Hace tiempo pensé que quizás la vida sea como un edificio lleno de habitaciones, esas habitaciones son los años de nuestra vida.
En
ellas invitamos a entrar a gente, unas se quedan por un tiempo, otras
sólo pasan unas tardes, un tiempo corto, otras sólo llaman a la puerta
para irse después.
Cuando llegamos a nuestra nueva habitacion, una
estancia muy amplia en la que tambien podemos tener otras habitaciones,
está sin amueblar, y en el transcurso del año, somos nosotros quienes
vamos amueblando esa habitación que será nuestro hogar, depende de
nosotros como queramos que sea.
Yo ya estoy haciendo la maleta
para mudarme, creo que va mucho mas ligera que cuando llegué a mi
habitación 2015, siento que no logré amueblarla como en un principio
hubiera deseado, que se quedan en las paredes colgados algunos
recuerdos, que como fantasmas atravesaran la pared a mi nueva
habitación.
Que donde quise poner una ventana solo surgió un muro.
Que cuando abrí la puerta no fue para que entrara alguien sino para que se fuera sin yo quererlo.
Que cuando cerré la puerta la estancia quedó más vacía de lo que a mi me hubiera gustado.
Hay
a veces que piensas que una de esas habitaciones estará ocupada hasta
que llamas a la puerta y la encuentras vacía, quizás deba ser así, lo
más triste de todo es no encontrar una carta un mensaje de despedida,
tener la sensación de que ya nunca más volverá a llamar a tu puerta sea
cual sea el número de la habitación.
Pero también hay zonas
decoradas, pintadas de blanco, que me recuerdan a los pueblos del sur, a
las calles de pueblos de Málaga, con su acento y su sonrisa, aquella
tierra que vió nacer a mi padre.
Paredes de alegría, de sonrisas, de olor a salitre y a espetos.
Descuelgo
algunas fotografías de habitaciones antiguas, de viajes a lugares
exóticos, de sonrisas, de un niño que ha crecido y ahora me veo
reflejado en él.
Hay recuerdos que son fotos, y fotos que son
recuerdos, que pase el tiempo que pase, que por muchas habitaciones que
nos queden, siempre estarán con nosotros.
Mi maleta es más ligera
cada vez, este año la habitación ha sido más pequeña, más oscura, hubo
un tiempo en este año que estuve a punto de abandonarla, de dejarla, de
mudarme, hubo un tiempo....
Ahora oigo el bullicio de la calle,
mientras cierro las hebillas de la maleta el silencio es mi compañero,
cierro los ojos e intento oir el sonido de la mar, ver las pisadas en la
arena, de una casa que no era mi casa, de un tiempo tan breve que a
veces parece que no existió.
Hoy cerraré la puerta de mi
habitación 2015 mucho antes de que me den la llave de la 2016, quiero
dormir en el rellano, quiero dormir sin que me avisen de cuando he de
cambiarme, y sólo así abrir los ojos ya en la nueva habitación, donde
desharé la maleta, colocaré mis cuadros, quemaré algún recuerdo y con
sus cenizas pintando mi alma iré recorriendo la nueva estancia con los
mejores deseos de empezar a decorarla, de abrir ventanales que den al
mar, de abrir la puerta para todo aquel que llegue pueda sentirse en su
casa, para todo aquel que quiera quedarse tenga su sitio.
Ójala
vuestras habitaciones sean blancas con terrazas. áticos al mar y a la
montaña, ójala tengais en vuestras manos todo aquello con lo que deseáis
decorarla.
Feliz habitación 2016
2 comentarios:
Ojala este año te traiga una habitacion de lujo como tu te mereces!!!!! Muchos besos de los que pasaron una vez por alli, y se llevaron un trocito de ti para guardarlo siempre en su corazon. feliz año!!
Monica Y Carlos
Hola Nicolás, deseo que tu habitación 2016 se llene de presentes que en la habitación 2017 te despierten alegrías al recordarlos. Que tu pluma siga escribiendo historias siempre gratas de leer amigo.
Un abrazo.
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