Mi cama se ha convertido en un pequeño cementerio lleno de muertos.
Unos muertos enterrados, otros aún sin enterrar.
Hay
noches que salen a bailar encima de sus lápidas. Lápidas en las cuales
yo he escrito con jirones de mi corazon hermosos poemas de despedida.
Y bailan y bailan, haciendo círculos.
Bailan alzando las manos, moviendo los piés, llamándome para que baile con ellos.
Y
algunas veces bailo y algunas veces me quedo sólo mirando y algunas
veces intento volver a hacer el amor con ellos, besar sus helados labios
de los cuales antes se deslizaban palabras de primavera, intento hundir
mi cabeza en sus pechos, mi sexo en su sexo... pero son solo eso
muertos, son solo eso fantasmas... mis fantasmas.
Fantasmas que
con las primeras luces del alba vuelven a sus tumbas, esas tumbas que
llenan mi cama... cama fría como la escarcha.
Hasta la próxima noche que volveran a bailar, volveran a llamarme...
1 comentario:
Que salga el sol , y baile contigo la luna en un día y noche sin muertos.
Publicar un comentario