martes, julio 10, 2012


Yacían en el suelo las fotos de aquel viaje.
Con su castillo y el verde de su jardín.

Sobre la mesa, desparramadas, las notas que había ido dejando formaban un puzzle de sentimientos.
Crepitaba una vela y las sombras reflejadas en la pared bailaban una bachata.

No había otra luz en la habitación y del equipo de música un violín y un piano respiraban música.

La puerta estaba abierta, nadie quedaba ya , sólo el aroma que dejó en el aire su perfume.

3 comentarios:

Maybe dijo...

No somos más que un mar de recuerdos, sentimientos y sensaciones.
Siempre es grato pasar por tu blog.
Saludos.

Marisa Garrido dijo...

:) Me alegra pensar que el prota ya no se encuentra en la sala, tal vez ha decidido que ya es hora de dejar todos aquellos recuerdos latiendo en el silencio de lo vivido y con un poco de suerte se encuentre en ese momento bailando con una nueva ilusión, dejando que su corazón formen nuevas imagenes, sonrisas sin amargura y sobre todo levantarse con esa sensación que es inexplicable... de que todo va bien

me gusta mucho como escribes.

Marisa

suspiro dijo...

Nadie quedaba ya, la desidia se encargó de cerrar esa puerta y dejar dentro sólo la tristeza y la cobardía.