"El silencio y la distancia, ayudan"
Estaba escrito en un mensaje de correo, ni siquiera era un mensaje de voz. Solo una frase con la que cerrar una historia.
Guardé todas tus fotos, no en un rincón, sino en aquella esquina donde podría verlas con solo mirar.
Guardé todos tus correos, todas tus charlas de whatsapp, no solo en mi ordenador, sino también en lo que algunos llaman la "nube", así podría leerte desde cualquier lugar.
Guarde todos los recuerdos, tu voz, tu sonrisa esa que hizo que te escribiera la primera vez, y tu mirada, esa que cuando se cruzaba con la mía y sin quererlo como quien mira a escondidas es sorprendido, hacia que se revolucionara hasta la última célula de mi ser.
Nunca te pregunté. nunca me atreví, "¿te pasaba lo mismo cuando yo te miraba?"
Y las guardé en una habitación de este viejo corazón con la puerta abierta para volver en cualquier momento, con la ventana que daba al mar del sur.
Y ese silencio, esa distancia, lo cubrió todo, Por que a pesar del dolor, de la tristeza, la vida continuó, como si nada hubiera pasado, como si todo aquello solo hubiera sido un sueño.
Pero yo a veces releo tus mensajes, a veces oigo tu voz en aquellos audios que solías enviar de noche, y muchas tardes cuando el sol de Madrid tiñe el cielo de un azul increíble, voy a esa habitación de mi viejo corazón y me siento frente a la ventana a mirar ese mar del sur, y hablo contigo de nuestros recuerdos, de tu sonrisa, de como solías mirarme, o así me gustaba pensar que lo hacías.
Hoy, estoy aquí donde el silencio es el rey, y donde la distancia ya es insalvable.
Cuanto tiempo hace de aquello, como lo dejamos pasar...
Y la vida se me fue entre los dedos.