Colgó el móvil, por un momento pensó que se echaría a llorar, notó un nudo en el estómago y como algo en su interior le oprimía , como si un agujero negro del espacio absorbiese todas sus vísceras, dejando trás de si un inmenso vacío.
Era una de sus mejores amigas, y aunque la distancia hacía que se vieran poco, no por ello había dejado de sentirse muy unida. Le llamaba por que había conocido a un chico hacía un tiempo, y aunque era reacia a empezar una relación, lo que en un principio fue una cerveza, luego un cine, luego un fin de semana en la playa, había dado paso a algo más intenso.
Se alegraba por ella, cómo no, pero a la vez sentía un pellizco de envidia y de celos, de sentir que se quedaba un poco más sola.
Encontró un banco, necesitaba sentarse, todo a su alrededor se difuminó, como en las películas hizo un fade in black, y se oscureció. No pudo contener las lágrimas, ¿porqué a ella no le había pasado? no había sido por no tener alguna oportunidad, no estaba mal, gustaba, pero no sabía el porque, ¿miedo? ¿lanzarse? o quizás esperaba algo que nunca pasaría, como muchas veces su amiga le había dicho "has visto muchas pelis, la vida real no es así, no quedan príncipes azules, solo algunos desteñidos..."
Hubo una vez, una vez... pensó mientras un rayo de sol cruzo las hojas de un viejo olmo, se posó sobre su pelo se deslizó hasta su mejilla regalándole algo de calor.
Aquella vez que llegó, que lo pudo cambiar todo, y que se fue como una tormenta de verano.
No quiso pensar más en ello, había pasado y se sentía culpable de lo sucedido, pero había pasado aunque aquello significase en parte encontrarse como se encontraba en ese momento. Sabía por sus amigas que él había empezado una relación y que se habían ido a vivir juntos.
No pudo estar más sentada, y echó a andar, subió el volumen de su ipod, como si aquello pudiera aislarla del mundo y de sus pensamientos, cruzó el parque y salió a la calle.
Se paró en el semáforo, y pulsó el botón, a la espera de que el muñequito se pusiera en verde, cuando alzó la vista no creyó lo que estaba viendo.
Era él. estaba en la otra acera, quiso girarse, pero ya era tarde, le vio alzando la mano en un saludo y sonriendo, aquella sonrisa...
Cruzó sin esperar a que aquel semáforo, maldito semáforo, se pusiera en verde.
- Cuanto tiempo, ¿como estas?, ¿qué tal te trata la vida? - dijo él
Ella se ruborizó, él estaba ahí y le hablaba como si nada hubiera pasado entre ellos, como si después de tanto tiempo sin saber nada de él, "hubo una vez... una vez"
- Bien, ya sabes viviendo, no me puedo quejar...
- Qué casualidad encontrarte, ¿te apetece un café?
- ... yo... tengo algo de prisa ... - mintió, en el fondo quería pero de sus labios sólo salió un no camuflado.
- Vaya, bueno ¿puedo acompañarte un rato? yo voy sin prisas
No se pudo negar, caminaron juntos, al principio se instaló un silencio entre los dos, como si ninguno quisiera iniciar una conversación que no sabían a donde les llevaría.
Fue él quien rompió el fuego preguntando por su trabajo, ella sonrió casi sin atreverse a mirarle, no había cambiado mucho quizás le notaba algo cansado, su mirada había perdido aquel brillo. Le contó sus cambios de trabajo, que por fin había encontrado algo más estable, él le hablo de su nuevo puesto, de lo que le había costado, en el fondo daban rodeos evitando hacerse preguntas más personales.
- Veo que la vida te ha tratado bien, yo no puedo quejarme la verdad... - le dijo ella, parándose frente a la parada del autobús - he de cogerlo o llegaré tarde...
- Ahh .. que lástima que no tengas más tiempo para ponernos al día, imagino que tendrás a alguien esperándote...
Llegó la temida pregunta, separó los labios y...
- Si ,hay alguien, ¿sabes? tuve suerte es un encanto, dulce cariñoso... tuve mucha suerte...
- Me alegro por ti, te lo mereces, esta vez no lo dejes escapar ¿eh?... bueno, te dejo creo que ya llega tu autobús.
Le da dos besos, deteniéndose el tiempo preciso para que parezcan eternos. Ve como él se gira y se va mientras las puertas del autobús se abren y se cierran.
Ella no sube, no mira atrás, "hubo una vez.. " se dice, "las oportunidades las coges si no lo haces nunca vuelven..."
Siente una mano en el hombro, su corazón salta en su pecho...
- Perdona, se te ha caído el bono bus - le dice un extraño.
- Gracias. - susurra ella con la voz rota.
"Vaya día" se dice, primero mi amiga y ahora después de tanto tiempo me lo encuentro, " lo que es el destino..."
No puede evitarlo, tiene que decirlo y escribe a una amiga un whatsapp.
"Sabes a quien me he encontrado?"
"Loca. dime , que a ti te pasa de todo"
"A él", aún es incapaz de escribir su nombre.
"A él, te refieres él ÉL?????"
"SI "
"Me tienes que contar y que tal? como estas, imagino que
"
"No seas tonta, le he dicho que estoy con alguien, no podía decirle, después de aquello..."
"Como????? pero estas gilipollas??? "
"Eh¡¡¡ no te pases"
"Perdona loquita, pero es que... no lo sabes? ya no está con ella, rompieron..."
Ella no contesta, mira la calle por donde él se ha ido.
Hubo una vez... una vez.
1 comentario:
Que complicada son las relaciones y cada vez más expresamos menos y somos menos sinceros, una pena. Preciosa Nico.
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