Abrí la puerta, me dió la bienvenido un silencio extraño, al que no conocía y que me saludó con un abrazo.
Entré
en el salón y allí estaba él, me miró con un brillo especial en los
ojos, ese brillo con reflejos a un lago lleno de lágrimas.
"Se ha
ido, la ventana estaba abierta y se marchó, al principio pensé que
volvería, y estuve en el alfeizar horas y horas esperando, y dejé la
ventana abierta, y le puse su comida favorita e incluso puse la música
que tanto le gustaba, y sus juguetes y... y no volvió"
Le miré,
ya no era un niño, pero a veces uno mira a su hijo como si siempre fuera
un pequeño, como si toda la vida le fueras a llamar "peque".
Volvió
a mirarme, y esta vez su mirada estaba llena de sopresa y de decepción,
de esa tristeza honda como un pozo, un pozo que ni yo sabía si sería
capaz de llenarlo para que no sintiera ese vacio.
"Se ha ido, y
no sé dónde ni cómo buscarlo, quizás esté con otros gatos, o quizás
encuentre otra familia, otro chico u otra chica que le tenga, quizás no
vuelva nunca más... quizás.... ¿cómo voy a estar sin saber más de él?"
No
tenía respuestas, me senté a su lado y puse un brazo sobre su hombro,
si hubiera sido más pequeño le habría abrazado, pero ahora bastaba con
que sintiera mi brazo sobre sus hombros.
"No lo sé...", le dije,
"no tengo la respuestas a todo, a veces llega un día que se van, y lo
que te ha pasado con el gato te pasará con las personas, llega un día
que sin saber porqué se van y desaparecen, siguen su camino, y aunque
puedes pensar que hay que reprocharselo, no hay reproche alguno, puede
que las formas, las maneras no sean las que tú te mereces. Imagino que pensaras que aquí lo tenía
todo, su comida, los juguetes, y que te tenía a ti, ¿entonces porqué?,
con las personas pasa igual, a veces uno cree que lo ha dado todo, que a
pesar de sus fallos y errores lo ha hecho lo mejor que sabe o puede, y
sin embargo no es suficiente, y te dejan, te sorprenderás al ver que la
persona que habias conocido ha cambiado, a veces tanto, que es casi
imposible reconocerla, a pesar de tener los mismos ojos la misma cara y
la misma voz, ¿y sabes? no puedes hacer nada, como tú no puedes hacer
nada para que el gato vuelva, sinmplemente deja la ventana abierta, no
puedo prometerte que un dia veas su cabeza asomar de nuevo, pero es
bueno para ti saber que esa ventana sigue abierta, no será el mismo
gato que se fue, como probablemente no serás tú el mismo chico.
Ahora
tienes que aprender a vivir con esa soledad, tienes que aprender a que
muchas veces te asaltará la rabia y la volcarás contra él por haberte
dejado, por haberse comportado tan egoistamente y querrás cerrar la
ventana y olvidarte de él, y quizás lo hagas, por que echarás de menos
sus ronroneos, o como se acurrucaba por las noches en tu pecho, y
tampoco entenderás que aunque se haya ido no vuelva a visitarte aunque
sea un momento. Aprenderás, porque en la vida te pasará, habrá gente que
se marchará porque ha de seguir su camino, y nunca entenderás que
aunque se marche lo haga de una forma que tú nunca harías, pero has de
pensar que tú eres tú y no puedes esperar ni obligar a que nadie se
comporte como tú lo harías, pero sigue siendo tú siempre, por más que te
duela, porque sin duda alguna verás que la gente cambia, se transforma
y lo que pensabas que nunca haría lo hace y puede que tu también lo
hagas y los demás piensen lo mismo que tú haces ahora, entonces
acuerdate de tu gato e intenta siempre ser tu mismo, no cambies por
mucho que te hagan y te duela, permanece, aunque desees echar a correr y
desaparecer... "
Fue entonces cuando me cogió de la mano, y me
llevó a su habitación, allí sobre el alfeizar estaban sus juguetes y un
bol de comida, me acercó a la ventana y los dos miramos a través del
cristal, la noche vestía el cielo,y en algún lugar estaría su gato.
Me miró, le miré y supe lo que me estaba diciendo, en su mirada había un poso de tristeza pero ya era diferente.
Y entre los dos abrimos la ventana.
1 comentario:
Le habló como le habla un padre a un hijo, a los gatos les gusta vagabundear, un día lo tratan bien en otro sitio y se mudan.Los perros son más fieles, es bueno los comentarios sobre las personas...también se van y a veces no hay explicación posible.
Un abrazo Nico.
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