Buscó sitio en el mismo lugar que años atrás se sentó delante de unos ojos oscuros que bailaban al son de la vida.
Subió el camarero, un hombre devorado por la edad, le sonrió cuando le preguntó que deseaba tomar.
Él devolvió la sonrisa, pidió una cerveza, y saco un viejo block de su mochila.
Esperó a que le sirviera la cerveza y una vez que el camarero se hubo marchado, empezó a escribir.
Cosas que echo de menos
- Conducir en una noche de verano con la música bien alta, con las ventanillas bajadas y viendo como el viento se enreda en tus cabellos mientras sonríes.
- Echo de menos llegar a casa y ver una luz encendida, y saber que estas allí
- Echo de menos llamarte para saber que quieres de cenar y esperarte en la cocina
- Echo de menos no poder esperar a contarte como me fue el día, y que tú me cuentes
- Echo de menos mis paseos por las calles de Madrid, con mis cascos puestos, sin prisa por llegar a ningún sitio.
- Echo de menos no coger este block y escribir los sitios donde nos gustaría ir, e ir apuntando todo lo que haríamos cuando llegasemos allí
- Echo de menos bailar pegado
- Echo de menos el olor a café que te despierta cuando lo llevo a la cama
- Echo de menos un beso de buenas noches que se convierte en otro y otro y otro...
- Echo de menos cubrirme con una manta mientras oigo la lluvia estrellarse en los cristales y que tú te acurruques en mi pecho.
- Echo de menos enredar mis dedos en tu pelo.
- Echo de menos aquellas comidas donde nos reuníamos toda la familia y se hacían largas e interminables.
- Echo de menos acunar a un niño entre mis brazos
- Echo de menos caminar por la playa por la noche
- Echo de menos esas noches de verano escuchando a Bruce Springsteen
- Echo de menos reir, sin saber porqué, sin poder parar hasta que duela el estómago
- Echo de menos estar despierto mientras te veo dormir
- Echo de menos bailar sin parar en mi caja de cerillas con la luz apagada
- Echo de menos bailar sin parar en mi caja de cerillas con la luz apagada
- Te echo de menos aunque no sepa donde este
Apura la cerveza, vuelve a mirar aquel bar, y se mete la hoja de papel en el bolsillo trasero de su pantalón vaquero convencido de que irá tachando uno a uno sus echo de menos.
1 comentario:
Eso está bien, nunca hay que perder la esperanza. Besos.
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