Corría un aire cargado de otoño, en cuyos brazos el verano ya dormía, como si supiera que era el momento de irse.
Miraba
el vaiven de las hojas, habia tenido un verano extraño, duro,triste y
difícil, aún podía sentir esa especie de devastación que habia dejado la
época estival en su interior.
Sonó el teléfono.
Una, dos, tres veces.
- Hola.. soy yo
Su voz le era familiar, pero tenia otro color.
-
¿Te acuerdas? el otro día me equivoqué y bueno me contaste una
historia, te llamo para darte las gracias y porque necesito otro cuento,
otra historia
de las tuyas, una que me de fuerzas, que me abrigue el corazón.
-
Las historias son historias, los cuentos son cuentos, las palabras
pueden abrigarte el corazón en el momento en que se desprenden de ese
hilo... pero ¿y luego?
- Luego.. no sé, quizas las cosa a mi piel,
quizás las guarde en un frasco de cristal para oirlas en estas noches de
insomnio solitarias, por favor lo necesito.
- Está bien, déjame que
piense algo que como tu dices te abrigue te pinte una sonrisa, pero como
en las películas todo parecido con la realidad quizas sea pura
coincidencia o simplemente se quede en ficción.
- No te preocupes, lo sé
- Ok, ahi va:
"Había
esperado mucho tiempo, demasiado, como esos barcos que temen salir a la
mar por si alguna tormenta les alcanza, o por si pierden de vista la
luz del faro, esperan a resguardo del puerto, varados, simplemente
mirando la mar.
Así había sido, y ahora todo lo que podía ver a su
alrededor era un inmenso vacío, un ruidoso silencio que le perforaba el
interior. Se decía así mismo que lo había intentado, que quizás.., que
el tiempo lo curaria, que por algo sería que había tenido que ser así,
pero cuando se lo decia sólo veía aquellas palabras esparcirse por el el
suelo y derretirse como cubitos de hielo al sol. La realidad era bien
distinta a lo que él se decía.
"has de aprender de lo errores" - pensaba - y sin embargo había vuelto a cometerlo.
Lentamente el tiempo pasó, y aunque aún dolía, no había nada que pudiera hacer..."
- ¿pero que le pasa, es una chica, es la vida..? - le interrumpió ella.
- Ten paciencia, deja que continue, es simplemente un cuento ya sé que tu quieres "tu cuento", vale sigo:
"
A veces simplemente uno cree que es mejor cerrar los ojos, taparse los
oidos por que de esa manera puede tomar decisiones que parecen más
fáciles, a veces te dicen que hagas y uno cree que con todo ello la
vida será más sencilla, es como montarse en un bote hinchable y dejarse
llevar por la corriente, es fácil ir a la deriva, tan fácil que no
tienes que hacer nada, sólo dejarte llevar... pero, al final nada es
sencillo, y ella se dejó llevar, no es que le costase, que va, sólo que
era una decisión que incluso sintió que no tomaba ella, la vida, el
momento, los consejos.. "dejarse llevar".
Estaba bien, con él se
reía, era simpático, lo pasaba bien, y a esas alturas de su vida después
de haber esperado, ¿no era lo mejor que podía hacer?.
Lentamente
el tiempo pasó, y la vida se convirtió en un transcuirrir como un rio
va hacía la mar, lento tranquilo impasible sabiendo que su destino
irrevocabelmente es ese llegar al mar, ¿que puede hacer el rio para
evitarlo?
Aquella tarde soplaba un viento de otoñó con ese olor a
lluvía, ella hablaba tranquila a su chico, era una tarde más, de vez en
cuando sonreía, de vez en cuando había silencios, de vez en cuando, muy
de vez en cuando recordaba...
Fue cuando levantó la vista, en la
esquina, apareció él, iba caminando con ese aire distraido que le
caracterizaba sin fijarse en nada mirándolo todo, y ella sintió que su
corazón se paraba, que un súbito calor enrojecía sus mejillas, y su
corazón despuiés de pararse aceleraba como en los anuncios de coches de 0
a 100 en 1 segundo. En la lejanía oyó una voz "¿te pasa algo cariño?"
ella musitó un "no" que se deslizó sobre la mesa.
Bajó la vista,
esperando que él no la hubiera visto, que no se acercara, que pasara de
largo, por que su vida era eso, tranquila como un rio. Sin embargo él la
había visto y como si de un resorte se tratará en algún rincón lejano
de su interior donde había construido un muro para guardar todos los
recuerdos, algo explotó y todo aquello saltó por los aires invadiéndolo,
recuerdos y la imagen, la imagen de ella, la imagen de ella con él. Se
mordió el labio hasta casi hacerlo sangrar, aceleró el paso y dejó todo
atrás.
En la mesa estaban los dos, aunque lo justo sería decir
que ya solo estaba él, ella ya no estaba, al menos no su mente, oía las
palabras de él y contestaba con monosílabos. Se encontraba luchando
contracorriente, contra lo que estaba sintiendo, contra ese pellizco
que sentía en su corazón, contra todas las dudas que habían surgido del
fondo de ese rio que ella pensaba que era tranquilo y ahora sufria un
maremoto. Le miró, y en sus ojos, aunque él no lo vió, había una mirada
distinta.
Oyó una voz, un leve susurro de su interior, "estas bien,
eres feliz, ¿que haces? ¿por que piensas?" y a su vez sin poder
contenerlo oyó como una parte de si contestaba "por que no te hace
sentir lo que acabas de sentir, por que a pesar de todo hay algo que no
te hace vibrar, que no te provoca, por que la vida es como una montaña
rusa y no como una pequeña noria para niños pequeños que gira pero sin
emoción"
Aquella tarde ella le mandó un mensaje, sabiendo que
probablemente no le contestaría, aquella tarde él recibió un mensaje, un
mensaje que cuando vió de quien era no abrió.
- Nooooooo que lo
abra, que lo mire, que lo lea, que no sea imbecíl, dime que dice el
mensaje no puede acabar asi, me has prometido que era mi cuento y yo no
quiero que acabe asi - dijo ella casi gritándole.
- Aún no he acabado.
"Dos
días depués, él jugaba con el móvil, nunca había tenido el valor de
borrarla ni de su telefono ni de la red social, y volvió a ver el
mensaje no leido, Se paró un momento, quería leerlo pero sabía que
aquello revolvería todo otra vez, que simplemente sería un "te he visto
¿como estas? espero que bien besos" y no quería más dolor. Pero algo le
traicionó, quizas fuera que a veces la esperanza nunca se pierde, y
abrió el mensaje.
"Hoy te he visto desde lejos, nunca pensé que
nos volvieramos a ver, porque quizás en el fondo sabía lo que podría
pasar, y no quiero volver a vivir lo que viví, ahora estoy tranquila...
bueno estaba tranquila, hasta que te he visto y no he podido evitar que
todo volviera, quizas sea tarde, pero quiero verte, quiero oirte, quiero
tenerte delante y.... ¿querrás?"
Él sólo escribió dos palabras...
- ¡Qué... qué quéeeeeeee!, por dios no te pares dime que le dijo que si, dime que quedaron en verse....
- Es tu cuento, ahora terminalo como tu quieras, como te gustaría, como quizas deberia acabar....
- Oh eres malo ¿lo sabes?
- Sólo soy un contador de historias, y ahora cuento cuentos por teléfono
-
Gracias, eres un encanto a pesar de lo que me hiciste rabiar, voy a
acabar mi cuento, ¿podré llamarte otra vez?, y así te digo como lo
termino
- Me encantaría
- Lo haré, gracias, un beso
- Ciao un besito.
Y
él mira a través de la ventana abierta, el viento se lleva
definitivamente el verano en sus brazos, en algún lugar el otoño empieza
a despertarse, ha sido un verano extraño, dificil, triste y duro.
1 comentario:
Me ha gustado mucho tu cuento telefónico, como me gusta casi todo lo que escribes. Gracias por compartirlo.
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