Miró al espejo.
- Me perdí.
- ¿Te perdiste?
- Sí
- ¿cuando?
- Cuando la puerta se cerró sin decir adios, me perdí.
Cuando se cruzaron esas miradas que podían atravesar la piel y alma cargadas de odio, me perdí.
Cuando todas esas películas recreaban el amor como una historia sin fin, me perdí.
Cuando tras una enfermedad. murió, en su funeral me perdí
Tras la sonrisa de una niña pequeña, me perdí.
Con mis silencios, mis miedos, mi coraza, me perdí.
Y cuando me perdí, siempre siempre la perdía
- ¿Y que harás?
- Creo que tengo que perderme para encontrarme.
- Eso es una incongruencia
-
He de perderme para encontrar lo que perdí, simplemente a veces cuando
te pierdes de ti mismo vuelves a encontrarte, cuando has dejado de ser, y
has perdido lo que eras, que mejor que volver a perderse para encontrar
lo que quizas una vez uno fue.
- Lo que uno fue se pierde, como cuando pierdes a alguien, ya nada vuelve a ser igual
- Si, creo que llevas razón, nada vuelve a ser igual, pero puede ser diferente.
- Diferente, perderse, encontrarse...
- Me da que es una conversación que ya hemos tenido tu y yo
- Sí, es asi, quizas diferente, pero en el fondo igual.
- Es por eso que no me he encontrado
- Es por eso que has de perderte
- Quiero perderme para encontrar todo lo que perdí
- Pero puede que haya cosas que ya no encuentres
- Me bastará si al final encuentro un trocito de mi
- ¿Bastará?
- Sí, bastara para empezar de nuevo.
- Te deseo toda la suerte del mundo
- No te me pierdas, te echo de menos
- Siempre estaré aquí, al menos soy tu reflejo
- A veces ni siquiera se si mi reflejo soy yo
- Lo soy, siempre...
- Bien, he de irme, no te me pierdas ¿vale?
- No me perderé, si me prometes que tú tampoco al menos te perderás de mi.
- Prometido.
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