Hay una mesa pegada a un cristal.
Hay dos sillas enfrentadas y hay dos miradas que se cruzan.
Hay palabras que se dicen y palabras que se quedan colgando en los labios.
Hay un autobus que arranca.
Hay un adios y hay un te quiero pegado a un ¿me quieres?
Hay un camino de regreso y hay una acera que crepita bajo el calor de Madrid.
Hay un sueño que espera a la vuelta del autobus, bailando con una musica que desprende un ipod.
Hay.
2 comentarios:
Qué bonita. Parece poesía.
Los sueños que esperan así deben de ser bellos.
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