Eran amigos.
Eran más que amigos.
Había entre ellos una conexión
más allá del sexo, más alla de la amistad, más allá incluso de lo que
muchos hubieran llamado pareja.
Pero no eran pareja.
Ni siquiera eran novios.
Cuando ellos buscaban una definición les gustaba llamarse "amigos especiales".
Se
habían conocido una tarde, de esas que sabes que no va a pasar nada, y
sin embargo hay algo que sucede y te cambia la vida para siempre.
Ya
hacía años de aquello, y aunque vivían en ciudades separadas estaban
mucho más cerca que si hubieran sido vecinos. "Hablaban" todos los dias,
horas y horas chateando por el ordenador, pasaron buenos tiempo y
celebraron cada logro de cada uno, también hubo momentos tristes,
enfermedades, problemas, que compartían aunque fuera en interminables
charlas escritas.
Llegó un momento en que dieron el paso y se
conocieron, con todo el miedo del mundo, cara a cara, pese a haberse
visto en fotografías y saber cual era la voz de cada uno, temblando se miraron a los ojos.
Un simple paso que confirmó que la magía virtual que había entre ellos tambien se había trasladado a su piel.
Fue
la primera vez de muchas que quedaban, a veces él se desplaza, otras
era ella la que iba a verle, y nunca en aquellos breves encuentros hubo
tiempo para las dudas, se entregaban a disfrutar de las horas que
podían estar juntos, y como dos niños no paraban de jugar, de reir, de
sorprenderse que a pesar de las horas y horas que hablaban nunca había silencios incómodos.
Cada vez las despedidas era un poco más tristes, y cada vez el lazo que los unía se hacía más fuerte.
Con
el paso de los años, ella quería algo más, pedía algo más, él retenía
sus sentimientos, se había acostumbrado a cerrar su corazón, y cuando
ella le preguntaba él contestaba "estamos muy lejos" "no es posible",
incluso postergó sus citas por el miedo a que aquello se le fuera de las
manos, a que esa relación especial se perdiera, sin saber que lo que
hacía era ir perdiéndola.
Se acostumbraron a despertarse
mutuamente, a dormirse con el ultimo brillo de la pantalla, a tenerse hora tras hora, día tras día.
Cuando quedaban, ella siempre preguntaba "como besaras cuando llegue" y él siempre contestaba "ya lo verás".
Y
la vida pasaba, como si nada pudiera afectarles, como si aquello fuera a
durar toda la vida, aunque en el fondo ellos sabían que no iba a ser
así, que llegaría el momento en que habría que cruzar la línea,que habia que
decir "ven", "voy".
Ella quiso y se atrevió, el quisó y no se
atrevió, ni siquiera fue capaz de decirle que en el fondo lo deseaba y
que estaba dispuesto a trasladarse, no podia dejar que ella dejase su
mundo por él, él que tenía miedo a fracasar de nuevo y a arrastrala a
ella en su fracaso.
Y sucedió lo que tenía que suceder. En una tarde de las que parece que no va a pasar nada, pero lo que sucede te cambia la vida.
Ella
conoció a alguien, y se lo dijo, él leyó sus palabras, y sólo supo
decirle, "inténtalo, yo soy algo que está aquí y él es algo que está
allí, alguien tangible".
No tardó en arrepentirse de aquello, en el mismo instante que sintió que la estaba perdiendo.
Y
no supo que hacer, al principio pensó en desaparecer, pensaba que ella
merecía ser felíz y él no podía ser una sombra, ella le pedía que no lo
hiciera, que no soportaria no tenerlo, que el tiempo diría, incluso
cuando él le dejó claro que lo mejor era no tener contacto por un
tiempo, que ella se decidiera, aparecía la lucecita verde del mensaje
"le he dejado, no te vayas, no me merece la pena perderte".
Y él siguió.
Y él intentó que no pasara, le contó lo que sentía, el error que había cometido, lo ciego que había estado..
Fue entonces cuando como si el destino quisiera jugar una mala pasada escuchó una canción:
Porque no te bese en el alma cuando aun podía
porque no te abrasé la vida cuando la tenía
Y yo que no me daba cuenta cuanto te dolía
y yo que no sabía el daño que me hacia
Como es que nunca me fije que ya no sonreías
y que antes de apagar la luz ya nada me decías
Que aquel amor se te escapo que había llegado el día
que ya no me sentías que ya ni te dolía
Me dedique a perderte y me ausente en momentos
que se han ido para siempre
Me dedique a no verte y me encerré en mi mundo
y no pudiste detenerme
Y me aleje mil veces y cuando regrese
te había perdido para siempre
y quise detenerte
Entonces descubrí
que ya mirabas diferente
me dedique a perderte
Porque no te llene de mí cuando aun había tiempo
porque no pude comprender lo que hasta ahora entiendo
Que fuiste todo para mí y que yo estaba ciego
te deje para luego este maldito tiempo
Me dedique a perderte "
Era
tarde, a sus palabras ella sólo contestaba con un "lo siento" " si me
lo hubieras dicho antes", y él " si alguna vez lo dejas, si esa
historia tiene final y yo sé que lo tiene, dímelo y veremos donde están
nuestros corazones".
Ella le contestaba: "si volvemos, sera para
estar juntos si o si, me dara igual lo que me digas y todos los puntos
negativos que le saques", "espero que no sea tarde cuando vuelva a ti, para estar juntos, porque sé que pasará".
Pero ella había tomado ya su decisión.
Él no pudo estar ahí, la tristeza y el dolor por haberla perdido por su propia estupidez pudo más.
Escribió
sus últimas palabras "no puedo desearte que seas feliz, quiero ser
egoista y pensar que de esa manera quizás haya alguna oportunidad,
cuidate mucho te quiero... y si alguna vez... ya sabes.... estaré"
La luz verde del móvil se apagó.
La ventanita del chat se cerró.
Pasó el tiempo, alguna vez él recibia un feliz día junto a un beso, alguna vez él sólo le mandaba un beso.
Y una tarde, de las que parece que no va a pasar nada, pero lo que sucede te cambia la vida. la luz verde del móvil se encendió:
- Hola ¿estas ahí? - escribió ella.
- - contestó él como solía hacer.
- No, por favor, contéstame, quiero hablar contigo.
- Pero... sabes que...
-
Sí lo sé, quedamos en que no hablaríamos más a no ser que... y lo he
dejado, no podía olvidarte, quizás en aquellos momentos cuando todos,
mis amigos, y tú incluido me dijisteís que lo intentara que fuera
feliz... me dolió tanto que fueras tú el que lo dijera... él era un buen
tipo, estaba bien con él, me divertía con él, pero él no eras tú, y lo
que hacíamos siempre me recordaba a ti, pensaba" y si lo hubiera hecho contigo", pero luego mi cabezoneria me decía que tú me "empujaste a esto" que nunca te
decidiste a luchar a lanzarte a intentarlo, y cuando lo hiciste , yo
estaba tan dolida... ahora quizás sea tarde, nos hemos hecho mucho daño
los dos, yo sé que lo pasaste mal, muy mal, y que quizás ahora ya ese
dolor, haya cicatrizado, puede que no tenga derecho a volver, ni a
escribirte de nuevo que" espero que no sea tarde cuando vuelva a ti, para estar juntos, porque sé que pasará"..
.- Por favor no te culpes, yo fui el culpable de lo que pasó, yo te perdí...
- Y ahora... entonces...
-
Ahora.. es cierto que sufrí, y no puedo decirte que tuvieras tú la
culpa, yo me lo busqué, he ido recuperando los trocitos de mi corazón
roto, he ido buscando cómo perdonarme a mi mismo por ser tan ciego por
ser tan estúpido y no haber visto lo que tenía delante... ahora... estoy
tranquilo, no todo el tiempo, no, porque guardé lo que sentía por ti
junto con los recuerdos y mi culpa en un arcón en el fondo de mi
corazón, y aún a veces se abre y sale la nostalgia, porque nunca supe
cerrarlo de verdad.
- Lo siento, lo siento tanto, nunca quise, tú lo sabes... pero pasó...
- Yo también lo siento y no sabes cuanto.
- Entonces, es el final...
-
Siempre hay un final, pero a veces el final no es un punto y aparte, a
veces es sólo un punto y seguido, y esto lo es, si, lo es, es nuestro
punto y seguido, no he podido olvidarte, y desde aquel día siempre he
esperado este momento, no puedo prometerte que desde ya mismo todo sea
como antes, no puedo prometerte que a veces las cosas no sean como eran
antes... tan perfectas, pero puedo prometerte que me iré donde tu estes,
que volveremos pero esta vez sin luces verdes y chats, seré tangible y
estaré a tu lado, y cuando tu creas, cuando creamos que estamos
preparados, te diré "hemos vuelto para
estar juntos si o si, me da igual lo que me digas y todos los puntos
negativos que le saques,... por que esta vez no voy a dejarte escapar.
- Tonto... estoy llorando.... te quiero tanto que...
- Tanto que ni sé.
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