- Sencillamente olvidamos por que nuestro cerebro, las neuronas almacenan los recuerdos en áreas del cerebro y allí se va necesitando más espacio por lo que se eliminan recuerdos innecesarios.
- No estoy de acuerdo, yo creo que nuestro instinto de supervivencia hace que se eliminen los recuerdos dolorosos, los que han hecho sufrir a nuestras células y por ende a nuestro cuerpo y espíritu, los demás están almacenados, simplemente no ejercitamos la mente lo suficiente, no la adiestramos para recordar hechos antiguos.
- Pues difiero de los dos - dije yo - recordamos todo, lo bueno y lo malo, y somos nosotros mismos los que conscientemente olvidamos, olvidamos cuando matamos los recuerdos, que es como matar parte de nosotros mismos, como matar aquello que hemos vivido, ya nos duela o ya nos proporcione placer o alegría. Olvidar es como el anuncio del perro abandonado en la carretera, es dejar varado a un lado parte de tu vida, y lo más triste es que la mayoría de las veces es por que uno vive tan deprisa que no tiene tiempo para ello, simplemente es más fácil dejarlo oculto en un rincón en alguna especie de alacena de nuestra mente que se va llenando de polvo.
Dicho esto me levante y si queréis que os diga la verdad, a los cinco minutos ya había olvidado aquella conversación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario