miércoles, noviembre 21, 2012

Un papelito (Una historia ficticia)


Otra mañana más.
El anden se llenaba de gente a la espera del tren de cercanías.
A esas horas tempranas de la mañana, cuando el sol aún
se esta quitando la sábana de la cara, y la luna corre
para que nadie apague sus estrellas, los estudiantes se
arremolinan, vaqueros que casi rozan el suelo, se juntan
con mochilas llenas de apuntes y libros, dedos que se
deslizan en pantallas de cristal, facebook, whasapp..


Subo a uno de los últimos vagones, no cambio nunca, es
como un ritual, mismo vagón, casi la misma gente.
Siempre entro el último es la forma de quedarme apoyado
en la puerta, además me gusta observar a la gente, sus
caras. Intento adivinar cómo son sus vidas, en que están
pensando, intentar ver que hay tras sus miradas.

Ella sube en la parada siguiente, a veces hemos cruzado
la mirada, puede que sea así pero he notado que se sonroja
si la miro fijamente.

Mantenemos una conversación en silencio, donde buscarse
con la mirada es un hola, y también un adios.

Su pelo, teñido de color cae en cascada, sus ojos son
un dulce de leche sumergido en un lago de aguas tranquilas.
Su rostro desprende ternura envuelta en un halo de
miseriosa pasión.

Dos paradas más y esa pequeña película diaria colgará
una vez más su cartel de "the end", sólo que esta vez,
quien sabe, puede que sea un "continuara".

Me acerqué.

- Perdona - le dije - se te ha caido este papel.
- No es mio.
- Si, si es.

Suena el pitido de cierre de las puertas, ella salta al
anden mientras desenvuelve el papel.

El tren avanza, vuelvo a ponerme los cascos, y pienso
ale jacta est.

Han pasado 3 días, no he vuelto a tomar el mismo vagón quizás
por no enfretarme a ella, a veces es preferible
vivir de un sueño, que darte de bruces con la fría realidad.

Sin embargo, al cuarto día recibo un email.

"Hola.

NO tenía pensado escribirte, cuando ví tu direccion de correo en
papel era lo último que me esperaba, pero despues de pensarlo
y no verte en el tren, me he dicho ¿y porqué no?.
Asi que si quieres ya tienes mi dirección de correo.

Un beso"

Sin espera un momento, doy al botón de Responder.

"Hola

Chica sin nombre, me costó entregarte el papel, pero la vida es
de quien se arriesga. ¿Te arriesgas a tomar un café, mañana a
las 7 en "El narizotas"?

Un beso"

Un minuto, dos, tres, y un nuevo correo.

"Si"

Son las 7, ella llega sólo 5 minutos tarde, me sonrie, le sonrio
entramos, el bar es de dos plantas, subimos, dejamos los abrigos
nos sentamos, el camareo llega pedimos dos cervezas, y cuando se
va un silencio se hace entre los dos.

Como si quisieramos cortarlo, hablamos a la vez

- Tú primero
- NO tú primero.

Y asi empieza un manantial de palabras, a veces es un suave murmullo
de fondo, por que me pierdo en sus ojos, en como mueve las manos, como
sonrie, y hasta como llega a ruborizarse.

Y como un lector con un libro viejo, nos leemos, nos empapamos de
nuestras historias, descubriendonos poco a poco.

El tiempo corre, llega el momento, en la puerta del bar ella espera mi
pregunta, en mis labios las palabras se a amontonan con miedo a abrir
la puerta y no encontrar la luz. POr fin salen a borbotones

- ¿Quieres que volvamos a quedar?
- Si, por supuesto que si.

Cuando llego a casa, tengo un correo:

"Hola, soy yo, sólo quería escribirte unas líneas:

Abre la puerta
No digas nada
Deja que entre el sol
Deja de lado
Los contratiempos
Tanta fatalidad

Abre tus alas
Al pensamiento
Y déjate llevar
Vive y disfruta
Cada momento
Con toda intensidad

Y tú
Que vives tan ajeno
Nunca ves más allá
De un duro y largo invierno

Abre la puerta
No digas nada

Es una canción de Luz Casal que me encanta, espero que sepas leer entrelineas"

De pronto siento un ligero empujón.

- Perdone,- me dice una persona.

Abro los ojos, siento el traqueteo del tren, ella está alli, me mira
y cuando se cruzan las miradas ella baja la cabeza.
En mi mano llevo un papel.
El tren para.
Se abren las puertas, ella se detiene un instante frente a mi,
yo me quedo quieto y cuando se cierran las puertas miro el papel en mi mano.

Mañana, mañana si que se lo doy, y todo lo que he imaginado se hará realidad.

3 comentarios:

Masakoy dijo...

Mira qué bonito. Si no fuese porque tengo los dedos fríos te escribiría una frase como un día de verano.

Me ha gustado, muchachote

Laira dijo...

Perla tras perla me has dejado con una dulce historia entre las manos.
Muy bonita y muy cierta, hay que arriesgar, puede que todo lo que imaginamos no este tan lejos de hacerse realidad.
Si no saltamos al vacío no sabremos nunca si bajo hay vida.
Besos.
Enhorabuena (como siempre).

suspiro dijo...

"Sentir" linda canción. Te faltan partes clave de la canción.
Besos niño.