En un futuro no muy lejano.
CONTINUARÁ ...
Estaba en aquel apartamento que no llegaría a los 20 mts cuadrados. Era su casa, pero nunca llegó a llamarle hogar.
Atrás quedaba un tiempo que algunos llamaron de prosperidad.
Hoy el mundo se había convertido en un lugar inhóspito y salvaje.
El
grupo terrorista ISIS había llegado hasta Marruecos, y sembrado el caos
en la península ibérica, nadie predijo que llegarían tan lejos, nadie
quiso verlo, todo fueron parabienes y condescendencia... hasta que fue
demasiado tarde.
El primer ataque de lo que
llamaron Unidad de Salvación Mundial sólo logró enrabietar más al mundo
islámico radical, los actos de sus células dormidas surgieron como un
virus, Madrid, Londres, Munich, París, Washington, Los Angeles, Tokio...
extrañamente ninguna ciudad rusa ni china.
El
veneno entre la coalición de Salvación Mundial corría por las venas de
los aliados, y como si nunca se hubiera producido una guerra mundial las
naciones recelaron, se alinearon unas contra otras y olvidaron que
tenían un enemigo común.
Hasta que el Vaticano
fue atacado con agentes químicos, nadie lo reivindicó, y mientras unos
se echaban las culpas a otros, mientras Occidente culpaba a rusos y
chinos, mientras estos apoyaban silenciosamente a los grupos islámicos,
aquel virus esparcido sobre Roma, mutó atacando las neuronas cerebrales.
Acabó con el 90% de la población de Europa.
Era demasiado tarde para tomar medidas.
Yo había vivido todo aquello desde lejos, en Canada con una beca para un doctorado en neurología cerebral.
Había
logrado aislar los compases de las corrientes eléctricas de las
neuronas durante la fase alpha del sueño, convirtiéndolas en impulsos
electromagnéticos, esto es en unos y ceros. Dicho en otras palabras
logré aislar y almacenar los sueños, para luego reproducirlos en otra
persona.
Fue entonces cuando atacaron el Vaticano, cuando me
aislaron en el centro este junto a otros doctores, yo debería seguir
aislando los sueños, esas alteraciones en las corrientes eléctricas
neuronales y almacenarlas. Según me dijeron con esos datos se podría
buscar la solución a la mutación del virus que había arrasado Europa.
Al principio fueron voluntarios, les inducíamos al sueño reprogramábamos las onda alfa y grabábamos su sueño.
No me extrañé cuando las grabaciones empezaron a ser duplicadas, imaginé que otros colegas seguían con los estudios.
Todo
cambió cuando los pacientes ya llegaban dormidos, no me dejaban como
antaño charlar con ellos, de hecho se me prohibió cualquier contacto
anterior a la grabación del sueño y a su inducción. Incluso una vez
grabado el sueño me recogían la unidad de almacenaje y desaparecían.
Obviamente
empecé a investigar, pregunté a mis superiores y estos me dijeron que
había progresado mucho en la captura de los sueños, que había grandes
avances en la cura, pero que debía dedicarme sólo a la extracción ya que
no era bueno interferir en los siguientes procesos, sobre todo en la
inducción de los sueños grabados a otros sujetos.
No
le creí. Algo extraño estaba sucediendo, mis permisos de entrada a
otros departamentos fueron revocados, opté por investigar por mi cuenta,
alguien debía saber lo que en realidad estaba ocurriendo, pero no podía
fiarme de nadie.
Llegó
una nueva paciente, era el momento que esperaba, programé en la
inducción al sueño que me mostrase un día reciente cotidiano, necesitaba
saber que estaba pasando fuera y la forma en ponerme en contacto con
ella. Dejé una fase inconclusa para que tuvieran que traerla de nuevo.
Procedí a la extracción de sus sueños. Sin que nadie se diera cuenta grabé su sueño y lo intercambié por otro anterior.
CONTINUARÁ ...
1 comentario:
Amigo, también eres experto en la ciencia ficción. ¡Que imaginación tienes! habrá que leer la segunda parte.
Un abrazo Nico
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