sábado, septiembre 22, 2012

Aún sueño

Son las 8 de la mañana.
Mes de mayo.
Un dia gris que parece mas finales de Octubre.

Y llueve. Llueve sobre Madrid.

En mis  manos tengo un cafe, 1,40 euros, un poco de calor para afrontar la mañana, bajo esta esquina del cine, espero, espero a un cliente.
Por mi garganta se desliza un sorbo de ese café y dejo que su calor me llene, cierro los ojos y recuerdo...

"Vivía en una ciudad hermosa, con un mar hermoso, y una tranquilidad hermosa, eres feliz, todo lo que una niña pequeña puede llegar a serlo, hasta aquel octubre del 91 cuando todo se rompió, como cuando un vaso cae al suelo y se hace añicos.

Mi padre fue reclutado a la fuerza, las fuerzas serbias no tuvieron ningún tipo de piedad, era la limpieza racial, en la Europa moderna, esa misma Europa que miraba a otro lado, mientras mi madre y mis hermanas junto a miles de personas eramos desplazados.
De mi padre nunca mas supimos, ahora le imagino enterrado en algun bosque no muy lejano a mi querida Dubrovnik.
Mi madre desapareció una noche del campamento de refugiados, cuando los soldados hacian sus incursiones en busca de lo que ellos llamaban "tiempo de entretenimiento".
Luego leí todo lo que les hacian, interminables violaciones en grupo, tratadas como esclavas, encerradas de dia, para sacarlas de noche como si de perras en celo se trataran.

Lloré, lloré muchos días, hasta que se me secaron las lagrimas, hasta que el corazón se me seco y se convirtió en una dura piedra."

Bebo otro trago de café, mientras la gente pasa a mi lado y veo como me miran, algunos con reproche como si estuviera aquí por mi gusto, en su Europa moderna, el paraíso de la prosperidad, ¡ja! ellos cierran los ojos, como los cerraron cuando los francotiradores, jugaban al tiro al blanco con ancianos y niños, un punto de mira, y son Dios, eligen quien debe vivir quien debe morir, un ligero zumbido y la muerte viaja encorsetada en metal que viene de Estados Unidos, o de esta vuestra maldita Europa.

Alguien se acerca, le sonrío, establecemos un precio y vamos al hostal de siempre, la habitación huele a tabaco, le indico el baño para que se lave, mientras despacio me desnudo, el sale, establezco mis normas nada de besos en la boca, ni por detras, obligatorio  condón.

Se tumba y noto su peso sobre mi, mientras vacia sus prisas en mi piel, yo sueño con la arena caliente de mi playa, con volver a ser esa niña que corria por las calles, a las 7 de la tarde cuando mi padre volvía del trabajo. Sueño con volver alli donde mi hermana vive aún con mis abuelos.

Deja los 30 euros tirados sobre la unica mesa de la habitacíon, se viste y sin mirar atrás cierra la puerta.

Voy al lavabo, me lavo, me enjuago la boca y me miro al espejo, algunas arrugas cruzan ya mi cara, a pesar de ser tan joven, recompongo el carmín de mis labios, y guardo los 30 euros, esos que me van acercando a mi sueño, sueño con volver, y mientras me acerco a mi sueño mi corazon se endurece un poco más....

****

Hoy subia al trabajo alli bajo una esquina al lado de la puerta de los cine Acteón una hermosa chica de veintipocos años con rasgos yugoslavos, apuraba un trago de café, mi mira y la miró, y en sus pupilas leo esta historia ¿verídica? quien sabe puede ser...

5 comentarios:

Masakoy dijo...

Una historia más cierta que la vida misma.

Maybe dijo...

La historia de muchas.
Saludos.

Humberto Dib dijo...

Hola, Nicolás, hacía mucho que no pasaba por tu blog.
Tu historia me parece sacada de la vida real... o es la mano del artista que le da ese toque.
Un abrazo.
HD

amarcos dijo...

Sigues teniendo ese talento para escribir cosas que son y parecen o parecen y son..

Un abrazo Nico.

Nicolás dijo...

Gracias por vuestros comentarios, la realidad supera la ficción muchas veces y es triste pensar que eso existe pero que dimos la espalda, como estamos haciendo con Siria.

PD: Un abrazo amarcos, hace mucho que se sabe nada de ti, espero que la vida te sonría