jueves, enero 14, 2016

Estrellas

Bajamos a la playa, el sol intentaba sumergirse entre las aguas dejando tras de si una amalgama de colores naranjas.

Nos sentamos en la arena aún caliente, miré a mi pequeño, parecía divertirle los resplandores de los últimos rayos de sol que saltaban de ola en ola.
De pronto percibió una luz brillante en el cielo, mira papá una estrella, yo sabía que no era una estrella sino un planeta, Venus, "sí le dije, enseguida irán apareciendo más"

Y así fue, en cuanto el sol se ocultó tras el horizonte, el cielo se oscureció cuajandose de estrellas.

- ¡Qué bonito, papi!
- ¿Es hermoso, verdad?  esto en nuestra ciudad no se puede ver...

Nos quedamos callados, yo le veía como contaba las estrellas y sentí envidia, envidia de su candidez, de todo lo que le quedaba por descubrir, de su alma tranquila y limpia.

Pasó una estrella fugaz, dejando tras de sí una estela de luz.

- Ale ¿que es eso?
- Es una estrella fugaz, una estrella que ha decidido iniciar su viaje y se va, a veces deja una estela para que la recordemos otras veces simplemente se va y no la volvemos a ver.
- A mi me gustan las estrellas fugaces, parecen un avión que va muy rápido por el cielo.
- Si... - le dije, mientras observaba como la estrella fugaz desaparecía, pensé que en el mundo hay dos clases de personas, las que te dicen que son tus amigos  pero que luego desaparecen como una estrella fugaz sin dejar siquiera una estela, y las que no dicen nada pero cuando las necesitas están ahí,  como las estrellas en el cielo de una noche de verano.

Abracé  a mi peque, y nos quedamos mirando la belleza de un cielo cuajado de estrellas.

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