viernes, abril 29, 2011

Olvidando

Todo sucedió de un día para otro, o quizas se fue gestando como una semilla bajo tierra, que no se ve hasta que una mañana entre la arena aparece un tallo.

Sólo fué un: "no me acuerdo", "se me ha olvidado".

Luego las preguntas que se reptian cada cierto tiempo.

Más tarde ese tiempo se fué acortando.


Quien sabe que pasa por tu mente cuando piensas "me han robado" y buscas en un cajón y en otro y en otro, y cuando llego y te enseño que allí están las cosas que no encontrabas, esas mismas que dices "me las ha robado", callas y miras.

Y yo intento tener paciencia, y decirte: "no te preocupes, están aquí", aunque tus ojos lloren al comprender, sólo ese instante, que algo está pasando.


Un dia, abrirás la puerta y me mirarás, descubriré en tu mirada un brillo extraño, un brillo ajeno, y tus labios se abrirán para decir. "¿Quién eres?".

Sé que esas palabras se clavarán en mi piel como chinchetas, y por mucho que intente quitármelas estas se habrán pegado como esparadrapo, sin esquinas de donde tirar para arrancarlas.


Ya sólo me quedaran los recuerdos, esos mismos que en algún lugar escondido de tu mente tú también tienes, pero que ahora ya no llegas a encontrarlos.

2 comentarios:

suspiro dijo...

Y cuando el olvido llegue estarás siempre contándole lo vivido, lo compartido, las risas más que los llantos. Aunque esas historias le suenen extrañas, ajenas tu estarás ahí para hacérselas sentir cercanas.
Besitos.

Nicolás dijo...

suspiro
Cuando llegue, quien sabe... a veces se olvida sin recuerdos, y otras por más que se quiera no se olvidan los recuerdos