra por la puerta, mientras entran pienso. - ¡vaya noche que me espera¡ Besos a la nueva novia de mi hermano, (con está, ¿cuántas llevamos?) besos a mis tíos que son insoportables cuando beben una copita de más (por lo que he decidido que les aguaré el vino) :P Mi hermano con su hijo, ese monstruito llorón que no deja de molestar, al abuelo noto como se le empañan los ojos por ver a toda la familia reunida mientras se come el turrón prohibido y la abuela le regaña por comilón; en la cocina suena la música mientras los platos se van cocinando lentamente. Algún niño decide cantar villancicos para sacar el aguinaldo, puedo ver las sonrisas, sentir el cariño y me derrito al ver a todos apretujados en la mesa. Claro que todo no va como nos gustaría pero eso no me impidió que en un arrebato de locura me fuera al Corte Ingles y rescatase a la señora Navidad para sentarla en mi mesa. Prometo que mañana la devuelvo a la sección juguetes.... por si te apetece ir a buscarla seguro que no le importa.

Marisa Garrido dijo...

:) perdona que me he ido sin depedirme.

Saludos. Espero que tu Navidad sea como la que todo niño sueña, esa sensación que invade hasta cada poro de ilusión.

Marisa

Nicolás dijo...

Marisa

jejeje muy bueno Marisa, y que pasa si no se devuelve, no estaría mal